capitulo 24

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Son casi las nueve de la mañana cuando Isabella y yo bajamos a la sala entre besos y risas...
Encontrando a Verónica recostada en el sillón bastante ojerosa y pálida, está como laxa envuelta en una fina manta...
Me acerco a el sillón y me arrodillo frente a ella.

- Buen día muñeca... 

Recuerdo enseguida que Cristhian mencionó anoche que seguro amanecería así,  por lo que le sonrió intentando mostrarme tranquilo para no agobiarla. 
Me mira y dibuja una pequeña sonrisa en su rostro al verme...

- Hola... 
- Hey,  desayunaste? 
- Cris está preparando el desayuno... 

Responde serena.
Observo a Isa que se muestra preocupada al ver el semblante que trae Verónica en su rostro.  Ella no sabe nada de lo ocurrido y noto la preocupación que siente al verla. 

- Preciosa... Irías a la cocina por Cristhian?  Dile que se apresure con el desayuno por favor. 
- Claro...

Responde saliendo con prisa de la sala camino a la cocina. 

- Pronto te sentirás mejor muñeca... 
- Lo se...  Solo me siento exhausta. 
- Una noche difícil...  Me diste un susto de muerte debo admitir... 

Apenas si abre sus ojos y los fija en mi.  Se encoje de hombros e intenta sentarse...

- Disculpame Iván... 
- No lo digas muñeca...  Solo no sabía que fueras sonámbula.

Digo tranquilo. Aunque me preocupa verla así, sé que Cristhian sabe que hacer para que se sienta mejor. 
Unos minutos después Isabella regresa junto a Cristhian trayendo un par de bandejas consigo. 

- Buen día Iván... 

Saluda Cristhian...

- Buen día amigo. 

Respondo mientras me levanto y me aparto de el lado de Verónica para que su marido se siente a su lado. 
Cristhian se sienta junto a ella y la ayuda a ponerse más cómoda

- Aquí estoy mi ángel... Te preparé panqués.
- Gracias cariño... 

Responde Verónica algo laxa... 
Comienza calma a engullir el desayuno con la ayuda y bajo el firme escrutinio de Cristhian que no se aparta un segundo de su lado y le va hablando de la llegada temprana de los niños.
Al parecer llegaran antes del sábado como estaba previsto.

- Vienen tus padres?

Pregunto al escucharle. 

- No Samuel los traerá. Estaba visitando a los niños en la casa de mis padres cuando le llamé para saber si podía venir a ver a Verónica. Y aprovecháremos que viene para que traiga a Isabella y Nathaniel.
- No debiste Cris...  En unas horas estaré mejor lo sabes...

Murmura Verónica bebiendo el baso de leche y dejándolo en las manos de su marido un segundo después. 

- De todos modos mi ángel...  Samuel vendrá a checar que todo este en orden. 
- Estoy de acuerdo con Cristhian muñeca...  No está demás que te controle Samuel.  Además de que me alegra saber que los niños regresan antes. 
- Con ellos aquí te sentirás mejor y más tranquila ángel... Se que los extrañas,  anoche llorabas por ellos.

Isabella se mantiene en silencio sin dejar de observar a Verónica...
En sus ojos se puede leer la angustia de verla en ese estado,  recien se conocen pero han creado un afecto sincero la una por la otra. 
Tomo con calma la mano de Isa y tiro con delicadeza de ella.  Me observa solo un segundo, le hago un gesto para que nos sentemos en el sillón individual que está ubicado justo frente al amplio sillón que ocupan Cristhian y su mujer. 
No dice nada... Me siento yo y llevo las manos a sus caderas para que se siente sobre mi regazo. 
No me importa nada en este momento.  Ella es mía y que lo sepan mis amigos no me incomoda en lo más minimo. 

Una vez sentados rodeo su cintura y paseo la mano por su nuca masajeando todo el contorno de su espalda de forma tranquila mientras observo a Cristhian y Verónica frente a nosotros. 
No muestran nada de sorpresa al mirarnos así de intimos. Nos entretenemos en una charla sobre los niños y el cercano cumpleaños de la mujer de Cristhian que lentamente va recobrando color y a notarse más inquieta...
El verde de sus ojos se va intencificando lentamente y ahora habla más animada. 
Yo sigo en la misma postura con Isa sobre mi regazo acariciando cada milímetro de su espalda mientras ella pregunta intrigada por la boda de estos dos frente a nosotros. 
Cristhian le cuenta algunas anecdotas sobre Samuel Nathaniel el mismo y yo... 
Los cuatro nos conocemos desde jovenes y mantuvimos la amistad desde entonces. 
Isa y Verónica rien entretenidas.... Pero pronto la risa de Isabella se apaga en cuanto bromea  Quién tiene en frente de cuando ella y yo nos cacemos.... 
Sus ojos buscan los míos que estaban clavados en Verónica...  Aún la noto algo decaída por lo que no he dejado de observarla.  Pero al escuchar la broma y sentir la intensa mirada de Isa sobre mi dirijo mis ojos a los suyos leyendo en ellos algo que me deja más que satisfecho y sorprendido... 
Su expresión timida y ruborizada.... Sus ojos chispeantes sin dejar de ver los míos y la forma en que sonríe desconcertada acomodando delicadamente un mechón de su cobrizo pelo detrás de la oreja, me dejan sin aliento un par de segundos... 
Aferró seguro su cintura pegando más su cuerpo al mío y solo acaricio su mejilla mientras hablo a Cristhian... 

- No creo que falte mucho Cristhian... Quién te dice y en breve estemos dándonos el si... 

No lo había pensado en lo mas mínimo en dejarle claro a ella que pensaba en un casamiento, quien lo pensaría a solo una semana de que todo entre nosotros cambiara como lo iso?  Pero la idea no me suena para nada descabellada. Por el contrario logro incluso imaginarme frente al altar esperando a esta mujer que tengo sentada en mi regazo...  
Los ojos de Isabella se cristalizan rápidamente al escuchar mi respuesta,  no se pero algo en mi interior me dice que no sería una completa locura pensar en un matrimonio con esta chica de ojos grises...
Ella no dice nada pero se acomoda sobre mi y esconde el rostro enterrándose en mi cuello...
El tacto de sus labios en mi piel dejando unos deliciosos y suaves besos y el susurro de su voz en mi oído alertan todos mis sentidos...

- Te volviste loco?

Esa pregunta me hace reír e ir a su oído aferrando con una mano su nuca para pegar su rostro y así no dejar de sentir el calor tibio de sus labios en mi cuello, mientras con la otra mano entierro mis dedos firmes en la piel de su cintura susurrándole de igual manera.... 

- Loco por ti Isabellita... Lo dije muy en serio, para que quede claro...

Digo de forma tranquila y un par de segundos bastan para que aparte su rostro y clave esos grilletes grises en los míos... 
Sorprendida,  confundida...  Pero también con ilusión escondida...  Puedo adivinar sus emociones solo con verla.
Mi mano va a su mejilla y la atraigo hasta que nuestros labios quedan a solo un rose tentándo... 
El tiempo siempre parece detenerse al rosar esos carnosos labios.  Son la perfección y la seducción plena en ella. 

Tus ojos Mis Grilletes...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora