-¿Qué estás haciendo? –pregunté con una sonrisa de oreja a oreja al verlo con el delantal y el gorro, bailando al ritmo de Beyoncé con "Love on top".
-Solo...solo preparaba tu postre. –dijo, quitándose el gorro y el delantal, bajando el volumen de la música.
-You're the one i love, you're the one I need. –dije cantando, burlándome de lo que acababa de ver, un Harry bailarin.
-No te burles. –dijo con las mejillas ardiendo- ¿Cómo estuvo tu sueño? Dormiste horas.
-Gracias por no despertarme.
-Sé cómo te pones cuando joden tu sueño, prefería ahorrarme todos los gritos. –dijo, yo sonreí.
-¿Qué hiciste durante mi tiempo de sueño?
-No mucho, vi televisión y hablé con los chicos.
-¡Qué bien! ¿Cómo están? –pregunté.
-Al parecer excelente. Eleanor y Louis están en Egipto.
-Esos dos son unos loquillos. –dije sonriendo.
-Sí, lo sé. –dijo él- Ya casi termino tu postre amor, ¿me harás el mío? –preguntó, yo lo miré con mucha pereza- Mañana... -dijo, sonriendo.
-Estaré recostada en el sofá, mientras veo "un bebé por minuto" –dije.
-¡No veas eso! ¿Te gusta ver mujeres diciendo "Auch, auch, no, espera, auch"? –preguntó, fingiendo el sonido.
-Es muy lindo ese programa, ven a verlo conmigo, ¿si?
-Está bien, déjame terminar de hacerte el postre. –dijo, luego terminó- Listo, vamos.
Él se sentó en el sofá y yo me recosté sobre sus piernas. Empezamos a ver el programa, yo lo miraba sonriente, mientras que él lo miraba con una sonrisa en su rostro, pero al mismo tiempo con un rostro de disgusto.
-¿Así estaremos cuando estés a punto de dar a luz, algún día? –preguntó.
-¿Cómo así? –pregunté.
-Tú golpeándome, disculpándote, pero después golpeándome nuevamente.
-No lo sé, tal vez. –dije, él me dio un beso en las mejillas y después sonrió.
Cuando terminamos de ver el programa, Harry se levantó del sofá y fue a buscar el postre. Me lo trajo en un plato, tenía una rosa en él. Qué romántico. Empecé a comerlo muy a gusto, en realidad era la cosa más deliciosa que en mi vida había probado.
-Iré a dormir, amor. –dijo Harry, levantándose del sofá.
-Yo me quedaré viendo la televisión un rato más, luego voy contigo.
-Está bien, te amo. –dijo, me dio un beso en los labios y luego se fue.
Cuando terminé de comer el postre de Harry miré al reloj. Eran las 9:45 de la noche, y no tenía ni una pizca de sueño. De repente siento tremendas ganas de vomitar, oh no. Subí las escaleras rápidamente y entré al baño, me puse de rodillas en frente al retrete y expulsé todo, completamente todo. Me miré al espejo, estaba pálida. Me toqué, pero no tenía fiebre. Entré al cuarto en dónde ya Harry estaba dormido y me puse mi pijama. Me acosté en la cama y traté de conciliar el sueño, pero no pude. Volví a sentir las inmensas ganas de vomitar, volví al baño y vomité todo lo que pude.
-¿Amor, pasa algo? –preguntó Harry tocando la puerta del baño.
-No pasa nada bebé, no te preocupes. –dije.
-¿Estás vomitando, amor? ¿Te hizo mal el postre?
-No mi amor, estaba delicioso. Solo es un poco de mareo.
-Estaré aquí, amor.
Cuando terminé de vomitar volvimos a la cama, me acosté de nuevo y cerré los ojos. Esta vez sí me dormí.