"Un nuevo día"
Estaba arreglando mis maletas, Harry y yo nos íbamos de viaje por algunos meses para alejarnos de toda mala vibra que podría estar con nosotros en esos momentos. Íbamos a Hawai, esa hermosa isla del amor y pasión unidas. Harry entró a la habitación de mi apartamento con una sonrisa en su rostro, me abrazó por la cintura y me dio un leve beso en el cuello, causándome escalofríos.
-¿Estás lista? -preguntó, yo asentí.
-¿Nos vamos ya? -pregunté.
-Sí, ya nos vamos. Son las 3:00 de la tarde, el vuelo sale en hora y media amor, vamos -dijo y agarró mis maletas, salimos del edificio y nos subimos a su auto.
Él arrancó y condujo hasta el aeropuerto, nos bajamos del auto y lo dejamos allí para que el señor Hill llegara y lo llevara al hogar de Harry. El señor Hill es el mayordomo de Harry, son grandes amigos. Esperamos a que fueran las 4:30.
-¿Estás emocionada? -preguntó cuando nos sentamos.
-No sabes cuánto -dije mirándolo.
-Estás vacaciones serán para darnos un total respiro de todo, alejarnos de la realidad y visitar a la fantasía.
-Me encanta como te expresas -dije encantada.
-Me encanta como dices que te encanta cómo me expreso -dijo confundiéndome, sonreí y él me besó en los labios.
-Te amo, Harry. -dije mirándolo a los ojos.
-Y yo te amo mucho más, Richelle -me dijo.
Escuchamos la voz decir "El vuelo 350 está apunto de despegar", nos levantamos de nuestros lugares y entrelazamos nuestros dedos, caminamos hacia el avión y entramos. Nos sentamos los dos juntos con las manos aún unidas, empezamos a conversar sobre lo primero que haríamos al llegar a Hawai. Él me dijo que iría a un gimnasio, me pidió que fuera con él así que acepté. Miré por la ventana y se veía el mar...el hermoso mar. Cerré mis ojos lentamente para quedarme completamente dormida.
Escuché la fina voz de la azafata pidiéndonos a todos los que dormíamos despertar, y a los despiertos que se amarraran los cinturones. Todos nos amarramos los cinturones y sentimos cómo el avión tocó suelo, haciendo un movimiento muy rústico, le sonreí a Harry quién me sonrió de vuelta. Nos bajamos del avión aún con las manos entrelazadas, pude ver cómo la azafata miró a Harry, muy coqueta por cierto. Le entregó un papel en frente mío, la fulminé con la mirada mientras ella desaparecía. Harry me miraba gracioso al ver mi rostro de sorpresa y odio, abrió el papel, era definitivamente su número celular. Él lo metió en su bolsillo de atrás y agarró mi brazo nuevamente.
-¿Acaso lo guardarás? -pregunté mirándolo entrecerrando los ojos.
-¿Qué cosa amor? -preguntó incrédulo.
-Lo que te dio esa hija de su madre. -dije.
-¿Qué crees que es? -preguntó.
-Su número telefónico, obviamente. -dije.
-Pues te has equivocado, es un papel con su nombre. -dijo enseñándomelo, lo agarré con mis dos manos y lo arrugué completamente para después botarlo en frente de sus ojos.
-Dijiste que estabas solo para mí ¿o mentías? No quiero verte aceptar nada más de ninguna mujer, ¿entiendes Styles? -dije.
-¿Estás celosa? Amor, solo me dio su nombre.
-¡Y lo aceptaste Harry, en frente de mis hermosos ojos!
-Amor, tranquila. Lo acepté porque sería de mala educación botarla en frente de ella, sabes que no me gusta hacer sentir mal a las mujeres.
-¿Y por qué no lo botaste en cuánto se fue? -pregunté.
-Por que aún sigue allí, observándonos respectivamente -dijo disimulando, pero yo giré mi cabeza y la vi viéndonos.
-Perdóname, amor. -dije avergonzada.
-No te preocupes, no permitiré que una mujer como ella nos arruine las vacaciones. Ahora, ¿estás lista para ir al hotel? -preguntó, yo sonreí y asentí.
Me agarró de la mano nuevamente y alquiló un auto. Se dirigió a uno de los hoteles más hermosos, grandes y famosos de todo Hawai. Entramos y todo era al aire libre, tenía fuentes de agua clara. Fuimos a la recepción, y cómo vimos que había mucha gente formando fila decidimos sentarnos y esperar. Cuándo la fila se vació nos levantamos y fuimos hacia allá.
-Buenas tardes, bienvenidos a Agua Clara, ¿qué desean? -preguntó la mujer.
-Una habitación, para dos, por favor -dijo Harry mirándome.
-¿Presidencial? -preguntó la señora.
-¿Cuál es la diferencia a las demás? -pregunté sin saber nada.
-Pues, la preferencial es más romántica, más espaciosa y más hermosa, no quiere decir que las demás no lo sean, pero eso sí, es la más costosa.
-¿Cuánto por noche? -preguntó Harry, serio.
-500 por noche. -dijo, abrí los ojos.
-¿500 por persona o los dos? -preguntó.
-Los dos señor. -dijo la joven.
-Está bien -dijo Harry, lo miré- Una habitación preferencial.
-Harry -susurré- Es muy costoso -dije aún susurrando.
-Es para nosotros dos, más para ti, vale la pena gastar 500 dólares por cada noche que pasemos. -dijo abrazándome- No te preocupes amor.
-Tome, ahora tiene todo para usted. ¿Conoce el lugar? -preguntó, ambos negamos con la cabeza -Bueno, buscaré a un guía el cuál les mostrará el lugar entero, un momento...
La señorita desapareció y unos minutos después trajo al supuesto "guía", él sonrió y nos saludó de mano.