capitulo 52

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Isabella despertó encontrándose sola en la colosal cama de Iván, le buscó con la mirada pero al no encontrarle decidió tomar una ducha rápida y cambiar su atuendo por uno un tanto más delicado...
Sentía esa loca necesidad de verse atractiva para su futuro esposo, no quería por nada de este mundo que Iván pensara que no le importaba verse bonita para el. El era un hombre muy apuesto y estaba segura de que encontraría muchas mujeres que fueran bellas y quisieran  conquistarle, no quería perderle y por lo mismo tenía que cuidar su apariencia para asegurar que su prometido siempre la creyera atractiva.
Se ducho y disfruto por un rato de la sensación que el agua tibia deslizándose por su piel, salió y se vistió de forma tranquila. Un bestido color crema ajustado al pecho, de espalda descubierta, escote en v y sin mangas, con un lazo negro ajustando la cintura y dejando la falda caer de forma suelta hasta un poco más abajo de las rodillas, unos tacones negros...
Se observo en el espejo de cuerpo entero y se maquillo de forma sobria resaltando solo un poco más sus ojos grises, se colocó un poco de perfume en el cuello descubierto y no pudo evitar fijar sus ojos en el colgante que siempre usaba. Recordó con melancolía cuando su padre se lo regaló al cumplir los quince, un año después lo perdio en aquel fatídico accidente.
Miró sus manos y detuvo sus ojos en el anillo que usaba en el dedo anular izquierdo. Sonrió de inmediato recordando las palabras de Iván cundo le pidió que fuera su esposa y se dio cuenta que nada podría hacer jamás que dejara de amar a ese hombre.
Salió unos minutos después colocándose un fino saco color crema sobre el atuendo y fue a despertar a su amado hijo Nicolás, ya casi era hora de que el niño merendara. Le dio una ducha rápida y lo vistió y peino antes de bajar. Era raro que Iván no se apareciera en ningún momento, pero supuso que estaría trabajando un poco. Lo que jamás imaginó fue escuchar risas y voces provenientes de la sala, se encaminó hasta ahí con su hijo de la mano y se paró en seco al ver a los dueños de aquellas risas...
No lo podía creer, su corazón se detuvo al ver esas personas ahí, charlando animadamente con Iván...
Una sensacion de alegría y angustia la invadió de pronto y su corazón bombeo de prisa. Hacía cuatro años no les veía, apenas había mantenido el contacto con Verónica pero desde que se fue de Londres huyendo del dolor y el miedo no les veía...
Pronto Iván sintió su fragancia en el aire y giró la cabeza descubriendola ahí parada como estatua, la miró de pies a cabeza y sintió que su corazón se detenía al ver lo hermosa que se veía en ese sensillo vestido con su pequeño de la mano...
Se puso rápido de pie y llevó las manos a los bolsillos del pantalón sin dejar de admirarla, la notó ansiosa y pudo leer en sus ojos que experimentaba muchas emociones al ver a sus amigos ahí. Sabía que les había tomado un gran cariño al igual que ellos a ella...
Se mantuvo quieto esperando. Todos los precentes voltearon a ver, siguiendo la mirada de Iván que solo se mantenía ahí de pie sonriendo. La primera en reaccionar al ver a quién veía Iván fue Verónica. Se puso rápido de pie y corrió la distancia  hasta llegar a estar frente a Isabella, la abrazo emocionada de verla después de tanto tiempo sin verla.

- Isa!! Que alegría verte al fin...

Bella se sentía algo abrumada pero al sentir el sincero abrazo de Verónica reaccionó y la abrazó igualmente emocionada...

- Verónica... Dios no lo creo!

Murmuro entre lágrimas y sonriendo aún...
Cuando se separaron por fín ya tenía a Cristhian Samuel e Iván parados también listos para saludarla, miró un segundo a Iván y este le regaló una dulce sonrisa.
Cristhian fue el siguiente en rodearla alegre en un abrazo.

- Isa... como estás tanto tiempo?
- Emmm bien Cristhian gracias y tu?
- Muy bien, felíz de saber que tu y este zopenco por fín van a ser felices, sabes lo insoportable que estuvo este tonto todos estos años sin saber de ti?

Bromeó Cristhian haciendo que Iván le lanzará una mirada de muerte.

- Hey... tu hubieras pasado igual si perdieras a tu mujer por cuatro años.
-Eso no lo discuto...
-  Bueno, me dejan saludar a esta jovencita? Tu apartate para que abrace a está lindura...

Interrumpió Samuel riendo mientras le daba un pequeño empujon a Cristhian.
Miró de pies a cabeza a Isabella sonriendo y la abrazó mientras daba un beso en ambas mejillas de la chica que le respondía el abrazo...

- Samuel, que gusto verte!!
- Lo mismo digo preciosa, lástima que sigues ciega y te casaras con este idiota.

Se carcajeo Samuel y se apartó solo uno pasos, Iván le lanzó una mirada de muerte mientras rodeaba en su brazo la cintura de Isabella y besaba su cuello llenando sus pulmones y todo su ser de la fragancia que le enloquecia de su mujer.
Verónica bajo la mirada hasta el pequeño que estaba de pie mirando a todos los adultos y que no soltaba la falda de su madre...
Sintió su pecho comprimido de emoción y miró un momento a Cristhian que le devolvía la mirada lleno de dulzura y enternecido por la expresión emocionada de su mujer...

- Tu debes de ser Nico...

Dijo arrodillando se frente al niño y sonriendo con una dulzura que solo una mujer podría transmitir. El pequeño la observó unos segundos en silencio y solo afirmó con un movimiento de cabeza aferrando más fuerte la falda de su madre. Isa notó el desconcierto de su hijo y rápido se puso a su altura para presentar a los que ahí se encontraban...

- Mi niño, no tienes que temer... ella es tu madrina Verónica.

Explico dándole una caricia y mirando a su amiga...
Los ojos de Verónica se cristalizaron mientras sonreía y el chico le regaló una dulce sonrisa.

- Puedo darte un beso?

Preguntó Verónica a su ahijado, sabía de ante mano que no tenía que presionar al pequeño. Los niños son especiales y lo primero que tienes que hacer es brindarles el espacio suficiente para que confíen en ti.
Nico no dudó y abrazó fuerte a su madrina riendo, lo que causó que Verónica también riera y lo abrazara poniéndose de pie con el niño en brazos.
Cristhian noto rápido el mareo de su mujer y vio como trastavillaba y sujetaba un poco más firme al niño. No lo dudó un segundo, en un pestañear estaba pegándole a su cuerpo y sujetandola con firmeza de la cintura para evitar la posible caída.

- Cariño tienes que sentarte un momento...

Dijo notando la palidez en el rostro de su esposa.

- Estoy bien Cris... Solo me falta comer algo. No te preocupes, en mi bolso tengo algo de chocolate.

Rápido Iván e Isabella recordaron la salud de Verónica  y los cuidados que debía tener. Seguro hacía horas que no probaba bocado, por eso el evidente mareo. Cruzaron miradas y rápido leyeron los pensamientos del otro.

- Preparare algo de comer.

Dijo rápido Isabella e Iván no pudo evitar reír satisfecho.

- Pasemos a ponernos comodos...

Sugirió Iván indicando el camino.
Isabella saludó a los hijos de Cristhian y Verónica antes de encaminarse a la cocina.
Unos emparedaros para todos sera la opción más rápida y seguro todos estaban de acuerdo en no demorar con cocinar, Verónica tenía que ingerir algún alimento pronto, antes de que su salud claudicara.
Estaba sacando los ingredientes de el refrigerador cuando una voz hizo que notara la presencia de alguien más en la cocina...

- Te puedo ayudar con eso?

Tus ojos Mis Grilletes...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora