Capitulo 34

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Los días pasan lentos...
Más de dos semanas llevamos sin apartarnos más de dos horas del hospital donde Iván continúa ingresado en cuidados intensivos...
Sam ha dicho que mi mujer solo tenía golpes sin nada de seriedad o cuidado,  y aunque eso me tranquilizó, no podía dejar de sentir furia de saber que el maldito de Facundo quiso dañarla. 
Isabella no ha salido ni un segundo de la clínica y no se aparta más de diez minutos al día para darse  una ducha rápida. 
No ha habido cambios en el estado de salud de Iván,  solo está estable...
Se nota lo agotada que está Isabella pero no hay cristo que la convenza de ir a dormir, por mucho que Sam Vero y yo mismo le insistimos
Para mantenerse distraída y como prometió encargarse del asunto de la demanda contra mi esposa ha pedido que le lleven todo para preparar el caso ahí mismo en la clínica. 
Pasa horas enteras sin dejar de leer y repasar documentos de la demanda e incluso ocupándose de el trabajo en la empresa de Iván y el proyecto por el cual vinieron a Londres.  Todo sin apartarse de al lado de Iván...
Estoy  aquí sentado en el borde de la cama en nuestra alcoba observando como mi precioso ángel se viste de forma rápida para ir nuevamente al hospital...
Solo regresamos para darnos una ducha y cambiarnos antes de volver,  además de buscar algo de ropa para Isabella que insiste en no alejarse de mi amigo... 
No me cabe duda alguna de lo mucho que le ama...

- Cris,  puedes traerme una maleta?  Pide mi mujer mientras saca algunas cosas del armario. 
Voy en busca de lo que me pidió y cuando regreso me la encuentro con el teléfono en la mano... 
Sus ojos derraman lágrimas y está sentada en el sillón en silencio... 
Me acerco rápido a ella y me arrodillo sin dejar de observarla... 

- Entiendo...  Si, vamos para ahí de inmediato... 

Responde cortando la llamada. 
Fija sus ojos en los míos y deja correr más lágrimas sin poder articular palabras... 

- Ángel...

Digo tomando su mano en la mía... 
Solo niega con la cabeza y lleva su mano a mi mejilla dibujando una pequeña sonrisa... 

- Iván...  El... 
- Ángel por Dios...  Que pasa con Iván? 

Pregunto ya más que preocupado... 

- Lo sacaran del coma...  Dicen que muestra una importante mejora,  tenemos que ir al hospital de inmediato. 

Explica poniéndose de pie y abrazandome emocionada... 
Nos apresuramos aún más y salimos de inmediato al hospital... 
Al entrar al ala de cuidados intensivos encontramos a Isabella hablando con Sam,  las expresiones de ambos son de cierta calma... 
Isa frota sus brazos como tratando de mantenerse lo más serena posible. 
Tomo la mano de mi mujer y entrelazamos nuestros dedos... 

- Sam... 

Digo mirando primero a Isa y luego a el... 
Verónica le saluda y luego abraza a Isa mientras está rompe en llanto claramente emocionada... 

- Se repondrá, solo es cuestión de tiempo. 
- Esta despierto? 
- Aún no...  No sabemos exactamente cuanto tarde en reaccionar aún.  El soporte vital ya fue retirado y dejamos de administrarle sedantes. 
- Eso son excelentes noticias! 
- Ahora solo queda esperar a que despierte.  Lo pasaremos a una habitación en intermedio, pero lo peor ya paso. 
- Gracias Sam... 

Digo estrechando su mano. 
Se nota que está agotado también,  ha pasado todo el tiempo al pendiente.
Por fin tenemos un pequeño respiro... 
Mi mujer vuelve a mi abrazandome con emoción en la mirada y la rodeo sin dudar de la cintura,  beso su frente sonriendo satisfecho. 

- Isa...  Tu estás bien? 

Pregunto al verla con la mirada perdida y con lágrimas en los ojos... 
Solo sonríe tristemente y asiente con la cabeza... 

- Solo son muchas emociones juntas...

Explica limpiando de su rostro las lágrimas que caen. 

- Se repondrá Bella... 
- Lo sé. Es solo... Que siento miedo...
- Miedo de que Isa?
- De que despierte y no me quiera ver...  De que no quiera saber nada más de mi...  

Su sentimiento es entendible, pero la experiencia de mi mujer en el dolor suele ser muy útil en este tipo de situaciones...

- Isabella Diaz, te apuesto el madrinazgo de tu primer hijo con Iván que ese hombre de ahí dentro... Lo primero que hará es preguntar como y donde estás tu. 

Eso hace reír más serena a Isabella... 

- Tienes una apuesta...
Pero antes de comprobarlo tu y yo tenemos que presentarnos en la corte. 

En la corte?

- Como esta eso?

Pregunto sin poder ocultar mi tensión... 

- Si... Los abogados de Ignacio Contreras solicitaron adelantar el sitatorio para hoy.  Como la prensa está enterada de todo lo... Ocurrido en estos días,  y al ser Verónica una figura reconocida están utilizando todo esto para solicitar la libertad de Ignacio.  Alegan que Tu mujer es conflictiva y por eso se ve envuelta en estas situaciones. 
- Se volvieron locos...  No es posible que quieran decir que mi mujer provocó todo lo que Ignacio Hizo en su contra. 
- Estoy de acuerdo...  Por eso quiero que Verónica se presente en la corte. 
- Tendré que declarar? 

Pregunta mi precioso ángel algo perturbada por la posibilidad de que Ignacio quede libre. 

- Yo...  Yo no quiero verlo Cristhian,  tu sabes que no puedo tenerlo cerca. 
- Y no lo estará Vero... 
El está en la cárcel en Uruguay, el juez ahí negó la moción para dejarlo venir al juicio aquí en Londres,  pero si cabe la posibilidad de que sea liberado si no testificas, sé que cuando lo condenaron tu no tuviste que hacerlo... Pero en este momento el que no digas con tus palabras lo ocurrido puede ser arriesgado y no quiero que ese hombre tan desagradable y peligroso quede libre.
- Estas segura de poder ganar Isabella? 
- No solo voy a ganar la demanda Cristhian, me voy a asegurar de que aumenten la condena que ya tiene de quince años a almenos treinta. 
- Eso es posible de hacer? 
- Hay muchas cosas de tu libro por las que el aún no ha sido condenado. Esos ataques no están protegidos por el tiempo transcurrido,  por lo que puedo pedir condena también por esos cargos.  

Explica Isabella tranquila y segura de sus palabras. 

- Muy bien...  Será mejor entonces que vallamos de una vez por todas de esto y podamos seguir con nuestras vidas. 

Dice determinada mi mujer...
Si por mi fuera la acompañaría al juzgado,  pero alguien debe de permanecer junto a Iván por si despierta.
El maldito de Facundo aún no fue detenido,  para cuando la policía llego a la estancia aquella noche el no estaba.  Desde ese mismo momento se lo busca sin cesar para ponerlo tras las rejas pero aún no dan con su escondite.
Abrazo a Isabella primero agradeciendo que a pesar de todo lo que ella misma está atravesando, aún así se está concentrando en ayudar a mi mujer... 
Luego rodeo en mis brazos la cintura delicada de mi hermosa esposa besándola sin dudar de la manera más dulce que puedo,  quedamos ensimismados en el abrazo unos cuantos minutos antes de que se vallan al juzgado. 
Una vez las chicas han partido, voy a la habitación dónde ya trasladaron a Iván.  Me pierdo en mis pensamientos observando por el cristal del ventanal...

Tus ojos Mis Grilletes...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora