Miré a Harry por unos minutos. Temía que algo así nos sucediera a los dos, y por más ridículo que sonara, jamás quisiese que Harry se suicidara por mi culpa. Cogí una fresa y la metí a mi boca, me recosté en el césped y miré al cielo que estaba completamente azul celeste, era maravilloso.
-¿Por qué callaste? –preguntó, recostándose alado mío.
-Ya estaba callada, Harry. –dije sonriendo.
-¿En qué pensabas? –preguntó.
-En los chicos. Louis, Zayn, Niall y Liam. ¿Dónde están Harry?
-¿Ellos? –sonrió de lado- Haciendo su vida. Desde que nos separamos no mantenemos una buena comunicación que digamos.
-Me duele siempre cuando dices "nos separamos" –dije con el usual tono de tristeza.
-Amor, lo sabes, seguimos siendo buenos amigos pero, cada uno tomó una diferente dirección conciente de ello. Si quieres los llamo para volver a vernos, además, recuerda que ellos son los caballeros de honor o algo así.
-¿Habrá caballeros de honor en mi boda? No vi una boda con eso jamás. –dije sonriendo de oreja a oreja.
-Nosotros somos originales mi amor. Me gusta que sonrías de oreja a oreja, me encanta.
-Sonrío de oreja a oreja porque se volverán a ver después de meses y meses de no verse. –dije y lo besé en los labios- Quiero ir al hospital. –dije, ya que me empecé a sentir mareada.
-¿Te sientes mal amor? –preguntó, en sus ojos veía preocupación.
-Siento inmensas ganas de vomitar, por favor. Vamos.
Los dos recogimos lo más rápido posible los alimentos. Mierda. ¿Qué me está pasando? Siento que me caeré en cualquier momento.
Él y yo nos subimos al auto y él arrancó rápidamente para ir a el hospital más cercano. Al llegar fuimos a sala de emergencias. Harry gritaba una y otra vez que esto era una urgencia, muchas enfermeras se me acercaron y me pusieron en una camilla. ¿Tan grave estaba?