Ya era de noche, este era el cuarto día de estar en este hotel llamado Agua Clara y se podría decir que me había enamorado instantáneamente del lugar desde el primer momento en el que toqué piso. Habíamos quedado en comer esta noche con Alex y Florencia, quería que fuera una noche para nosotros dos, pero él no se quiere separar nunca de Alex. Ya era de noche así que me fui cambiando, me puse una blusa negra con unos pendientes negros largos, una cola de caballo suficientemente alta y un poco de polvo en los ojos, un pantalón largo azul puro pegado y unos tacones negros altos, Harry me miró de arriba hacia abajo, admirando lo que el solía llamar "belleza", él se puso una camisa blanca y una corbata negra, sobre esta un saco negro y sus pantalones negros ajustados y sus zapatos negros, esta vez se arregló un poco el cabello, no tanto pero lo hizo. Me puse el perfume favorito de Harry: "Aliens", me miró sonriendo y lo miré de la misma forma, ambos bajamos hacia el restaurante más elegante de el hotel, ya que habían de diferentes tipos, al entrar habían pocas personas, no estaba tan vacío ni tan lleno. Nos sentamos en una mesa de cuatro y minutos después vimos cómo Alex y Florencia llegaban muy bien arreglados, sonreímos los dos al mismo tiempo esperando a que llegaran a la mesa.
-Luces preciosa Rich -dijo Florencia, dándome un beso en la mejilla.
-Gracias Florencia, tengo que decir lo mismo de ti, estás hermosa. -dije.
-Y tú te ves muy guapo, Harry. -dijo Alex.
-Definitivamente tú también, querido Alex. -dijo Harry, Florencia y yo sonreímos.
-Entonces, ¿qué comeremos esta noche? -preguntó Alex.
-No lo sé amor, debemos esperar a que nos traigan los menús. -dijo Florencia.
-Entonces que nos traigan los menús -dijo Alex, yo sonreí ante su impaciencia.
Nos trajeron cuatro libros largos pero no muy anchos los cuáles eran los menús, el mesero se fue y nos dejó discutir nuestra elección de cena para esta noche.
-¿Espagueti? -preguntó Florencia.
-Anoche comimos eso, amor. -dijo Alex.
-¿Langosta? -pregunté- Con papas a la crema. -dije.
-Excelente, ya se me hizo agua a la boca. -dijo Harry.
-¡Langosta y papas a la crema se ha dicho señoras y señores! -dijo Alex.
Le pedimos al mesero nuestra decisión, él aceptó sin quejar y se fue, dejándonos solos. Entablamos una conversación bastante larga e interesante, Harry y Alex nos hablaban sobre las travesuras que hacían en el colegio, mientras que Florencia y yo los mirábamos sin creerle palabra alguna.
-¿Por qué tengo la pequeña impresión de que no nos creen nada? -preguntó Harry.
-¿Perdón? Creo el 99% de lo que dices amor. -dije sonriendo.
-¿Acaso no crees que fui todo un bándalo en el colegio con Alex? -preguntó Harry.
-¡Por favor mi amor, sé que no lo fuiste! -dije.
-Créanos ¿si? -dijo Alex.
-(Florencia y yo nos miramos) Está bien, les creeremos -dijimos las dos al unísono.
-Gracias -dijeron ellos.
Después de unos minutos más la comida llegó con todo, los cuatro nos pusimos a comer muy felices y dispuestos mientras comentábamos sobre cualquier tema en especial.
Al terminar de comer nos quedamos un rato más sentados en la mesa, después de eso salimos. Florencia y Alex se fueron a su habitación ya que estaban "cansados" mientras que Harry y yo nos quedamos en la playa un rato, eran las 7:00 de la noche y la vista era hermosa. Los dos nos sentamos en la arena mientras yo me quitaba los tacos y metía mis pies dentro de la arena. Era tranquilizador la sensación de tus pies siendo "besado" por millones de granos de arena, era hermoso.