capitulo 66

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                        IVAN...

La peor parte de todo este problema fue tener que decirle a mi mujer que el peligro estaba de vuelta, a la vuelta de la esquina.
Su expresión de terror se me grabó a fuego en el alma, lloró durante horas y no pude hacer nada para evitar su más grande temor...
Tratar se calmarla fue un completo suplicio, todas las heridas abiertas nuevamente. Expuestas todas y cada una de ellas...

- Bella... mi amor, no dejaré que te dañe.
Te lo juro preciosa por favor, tienes que tranquilizarte...

Suplique mientras ella lloraba sin cesar, es desesperante en verdad. Y lo peor ni siquiera había llegado.

- Estarás bien amor, no permitiremos que las dañen, ni a ustedes ni a los niños... Te lo juro, no podrán hacernos ningún daño...

La pobre estaba totalmente perdida del terror que se apoderó de ella y dijera lo que dijera nada era suficiente para calmarla y que dejara de llorar...
Para Nahuel no paso desapercibido el terror en la mirada de su pequeña hermana y yo no tenía intención de ocultarle nada de lo que estaba ocurriendo. Además necesitábamos de su ayuda y su experiencia para poner a los niños y Lia a salvo de todo peligro inminente.
Cuándo finalmente Bella se quedo dormida, no sin que fuera necesario que Samuel le inyectara un sedante, salgo de la alcoba.
Mi mente es un torbellino de pensamientos lúgubres. Bajo las escaleras en completo silencio y me encamino a la cocina. Necesito un trago. Esto es más de lo que cualquiera pueda soportar...
No puedo dejar de sentirme responsable de todo esto. Si Bella no hubiera actuado para protejer mi empresa Facundo jamás la habría marcado para vengarse. Porque si de algo estoy seguro es que lo único que quiere ese desgraciado, es vengarse de ella...

- No puedes dormir, eh?

La voz de Nahuel me saca de mis pensamientos...
Lo miro en silencio como se acerca hasta quedar frente a mi. Toma un vaso limpio y lo deposita en la mesada dónde estoy recargado.
Sin pensarlo mucho le sirvo del liquido que ingiero y vuelvo a servir en mi vaso.
Toma el suyo y lo mira detenidamente un par de segundos antes de tomar un trago.

- Lo vas a resolver Iván, sé que no dejarás que ese maldito se salga con la suya.

Mis ojos se clavan en los suyos unos segundos...
De un solo trago ingiero todo el liquido en mi vaso y suspiro.

- Lo siento Nahuel... ella está en peligro una vez más por mi culpa.
- Eso no es cierto. Y no deberías de pensar de esa manera.
- Como no hacerlo? Si desde que se enfrento a Facundo para protejer mi empresa, ha tenido que sufrir una y otra vez...
- Conozco a mi hermana Iván. Lo que ella hizo para que no te siguieran robando, lo hizo porque sabía que era lo correcto. Y perdón... Pero mi hermana no es ninguna tonta, sabía muy bien en lo que se metía y que con eso ganaba un fuerte enemigo.
- Eso no quita el echo de que yo debía protegerla, que tenía que cuidarla.
- Iván no te encierres en ese pensamiento. Tu casi mueres por defenderla de ese tipo... O me vas a decir que esos cinco tiros en tu espalda no fueron por protegerla?
- Como sabes eso?
- En primer lugar, si no quieres que lo sepan, deberías de usar una camiceta que cubra las cicatrices, además soy un Marine...  Me bastaron un par de llamadas para saber bien toda la historia.
- Me investigaste...

Concluí rápidamente...

- Creías que no lo haría? Te casabas con mi hermana, y pese a saber que eras un hombre honesto, cuando dijiste que Isa había sufrido tenía que saber bien de que se trataba. Te pido una disculpa si te molesta que lo haya echo.

Niego inerte dibujando una mueca en un intento de sonreir.

- No me la debes, es lógico que lo hicieras. Yo habría actuado igual.
- No lo dudo. Y tampoco dudo que harás hasta lo imposible por poner a salvo a mi hermana. Así como también lo harán tus amigos con sus mujeres.
- Lo haremos, eso te lo juro. Cualquiera de nosotros daría la  vida por las mujeres que amamos.
- Estoy seguro de eso. Por eso quiero ayudarles... Además se trata de mi hermana, de mi sobrino. Verás... quisiera si están de acuerdo ayudarlos a prepararse.
- Nuestra idea inicial era que tu viajes con los niños Samanta y Lia... para ponerlos fuera del peligro.
- Creo... que mis a cualidades serán más aprovechadas si me quedo con ustedes.
- A que te refieres?

Indague sin lograr entender de lo que hablaba.

- En la Marina adquirí mucho conocimiento en armas y defensa personal, me parece que sería bueno si supieran como actuar en situaciones de cuerpo a cuerpo. Y especialmente que tanto mi hermana como Verónica sepan defenderse, eso puede incluso ayudarlas a tener la confianza en si mismas...
- Crees que sería presiso?
- Por lo que he averiguado esos tres malditos estan más que decididos a dañar de la peor manera, especialmente ese tal Ignacio.
- Ese es el peor de todos los monstruos. Eso te lo firmo...

Dice Cristhian entrando a la cocina, tomando también un vaso.
Le sirvo un trago a el y otro más para Nahuel y para mi.

- Por eso hay que detenerlos. Cristhian tu sabes que una cárcel ya no es seguro. Si escapó una vez lo volverá a hacer... por eso creo que tu mujer y mi hermana tienen que saber como defenderse si la situación lo amerita.
- Habrá que convencer a Verónica de prepararse, porque estoy seguro que no querrá saber nada que tenga que ver con violencia. Mucho menos con armas...

Dice pensativo.

- Eso yo lo puedo hacer, si estas de acuerdo... Claro.
- Es terca Nahuel, pero si quieres intentarlo yo no te detendre.
- Yo me encargo de eso. Tendremos que acondicionar un lugar para entrenar. Y ya solicité a algunos colegas me envien algunas cosas que serán de mucha ayuda para ellas principalmente.

Todo esta dicho, es hora de poner un alto a la oleada de terror de estos tres malditos.
Luego de esa conversación nos vamos todos a intentar dormir un poco.
Antes del amanecer llevamos a los niños, Lia y Samanta al aeropuerto. Samuel tuvo que contratar un jet privado, ya que utilizar el mío podría alertarles y por nada del mundo nos arriesgariamos. El destino era desconocido para todos a excepción de Cristhian, Nathaniel y yo. No es que no confiaramos en Samuel, Lia, Samanta, Verónica o Bella. Pero no arriesgariamos por nada la seguridad de ellos. A nosotros podrían matarnos que jamás revelariamos el paradero.
Lo bueno de poseer las fortunas que nosotros poseemos es que es muy fácil ponerlos a salvo sin dejar rastro de papel.
No utilizarían ninguna tarjeta, nada que pudiera revelar su ubicación, dejaron los teléfonos y les dimos unos totalmente protegidos y seguros. Los nuestros seguirían siendo utilizados, pero con la finalidad de no levantar sospechas y dispusimos de unos protegidos que solo serían utilizados para contactar con ellos.
Solo espero que todo esto de resultado...

Tus ojos Mis Grilletes...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora