Iván
Luego de un viaje de diez horas por fín llegamos a nuestro destino.
La Isla Esmeralda es el lugar perfecto para pasar nuestra luna de miel, ubicada cerca de las tres Islas del Caribe, es una pequeña isla solitaria con una amplía casona, cuenta con todo lo necesario y las mejores comodidades. Apenas solo tres personas más estarán en la isla, encargados del yate que nos puede trasladar a las otras islas si deceamos salir a comer, bailar o lo que se nos ocurra si tenemos deseos de interactuar con otras personas...
En cuanto llegamos a la costa caminamos junto a uno de los encargados de la isla que nos va contando un poco la historia del lugar, pero si soy honesto no logro prestar mucha atención a lo que el hombre habla por estar fijando cada cinco segundos la mirada sobre mi esposa...
Y es que quién puede concentrarse en una charla cuándo caminas tomando la mano de una mujer como mi esposa? Su atuendo es realmente magnífico, simple... Pero realmente ella lo luce fenomenal.
Un sensillo vestido de seda en tonos claros, con apenas un largo cordel de seda sujetando en su cuello, la tela se desliza y se pega a su cuerpo acentuando las curvas de su cuerpo, su pelo rojizo sujeto en una cola y cayendo sobre su hombro izquierdo y en su mano libre lleva un par de sandalias bajas y sujeta un poco la tela del vestido para no tropezar. Lo que hace que por momentos sus sensuales piernas se dejen ver...
Cuando llegamos a la casa el encargado por fín se retira y quedamos completamente solos, me giro quedando frente a frente con Bella y nuestros ojos se conectan por unos cuantos segundos, nuestras manos entrelazadas se rozan entre si en una dulce caricia. Llevo mi mano libre hasta su perfecto rostro y lo acaricio despacio sintiendo que no hay mejor sensación en el mundo que la de su suave piel, ella sonríe apartando la mirada por un par de segundos y no puedo evitar sonreír de la misma manera acercandola a mi cuerpo antes de tomarla en mis brazos con un ágil movimiento mientras hablo...- Muy bien SEÑORA CUEVAS... Ahora usted es completamente solo para mi...
Ella ríe divertida sujetando mi cuello para evitar caer y niega divertida con la cabeza mientras entramos por el umbral de la casa. Llegamos hasta la sala y la coloco sobre sus pies sin dejar de reír y la observo por unos segundos más en silencio. Dios! Si que es preciosa...
- Te he dicho cuánto te amo?
Solo sonríe y el brillo de sus ojos se hace más intenso.
No lo resisto, la tomo de la cintura y la beso...
Un beso suave, sin prisas, que se va intencificando poco a poco arrastrandonos al deseo, pero de una forma muy delicada.
Llevo mi mano a su nuca mientras nuestras lenguas se rozan de forma serena. Mi corazón y el de ella laten cada vez mas rápido. La tomo en brazos y la llevo sin dejar de besarla una y otra vez hasta la alcoba principal, recostandola con cuidado sobre la cama...
Me recuesto sobre ella sin dejar que el peso de mi cuerpo la aplaste por completo, mis manos rozan despacio su piel de forma serena... Intentando llevarla a el placer más extremo.
Sus manos van despacio y me sujeta por el cuello, baja lentamente a mi camisa y va desprendiendo los botones...
La desliza por mis hombros dejando mi torso por completo desnudo, sus dedos rozan mi piel y voy perdiendo poco a poco todo el control que poseo.
Voy entre caricias levantando la tela del vestido. Desato el cordel y quito por completo la prenda dejándola caer por algún lado de la alcoba, sus senos son mi perdición por completo. Los rozo despacio y voy bajando con mi boca hasta ellos para saborearlos a mi gusto...- DIOS, ERES- PERFECTA -MI AMOR...
Susurro entre jadeos, ella solo se retuerce bajo mi cuerpo totalmente deseosa de sentirme.
Sé lo exitada que está en este punto, su cuerpo es como un maremoto de sensaciones. Su piel arde y se estremece con cada caricia de mis manos...
La beso por toda su piel bajando de forma lenta haciendo que todo su cuerpo reaccione a mi y me encanta saberme el causante de todos esos deseos en ella.
Sus jadeos y los míos se mezclan entre besos y caricias...
Pronto el pantalón y mi boxer desaparece por algún lado y me desago rápido de sus bragas blancas. Apenas si nos rozamos entre si, desperdigando por nuestros cuerpos incontables caricias...
El aroma de su piel me embriaga completamente y más desquiciantes son los besos que va dejando sobre mi piel, tomo sus caderas elevandolas un poco para por fin unir nuestros cuerpos. Gime sobre mi oído al sentirme dentro de ella y es la mejor de las sensaciones, todo en ella es exquisito. Nos movemos de manera rítmica acelerando con cada movimiento el ritmo...
No importa el tiempo que pase, sé que jamás podré saciarme de mi mujer, todo en ella es adictivo, me lleva siempre querer más y más. Poseerla entera, amarla completa, hacer mi antojo en ese cuerpo y llevarla todo el tiempo a superar los limites de la cordura y el placer...
Gruño enterrandome con fuerza en su interior, cada vez más rápido, acompasando mi cuerpo con el suyo, permitiendo que nuestra entrega sea la que refleje el amor que sentimos...
Pronto gira nuestros cuerpos en un rápido movimiento y tengo el exquisito gusto de disfrutar del vaivén de su cuerpo sobre el mío, su cabello cae suelto por su espalda y puedo acariciar a mi antojo todo su cuerpo... Sus movimientos son perfectos, delicados y a su vez tan intensos que me arrastra a ese delicioso sitio dónde solo habita el deseo y el placer ... la enloquece que le hable al oído, y con gusto lo hago.
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Tus ojos Mis Grilletes...
RomantizmEn medio del dolor Isabella Diaz encontrará ese pilar que le hace falta cuando de forma atroz su mundo entero se vio derrumbado... Un daño irreparable que solo el verdadero amor será capaz de liberar su alma del purgatorio en el que se vio arrastr...