-El platillo de iniciación. He decidido y espero que estén de acuerdo, en empezar con un platillo sencillo: ensalada brasileña. Tiene hongos y mini mazorcas. -dijo, poniéndonos dos platos al frente de nosotros.
Esto era la gloria. Tenía un sabor único y lleno de misterio. ¿Cómo podría sentirme en el cielo con un sólo bocado?
Cuando Harry y yo acabamos con el primer plato asentimos complacidos, éste sería el primer plato.
-Para mí parecer el segundo plato debe tener muchas cosas combinadas. He optado por pechuga de pollo envuelta en tocino y también papas a la crema. -dijo, poniéndonos dos platos nuevamente.
¡Santos Dios! ¡Bendita sea tu nombre! Esto es perfecto. Las papas están exquisitas y ni hablar de la pechuga de pollo envuelta en tocino, ¡excelente!
-Sé que se estarán preguntando: ¿cuántos platos tienes Paulo? Pues tengo 5 platos en mente y 2 de postres. Como les dije, quiero que se sientan de acuerdo y a gusto con mis decisiones.
El tercer plato será algo más pesado, ¿si? He optado nuevamente por...
Paulo siguió hablándonos de más y más comidas. Negamos algunas y otras las aceptamos. Pudimos ver el rostro de total satisfacción de Paulo. Cuando terminamos de escoger la comida salimos del lugar. Yo estaba más que complacida y un gran peso se me había quitado de encima.
Harry y yo nos fuimos a nuestra casa más tranquilos. Vyedma y Zylam nos dijeron que mañana nos mostrarían los arreglos de mesas. Cuando él y yo llegamos a la casa me senté de una vez en el sofá, sí que fue un día muy pero muy cansado.
-¿Quieres algo para comer? -preguntó Harry, negué con la cabeza y le sonreí dulcemente- Está bien.
-¿Me llevas a la habitación? -pregunté.
-Amor, sabes que pesas más de lo que pesabas antes. -dijo, observando con mucho amor mi barriga de 2 meses.
-Por favor. -dije.
-Está bien. Pero si me quiebro la columna vertebral te culparé. -dijo.
Me tomó entre sus brazos y subió las escaleras a paso lento y cuidadoso, temiendo de tropezar. Al llegar a nuestra habitación me recostó sobre la cama y me observó allí por unos minutos.
-Iré a traerte un chocolate caliente. -dijo, yo sólo sonreí.
-¿Cómo sabes que quiero chocolate caliente? -pregunté.
-Tu mirada me lo dijo. -dijo, yo le sonreí.
Él bajó a buscarme mi chocolate caliente. Mientras estaba allí arriba recibí un mensaje. ¿Quién sería a estas horas de la noche? Ya iban a ser las 9:00.
Miré mi teléfono y era un mensaje de, ¿John? Oh, por Dios.
El mensaje decía:
"Hola, Elle. Me han dicho que estás embarazada, y en verdad me alegro por ti. Aún no puedo creer que no hayas sido tú la que me avisase y me tuviese que avisar por otra persona, me duele admitirlo pero siento que ya nada es cómo antes. ¿Cómo vas con Harry? También me he enterado de que se van a casar. ¿Por qué no me llamaste o avisaste sobre todo esto? ¿Por qué tengo que enterarme yo por otra persona? Espero que no se haya acabado nuestra amistad. Te extraño, Elle. Adiós".
¿Qué le sucede a John? Sentí un poco de inmadurez en aquel mensaje. Tiré mi teléfono muy enojada a la cama y entrelacé mis brazos. ¿Se enteró por otra persona? ¿Por quién?
Harry llegó con mi chocolate caliente en sus manos, tenía un rostro de dolor y no evité sonreír. Después recordé el mensaje y la sonrisa se desapareció de mi rostro instantáneamente.
-¿Sucede algo? -preguntó, poniendo el chocolate caliente en la mesita de noche.
-John, eso es lo que sucede. -dije.
-¿John? ¿El que se suponía que era tu amigo? ¿Qué ha pasado con él?
-Me ha mandado un mensaje. -dije, entregándole mi teléfono y permitiéndole que leyera.
-¿Y? -preguntó, mirándome- No es más que un mensaje que muestra sus celos e inmadurez.
-Eso es el problema, ¿qué le sucede? Él no me hablaba a mí, estaba perdido y en su mundo y de repente se le da la gana de reclamarme algo que él tenía que pedir.
-Tranquila amor, el estrés le hace daño al bebé.
-Está bien...
