-¿Qué te ha dejado con la intriga? –preguntó mi madre.
-Bueno, no es nada sobre natural. Lo que me ha dejado con la intriga y preocupación es quién será el diseñador de bodas. –dijo, sentimos un gran alivio.
-Tienes razón, eso nos ha dejado a todos con la preocupación encima. –dijo Anne.
-Pues, yo tengo un amigo que conoce a un chico que es el amigo de un chico que es el primo de un gran diseñador de bodas, uno de los mejores en Europa. –dijo Christian.
-¿Quién es? ¿Luca Morfe? –preguntó Harry, él negó- ¿Lya Wolfie? –preguntó, negó nuevamente.
-Vyedma Holperham. –dijo Christian.
-He escuchado hablar de ella, sí es buena. –dijo mi madre.
-Ella y su hermano Zylam Holperham, son los mejores diseñadores de Europa. –dijo Melanie.
-No sabía que los conocías. –dijo Christian.
-Investigué sobre ellos. –dijo Melanie guiñándole el ojo.
-¿Enserio son tan buenos? –pregunté.
-No sabes cuánto, saben todo sobre las bodas. Les das un punto de vista y te dan exactamente el mismo, con mejoras. –dijo Christian.
-¿Confías en nosotros, hermanita? –preguntó Melanie.
-Está bien. –dije.
-¿A quiénes les han hecho las bodas? –preguntó mi madre, Anne asintió.
-Sólo sé que a Angelina Jolie y a Brat Pitt. –dijo Christian.
-¿A Angelina y a Brat? –preguntó Harry- Wow.
-¿Entonces...eso es un si? –preguntó Melanie.
-Sí. –dijimos Harry y yo al unísono.
Todos nos quedamos hablando un rato más sobre la boda, para después esperar a que mi madre y Anne nos trajeran el riquísimo postre. Era chocolate, de esos que me volvían totalmente loca. Lo comí con gusto, sin dejar migaja. Gemma me pidió a mí y a Melanie que la acompañáramos a el cuarto de huéspedes, las dos aceptamos y la seguimos.
-Primero que todo, Melanie luces hermosa ¿lo sabías?
–preguntó- Felicitaciones por los 5 meses de embarazo –dijo abrazándola.
-Muchas gracias, te lo agradezco. –dijo recibiendo el vestido.
-¿Qué sucede, Gemma? –pregunté.
-Sebastián me propuso matrimonio. –dijo Gemma sonriendo, yo solo solté un gritito y la abracé, lo mismo hizo Melanie.
-¡Felicidades, Gemma! ¡Te casarás! –dijo Melanie.
-Y eso no es todo, chicas. –la miramos atenta- Creo y tengo las pequeñas sospechas de que estoy...embarazada.
-¿Qué? –pregunté, Melanie me miró mientras yo me quedaba boquiabierta.
-Lo creo, aún no estoy segura y en realidad no tengo las tetas para hacerme la prueba de embarazo. –dijo.
-¿Cómo no te la harás, Gemma? Debes. –dijo Melanie.
-Sí, debes. –dije aún sin creerlo.
Escuchamos tres golpes sobre la puerta, nos exaltamos para después ir a abrir, era mi madre.
-¿Están bien chicas? –preguntó mi mamá.
-Sí, madre. Estábamos apunto de bajar. –dijo Melanie.
-Vengan que alguien ha llegado. –dijo, las cuatro bajamos.
Vimos a Sebastián, el novio de Gemma parado debajo de las escaleras. Ella sonrió pegando un grito y fue a abrazarlo.
-¿Qué haces aquí, Sebastián? Pensé que estarías en Italia. –preguntó Gemma.
-Quise cancelar la reunión, ya no me quiero alejar de ti, Gemma. –dijo dándole un beso en los labios- Te amo. –dijo.
-Yo te amo más. –dijo.
-¡Qué amor! –gritamos mi hermana y yo.
-Hola Richelle; hola Melanie. –dijo Sebastián dándonos un abrazo y beso.
-¿Cómo has estado Sebastián? No te veo desde hace meses. –dije.
-Perdónenme, es que estaba muy ocupado. –dijo.
-Y ya sé porqué. –dijo Melanie, él la miró con la ceja alzada, ella sonrió.
-¡Sebastián, hermano, cuñado, individuo, compa, amigo! –dijo Harry dándole un abrazo de "hombres".
-¿Cómo estás, Harry? Tiempo, ¿no? –dijo él- Lo mismo digo contigo Christian, ¿cuándo jugaremos barajas de nuevo? Quiero venganza en la jugada, la vez pasada me ganaste viejo.
-Si quieres jugar de nuevo prepárate para perder de nuevo. –dijo Christian sonriendo.