Ha pasado ya una semana desde que Harry me sorprendió con esos dos grandísimos y muy incómodos cuadros con fotos mías. Sí, fue muy inesperado pero no tengo ninguna duda de que fue lo más romántico que nadie ha hecho por mí. Bueno, hoy es sábado y tengo una cita en dónde el doctor Greene. Sí, me dijo que tenía que venir para ver el estado del bebé de ya 3 meses. Me puse unos jeans largos y una camisa color blanca. Me puse una chaqueta ya que afuera hacía mucho frío y me puse unas botas. Salí de la casa a eso de las 4:50 de la tarde. Harry no me pudo acompañar porque tenía otros planes. Tomé un taxi y me dirigí a la clínica Shadow. Al llegar le pagué al taxista y me bajé del automóvil. Entré a la clínica y me acerqué a la muy simpática recepcionista. Al verme una sonrisa se apreció en su rostro. Me le acerqué.
-Buenas tardes. ¿El doctor Greene ya llegó? -pregunté, apoyando mis manos en el escritorio.
-Sí, ya ha llegado pero está ahora mismo en una cita. ¿Podría esperar allí sentada?
-Ah, claro.
Caminé hacia los puestos y me senté en uno de estos. Me puse a analizar algunas cosas. Me puse a pensar en qué podría suceder si mi vida nunca hubiese sido con Harry. ¿Qué hubiese pasado si no fuese la chica que se atrevió a robarle los boletos a Zayn? ¿Qué hubiese pasado si no fuese la chica que se atrevió a entrar en la ducha con un Harry desnudo? Y peor, ¿qué hubiese pasado si Harry no se hubiese enamorado de mí? Fuese más o menos la total perdición. Los minutos pasaron entre pensamientos y mundo totalmente paralelos. La recepcionista me afirmó que ya podía ir a ver al doctor Greene. Le agradecí y entré a su grande oficina.
-Buenas tardes señorita Leen, ¿cómo ha estado?
-He estado bien doctor, con algunos vómitos inesperados pero, bien.
-Todos los vómitos en el embarazo son inesperados, linda. Acuéstate en la camilla, veremos como está ese pequeño angelito.
-¿Puede creer que ya tiene 3 meses? Yo aún no me lo creo, todo ha pasado tan rápido.
-¿Puede creer que ya en un mes más podremos saber su sexo? ¿No se siente emocionada? Porque yo sí me siento emocionado, y eso que sólo soy su doctor.
-Me siento muy emocionada, señor Greene.
-Está bien, súbase la camilla por favor.
-Está bien.
Me recosté sobre la camilla y subí mi camisa. Untó una crema friísima sobre mi vientre de embarazada y luego pasó una máquina sobre ella. Por un momento me sentí vacía, aunque tenía a alguien dentro de mí, sentía la gigantesca necesidad de tener a Harry a mi lado, mirando aquel hermoso feto que se encontrase dentro de mí.
Cuando el doctor terminó su trabajo y sólo me dijo que el bebé se encontraba en buenísimas condiciones. Le agradecí mientras agarraba el gatillo de la puerta, le sonreí para después retirarme. Mientras salía de la clínica y me despedía de la recepcionista Martina, mi teléfono sonó. Era una llamada de Harry.
-¿Amor, dónde estás? -preguntó Harry en cuanto contesté.
-Acabo de salir de la clínica. Es tarde.
-Te iré a buscar. ¿Clínica Shadow, cierto?
-Sí. Amor, ven, que tengo miedo y es muy tarde.
-Entra a la clínica y espérame. Estaré allí en 20 minutos. Te amo.
-Te amo. -colgué.
Entré nuevamente a la clínica. Martina me miró extrañada pero luego de ver el reloj creo que entendió más o menos las cosas. En la televisión estaban dando las noticias. Nunca me han gustado verlas, siempre hay cosas que le entristecen la noche a las personas.
-¿Cómo vamos? -preguntó Martina, yo sonreí.
-Pues, bien. ¿Cómo vas tú? -pregunté, intentando ser buena personas.
-Pues, ahí estoy. -dijo.
-¿Se puede saber? -pregunté, ella asintió.
-Pues, verás. Me mudé acá a Londres hace seis meses. Dejé a mi ex novio porque me engañó con mi supuesta mejor amiga. Ahora él volvió, diciéndome que me ama y que haría todo para tenerme de vuelta.
-Oh, siéndote sincera jamás pensé que me dirías eso. ¿Sabes? ¿Por qué no le das una oportunidad?
-¿Eso crees? No lo sé, no quiero que me lastime de nuevo.
-A veces es bueno dar segundas oportunidades, y más a personas que realmente te amaron. Ahora, ¿crees que él realmente te amó?
-Eso...eso creo.
-Entonces, dale una oportunidad.