-Soy Jake y hoy seré su guía. -dijo sonriente.
-Mucho gusto -dijimos Harry y yo al mismo tiempo.
-Bueno, acompáñenme, gracias Mar -dijo despidiéndose de la recepcionista que le sonrió amablemente.
Nos dio un par de vueltas por el lugar entero diciéndonos y mostrándonos cuáles eran las instalaciones más usadas como el gimnasio, la piscina y sobre todo el spa. Luego nos mostró el área de las habitaciones que se encontraba un poco más lejos del área, nos abrió la puerta para después desaparecer diciendo que ese había sido todo su trabajo, le agradecimos. Admiré la habitación por muchos minutos, era totalmente hermosa y espaciosa, era cierto, 500 dólares por noche valía la pena.
-¿A poco no es hermosa? -preguntó Harry.
-Sí que lo es, amor. -dije sonriendo- Ayúdame a desempacar.
-¿Qué? ¿Desempacar? -preguntó bufando- Estoy cansado.
-Harry... -lo miré- Desempaquemos para después salir por el lugar.
-Amor... -bufó nuevamente, lo miré seria- Está bien.
Cuándo terminamos de desempacar todo nos acostamos en la cama, esta vez ya completamente cansados. Miré a Harry sonriente, él tenía los ojos cerrados, estaba muy cansado, sentí un poco de culpa pero después todo desapareció al escuchar cómo alguien tocaba la puerta. Me levanté de la cama y fui a atender, me encontré con los trabajadores, los cuáles traían algunos vinos y un poco de alimentos con un letrero que decía "Bienvenidos"
-Espero que amen el lugar, les damos la bienvenida -dijo uno para después irse, miré a Harry quién aún tenía los ojos cerrados.
No tenía intenciones de despertarlo, iba a ser una maldad. Tomé una copa y la serví con vino blanco. Tomé más de 5 copas y se podría decir que estaba pasada de esas. Me acosté en la cama y cerré los ojos, Harry ya estaba despertando.
-¿Amor? ¿Estás bien? -preguntó mirándome allí, miró las copas vacías- ¿Tomaste? -preguntó.
-Sí -asentí- Más de 4 copas. -sonreí.
-Y no me dejaste nada. -dijo tomando una botella- Pero, sí me dejaste este extraño alimento -dijo.
-Es plátano dulce, no me gusta. -dije, él lo mordió para después vomitarlo.
-Sabe espantoso. -dijo.
-Lo sé. -acepté.
A la mañana siguiente.
Tenía pensando en ir al spa a sacar toda mala vibra que repito, posiblemente tendría. Harry dijo que estaría en el gimnasio y que después iría al spa para quitarse el cansancio de encima. Al llegar al spa me quedé fascinada con todo, lo que era realmente un spa, tenía velas, algas, rocas calientes y más. Me pidieron que me recostara boca abajo, me pusieron una sábana blanca cubriendo mi cuerpo de los senos a un poco más abajo del trasero y empezaron a hacerme el masaje más delicioso del mundo. Había una mujer a lado mío que sentía exactamente lo que yo sentía, ambas estábamos gimiendo por aquella sensación, lo estaban haciendo muy bien.
-Soy Richelle -dije hablando con la mujer.
-Soy Florencia, mucho gusto -dijo la muchacha.
-¿Desde cuándo estás aquí? -pregunté.
-Acabo de llegar con mi novio, estamos comprometidos -dijo enseñándome su anillo.
-Yo también acabo de llegar con mi novio, ¡también estamos comprometidos! -le enseñé mi anillo, ella dio un grito para después sonreír.
-¿Qué edad tienes? -preguntó- Creo que tienes la misma que yo, 18. -dijo.
-Exactamente, tengo 18 años. -dije sonriendo- Y esto es la gloria. ¿Cómo se llama tu prometido? -pregunté.
-Alex Henderson, ¿y el tuyo? -preguntó.
-Harry Styles. -dije orgullosa.
-¿El de la banda? ¡Qué suerte! -dijo sonriendo, yo asentí- ¿Dónde irás después de esto? -preguntó.
-Te juro que no tengo intenciones de irme de aquí, un poco más abajo...ahí...sí...sí...sí -gemí, pidiéndole a el hombre que me hacía el masaje.
Escuché unos pasos que se aproximaban, moví un poco la cabeza y me encontré con mi prometido acompañado de otro hombre.
-Amor, te presento a un viejo compañero de colegio, Alex Henderson -dijo, sonreí, era el prometido de Florencia.
-Amor -dijo Henderson besando a su prometida.
-Richelle, él es Alex. -dijo Florencia.
-Un gusto Alex, soy Richelle -dije saludándolo.
-Mi prometida. -dijo Harry orgulloso.
Cuando terminaron de hacernos el masaje nos levantamos de las camillas en vueltas en la toalla blanca y caminamos hasta los vestidores para ponernos nuestras pertenencias, en el caso mío un vestido azul con rosas blancas de playa y mi vestido de baño negro por dentro. Agarré a Harry de la mano y caminamos con Florencia y Alex hacia la playa. Nos sentamos en la arena y pusimos una alfombra de playa en el suelo y una sombrilla para taparnos del sol que en estos momentos ardía. Eran las 12: 00 del mediodía y apenas el sol se ponía en el medio del cielo. Harry y Alex fueron a el agua mientras que Florencia y yo nos quedamos conversando debajo de la sombrilla "bronceándonos"
-Creo que no habrá resultado a nuestro "bronceo" -dije sonriendo.
-¿Quito la sombrilla? -preguntó Florencia, la miré y ella sonrió para quitarla.
Nos pusimos más bloqueador solar y nos recostamos en nuestras alfombras, la mía blanca y la de ella verde. Sentí como se me tiraban encima, era Harry todo mojado.
-¡Harry! -grité.
-Hola mi amor -dijo besándome- ¿Vamos al agua?
-Ahora mi amor -dije besándolo.
-Vamos Rich, Alex dice que está deliciosa. -dijo Florencia.
-Vamos solo tú y yo Florencia, ustedes quédense aquí. -dije levantándome y caminando junto con Florencia a el agua.
Nos metimos y nos empezamos a bañar, era cierto, estaba totalmente tibia y digna para nosotras. Vimos a los chicos desde lejos, ahora jugaban fútbol americano. La playa estaba un poco vacía, sólo éramos unas 50 personas que se encontraban esparcidas. Florencia y yo salimos del agua y corrimos para tumbar a los chicos los cuáles cayeron rápidamente al suelo. Los cuatro empezamos a jugar fútbol americano muy felizmente. Cuando el reloj marcó las 1:40 salimos de la playa en dirección a otro lugar, queríamos conocer más.