Harry y yo nos levantamos exaltados por tal exageración de aquella persona la cuál tocaba la puerta seguidamente con gran fuerza. Harry abrió la puerta y nos encontramos con Alex.
-¿Qué sucede Alex? -preguntó Harry mirándolo preocupado.
-¿Tienen azúcar? Se nos acabó. -dijo él sonriendo.
-Casi nos matas de un susto y solo por azúcar. -dijo Harry.
-Sin azúcar la vida no es vida. -dijo él, le entregué un sobre de azúcar y se fue.
Después de unos minutos ahí acostados alguien tocó la puerta, era el servicio a habitación. Le entregó todo a Harry y el de una manera increíble las trajo a la cama en dónde yo estaba lista para devorar. Cuando cerró la puerta no dudé ni un segundo en meterme un trozo de pizza a la boca, saboreándolo completamente, estaba más rico que nunca.
-La pizza hawaiana es la gloria -dije con la boca llena, Harry me miró y rió.
-No hables con la boca llena, mal educada. -dijo él riendo.
-Sé que te encanta ver mi boca llena de comida masticada -dije tragando mis alimentos, él me miró con disgusto para después reír.
Cuando terminamos de comer pusimos todos los trastes en la mesa del frente. Teníamos todo menos ganas de dormir. Pusimos un juego de baile, yo iba primero. Empecé a bailar según como lo mandaba el juego.
Así nos la pasamos hasta las 10:00, para después dormir.
A la mañana siguiente nos despertamos por un fuerte golpe que alguien dió a nuestra puerta. Fuimos a atender y era Alex quién lloraba y respiraba dificultosamente, Harry le pidió que hablara rápidamente así podríamos ayudarlo. Nos dijo que Florencia estaba enferma y pálida, que se desmayó dos veces y que ahora no reaccionaba. Harry y yo nos cambiamos de ropa y lo acompañamos al hospital que se encontraba en la ciudad, así que manejamos mucho. Al llegar pusieron a Florencia sobre una camilla y se la llevaron lejos, Alex aún lloraba desconsoladamente mientras que Harry y yo sólo le decíamos que todo estaría bien. Minutos u horas más tarde llegó el doctor con una libreta en su mano, unos lentes puestos y su bata blanca. Era un hombre como de unos 56 años de edad, alto y un poco flaco. Nos miró a los tres, preguntándonos si éramos familiares de la paciente Flores, a lo cuál respondimos que sí.
-Buenos días familiares de la joven Flores, ¿quién estuvo junto con ella por la mañana? -preguntó y Alex alzó la mano.
-Yo estuve con ella, estoy con ella desde hace 1 año, soy su novio.
-¿Desde cuándo ella empezó a verse mal, enferma? -preguntó.
-Desde anoche, sólo que no creí que fuese algo serio. -respondió.
-Bueno, las enfermeras le hicieron diferentes exámenes y nos dimos cuenta de que todo esto es por un embarazo de 2 semanas. -dijo el doctor, los ojos de Alex se iluminaron, Harry lo abrazó- Felicitaciones, será padre. -se fue.
-¡Felicidades, Alex! -dije abrazándolo.
-No puede ser posible. -dijo él, tapándose la boca.
-Serás padre hermano. -dijo Harry.
-Sí, ¿no es increíble? -preguntó Alex.
-No lo sé, yo aún no soy padre. -dijo Harry, mirándome.
Nos quedamos más tiempo allí hasta esperar que le dieran de alta a Florencia, cuándo fue así todos volvimos al hotel.
