Capitulo 53

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- Te puedo ayudar con eso?

La voz de Cristhian alertó a Isabella que ya no estaba sola en la cocina.
Volteó para encontrar la mirada serena de Cristhian con el cuerpo recostado en el marco de la puerta.
Sonrió algo contrariada y respondió

- Claro...

Cristhian se acercó riendo a la isla de la cocina dónde Isabella ya había dejado varios de los ingredientes que usaría.

- Cual es el menú?
- Pensaba hacer unos emparedados, no quiero demorar demasiado y que Verónica se sienta mal...

Explicó Isa mientras entregaba a Cristhian un cuchillo para que cortará algunos tomates frescos.

- Eres muy amable Isa, gracias...
- No agradezcas Cristhian, es lo menos que puedo hacer. Ella siempre fue muy atenta conmigo.

Cristhian sonrió sabiendo que lo que Isabella decía era correcto, su mujer siempre era así .

- Y Cuéntame... tu como has estado todo este tiempo? Que has echo?
- No mucho en realidad... traté de dejar todo atrás, lo que nunca imaginé es que Iván me encontraría aquí en Suiza y menos aún que me siguiera amando después de todo el daño que le he causado...
- El te ama Isa, eso jamás cambió y nunca dejo de pensarte. Créeme lo se bien.
- Pero no lo merezco Cristhian. Le cause mucho daño, por mi culpa perdió el estar cerca de su hijo... Y si soy honesta tengo terror de lastimarlo o que se arrepienta de volver a mi lado.
- Isa... Iván siempre te ha amado, y todo lo ocurrido ni es tu culpa, ni es culpa de el. La vida te lleva por el camino que tienes que seguir. Créeme que te entiendo, Verónica también se sentía como tu de culpable al principio.

Isabella lo observo sin entender de que estaba hablando, Cristhian sonrió al notar su desconcierto y se explicó...

- Verás... Verónica y yo pasamos por momentos muy difíciles, nos conocemos desde muchos años antes que incluso admitir que nos amabamos, ella paso por cosas muy horribles por muchos años. Y cuando le confesé que la amaba y ella me correspondió fue lo mejor de mi vida...
Pero ella tenía miedo, al igual que tu.
- Miedo?
- Si miedo... Verás, ella pensaba no podía tener hijos porque un médico se lo había dicho, y no quería que por estar a su lado yo sacrificara mi deseo de ser padre por estar ella a mi lado. Se fue a Londres y descubrió que estaba embarazada de tres meses después de llegar a Inglaterra. Trato de decírmelo en cuánto lo supo, pero yo estaba tan desquiciado por haberla perdido de esa forma que me involucre con una mujer intentando olvidarla... Ella interceptó las cartas de Vero y me enteré a los cinco meses del embarazo.
- No tenía ni idea Cristhian lo siento...
- No tienes por que, lo que trato de decirte Isabella es que no pienses que tienes deudas pendientes, si Iván te ha dicho que te ama, si no te ha recriminado tu decisión, si el ha aceptado los motivos que tu le hayas dado explicando tu silencio, no lo hagas tu Isabella...
Permítete cerrar ese capítulo, permitete escribir uno nuevo, de la mano del hombre que te ama... claro, eso si tu le amas de igual manera...
- Yo lo amo Cristhian... es el único hombre que he amado, nunca deje de pensarlo, de añorarlo...
- Entonces permitete ser felíz Isa... Disfruta de lo que el te ofrece, un amor sincero, libre de culpas y acusaciones. Perdonate a ti misma y deja las cargas del pasado. Construye un futuro con tu hijo y su padre.

Los ojos de Isabella se cristalizaron al escuchar las palabras de Cristhian...
Cuando todo eso fue hablado era hora del verdadero motivo por el que Cristhian aprovecho a ir a ayudarla, e Isabella no se daría cuenta de las intenciones de esa charla...
Averiguaria lo que le pidió Iván, no era nada malo. Solo le faltaba información para poder hacer el día de su boda uno muy especial para Isabella y nadie mejor que un psicólogo para averiguar lo que haría falta.
Una hora después Cristhian e Isabella regresaron a la sala con los demás, rápidamente Iván miro a Cristhian y en cuanto este le sostuvo la mirada con una sonrisa supo que tenía la información que le haría falta para hacer de Isabella en su día la mujer más feliz del planeta.
Porque para Iván todo lo que pasara ese día sería magnífico siempre que viera en los ojos grises de su mujer la felicidad y nada más reflejado.
Disfrutaron de una charla amena con sus amigos y los niños... bromas, planes... todo resultaba perfecto y cuando llegaran la prometida de Samuel , Nathaniel y Anyelia sería todo mucho mejor.
Organizar una boda es algo difícil, cuánto más en menos de tres días... pero por suerte el tener amigos como los que tenían facilitaría todo y sería perfecto.
Para las diez de la noche los tres niños ya estaban realmente exhaustos por lo que Isa y Vero fueron a acostarlos para descansar, dejando solos a Cristhian Samuel e Iván...

Tus ojos Mis Grilletes...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora