capitulo 50

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          PROMESA DE AMOR...

Regresó pasadas las onse de la mañana a su casa...
En la clínica confirmaron sus sospechas de haber fracturado tres de sus nudillos en su mano derecha y le tuvieron que poner un yeso en la mano que tendría que soportar al menos tres semanas. Isabella se molestaría estaba seguro.
Nego con la cabeza y se dirigió a la sala donde sabía se encontraba ella y su hijo. Al llegar se recargo en la puerta y observó el lugar llevando las manos a sus bolsillos...
Sus ojos estaban fijos en aquella chica de a penas veintiséis años que muy pronto celebraría su cumpleaños...
El largo y rojizo pelo caía suelto sobre su hombro y sonreía jugando en el suelo con aquel pequeño... No pudo evitar sonreír solo con verlos, ellos eran su mundo entero y no podía evitar sentir su pecho hincharse de orgullo.
Carraspeo su garganta sin apartar la mirada y canto de inmediato la atención de Isabella y hijo. La chica al verlo ahí parado en esa pose tan natural y relajada no pudo evitar sentirse atrapada en el amor que por el sentía, se observaron unos cuántos minutos hasta que la voz del pequeño llamó la atención de ambos.

- Papi papi!!

Exclamó el niño corriendo hasta el estirando sus manitas para que Iván lo levantara en sus brazos. Sonrió orgulloso al ver ese gesto del niño y no dudo en tomarlo en  brazos y rodearlo en un dulce abrazo besando su frente.

- Mi niño!

Dijo alegre antes de volver a besarle y clavar sus ojos en la mirada de Isabella que estaba de pié estática en medio de la sala y observaba seria su mano enyesada, pudo leer el dolor y el temor en su rostro al ver el yeso. Cargo sus pulmones de aire y se acercó sereno hasta quedar frente a su mujer que no apartaba la mirada de aquel bendito yeso...

- No es nada Bella...

Dijo intentando que su expresión de angustia cambiara.
Isa no levanto la vista, solo cerró con fuerza sus ojos negando y dejando salir las primeras lágrimas que sentía por ver el daño en la mano de aquel hombre al que tanto amaba.
Trato de hacer que levantara el rostro llevando su otra mano y colocando el dedo en la barbilla de Isabella pero está de inmediato se apartó llorando y murmuró antes de subir corriendo las escaleras...

- Lo siento...

Dijo dejando solo a Iván con el niño en sus brazos. Subió de prisa encerrandoce en el baño de la alcoba de Iván y dejándose caer de rodillas en el suelo llorando...
Un día... solo un día y por su culpa Iván estaba una vez más herido. No lo soportaba, no soportaba la culpa que sentía por saberlo herido...
Iván dejo con la nana a su hijo y subió las escaleras encaminandoce a la alcoba, escucho a Isa llorar encerrada en el baño y siguió el camino hasta la puerta abriendo sin siquiera golpear...
La encontró ahí de rodillas, escondiendo su rostro con sus manos, temblando a causa del llanto que no lograba apasiguar por la culpa que sentía. Se acercó hasta ella y sujetó con sus manos los  brazos haciéndola poner de pie. La observó con calma y levanto su rostro para ver sus grices ojos detrás de esas malditas lágrimas...

- Odio verte llorar Bella...

Susurro con su corazón echo  puño.

- Es que...  Lo siento Iván, yo no... no soporto saberte herido por mi culpa otra vez...

Solloso intentando apartar la mirada...

- Bella... Escucha por favor, no es tu culpa. Mi mano herida... no es tu culpa. Lo que pasó en la estancia, no es tu culpa...
- Lo es Iván...
- No lo es. Escuchame preciosa... nada fue o es tu culpa. Yo te amo Bella... y no permitiré que nadie jamás te haga algún daño de nuevo, ni a ti ni a nuestro hijo.

Una vez que ella volvió a mirarlo a los ojos no soportó más ver sus ojos llenos de lágrimas y la rodeó rápido de la cintura besandola de forma arrebatada. Isa gimio al sentir sus labios sobre los suyos y las manos de Iván tomando su cintura con firmeza. Respondió sus besos aún consternada por todo. Pero rindiendose rápidamente ante el sabor y el aroma exquisito de los besos de el hombre que amaba... 
Al sentirla rendirse en sus brazos no dudo en levantarla para que enrredara las piernas en su cintura...
Claro que Bella lo hizo ya sin poder tomar conciencia y perdida ya de deseo por los besos firmes de Iván...
Caminó con ella así saliendo del baño y se encamino hasta la cama depositando a la  chica sobre la superficie, la observo en detalle unos minutos notando por fín el atuendo que traía...
Una blusa color vino tinto muy ajustada al cuerpo de cuello alto, sin mangas, un fino saco negro y largo hasta las rodillas, una falda ajustada en las caderas que caía en picos de gasa sobre las rodillas, unos tacones altos que le daba un aspecto sublime.
Paso saliva de inmediato y la volvió a mirar de pies a cabeza antes de acercar de nuevo sus labios de forma carnal...
La sintió temblar ante su mano que acariciaba sus senos aún sobre la tela y más se descontrolo...
Bajó hasta el cuello de su mujer y lo besó de forma ardiente mientras ella le acariciaba la espalda y quitaba de la faja del pantalón la camisa.

Tus ojos Mis Grilletes...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora