Era miércoles y yo estaba sentada sobre el sofá de la sala viendo televisión, como siempre solía cuando Harry salía a hacer algún mandado al centro comercial o cuando de repente le daban ganas de ir a pasear con sus amigos. Comía palomitas mientras veía una de mis películas favoritas: "Ladrona de identidades", yo no paraba de reír, la película era muy divertida y se podría decir que cambió mi estado de humor mágicamente. Coloqué el plato de palomitas a un lado y concentré mis manos en mi barriga de 5 meses, empecé a acariciarla lentamente y a susurrar cosas lindas hacia el bebé. El timbre de la puerta sonó y dejé de hacer lo que hacía, le puse pausa a la película y me levanté con un poco de dificultad del sofá. Caminé hacia la puerta y la abrí, al concentrar mi vista en la persona que se encontraba al frente mío no lo pude creer, era Roberto. Él tenía un ramo de rosas en sus manos y una sonrisa resplandeciente estaba en su rostro. Recuerdo la última vez que supe de él, me molesté tanto que ya ni recuerdo el por qué. Al verlo allí, parado, con una mano metida en su bolsillo y otra sosteniendo un ramo de flores, me conmovió, él era mi mejor amigo y para ser sincera, lo había extrañado como estúpida.
-¡Roberto! -exclamé, abrazándolo como nunca- Te he extrañado demasiado.
-Y yo a ti, ___________, toma, estas flores son para ti. No quiero causarte problemas con Harry, son flores por una hermosa amistad que algún día tuvimos.
-Y que aún persiste, Roberto, gracias. -dije agarrando las flores- ¿Quieres pasar?
-Claro. -dijo, entrando a la casa- Guau, qué mansión tienen ustedes dos. -dijo él, mirando la casa por todos lados- Yo jamás tendría una como esta, enserio.
-No digas eso, algún día la tendrás. -dije sentándome en el sofá.
-Bueno, Dios quiera que eso suceda. -respondió Roberto, sentándose con ella- Quiero contarte todo lo que me ha pasado durante todos estos años. ¿Te parece?
-Está bien. -dije acomodándome mejor, para así escuchar de lo que él tendría que decirme.
-Después de que...ya sabes, mi abuela murió yo decidí en mudarme y vivir la vida, no quería estar triste el resto de mi vida por ese suceso, y sé que mi abuela tampoco lo quisiese así que fui viajando por todo el mundo. Conocí Francia, Italia, Egipto, todo fue sencillamente perfecto. En mis días en España conocí a una chica, era realmente hermosa, ___________. Al verla sentías que vivía la vida de una manera diferente, parecida a la mía. Era española, me gustaba así que le preparé una cena muy romántica. Después de eso fuimos a un hotel y... -suspiró- pasó lo que quise que sucediera.
-Roberto, esto es muy conmovedor, me encanta saber que ya encontraste al amor de tu vida.
-Resulta ser que dos semanas después me entero de que ella se embarazó...de mí. Se empezó a echar la culpa de todo, ___________, lloró en frente de mí por eso y yo simplemente no podía creer el por qué pensaba que todo era su culpa. Le prometí amor sincero, por siempre y para siempre, y hasta el sol de hoy estamos juntos. Estoy tratando de conseguir trabajo, tengo uno pero no tengo un buen salario que digamos. Ahora mismo vivimos en un departamento muy pequeño, creemos que cuando el bebé nazca debemos estar en una casa.
-¿Me estás pidiendo ayuda, Roberto? Porque sin pensarlo dos veces te la daría.
-No, nada de eso _______. Solo te decía lo que me ha pasado, no quiero que te molestes en mí, en lo absoluto.
-Me alegro demasiado por ti, Roberto. Me encanta saber que ya has encontrado al amor de tu vida, eso es perfecto.
-Tiene ya dos meses de embarazo. -dijo y sonreí.
La puerta de la sala principal se abrió y de allí entró Harry con una sonrisa en su rostro, al notar la presencia de Roberto su sonrisa se borró instantáneamente.
-Harry, hermano, ¿cómo has estado? -preguntó Roberto levantándose.
-Hola, Roberto. -dijo Harry de una manera fría, no había superado lo de antes- Bien, ¿y cómo has estado tú?
-Roberto va a ser papá. -me apresuré a decir, para que la tensión y los celos provenientes de Harry desaparecieran.
-Oh, ¿enserio? -sonrió y me di cuenta de que sus celos se fueron- Pues, ¡me alegro por ti, hermano! Cuéntame, ¿quién es la madre?
-Es una española que conocí hace meses atrás, ya sabes, las cosas salieron de control y pues... -Roberto calló.
-Entiendo, entiendo. Pues, mis bendiciones Roberto. Espero que seas muy feliz.
-Ya estoy empezando a serlo, me siento feliz. Creo que empiezo a sentir cómo ustedes se sienten cuando están juntos.
-se levantó del sofá- Me temo que tendrá que irme, mi novia ha de estar esperándome en casa. Bueno, fue un gusto volver a verlos chicos, nos vemos luego, hasta luego. -dijo y salió de la casa.
-¿Y esas flores? -preguntó Harry sentándome conmigo y señalando las flores que estaban sobre la mesa de noche en frente de nosotras.
-Me las trajo Roberto. -dije simplemente, esperando con impaciencia su respuesta.
-¿No que ya tiene novia y va a ser papá? -rió- Interesante.
-¿Qué sucede contigo, Harry? Me las trajo como agradecimiento a una amistad.
-¡Vaya! Qué ridículo.
-¿Sabes? Eres muy extraño, de repente te cae de maravillas y le das hasta tus bendiciones, pero minutos después todo se va a la mierda y simplemente lo detestas.
-Le está dando detalles a mi novia, prometida, madre de mi próximo hijo.
-Son detalles mínimos, detalles de una amistad, no se comparan a los que tú siempre me has dado, y lo sabes.
-Vale, vale. Como siempre, he perdido la batalla. -dijo alzando las manos- ¿Qué quieres hacer esta noche?
-Quedarme en cama y ver televisión no es una mala idea, hoy darán "ladrona de identidades" de nuevo. La estaba viendo cuando Roberto llegó y ya acabó.
-Quería invitarte a salir, pero como prefieres ver tus películas entonces no me queda otra opción que irme yo solo.
-¿Estás loco? ¡Jamás te dejaría ir solo! Pero realmente, esta noche no.
-Entonces eso es un no a mi detalle amoroso de hoy. Espero que no me digas que no en el detalle amoroso de mañana.
-¿Detalle amoroso de mañana? ¿Ahora son diarios? ¿Qué me harás? -pregunté, él se levantó, agarró mi barbilla y la acercó a él.
-Ya verás... -dijo simplemente, para después plantar un beso en mis labios.
Lo suficiente como para hipnotizarme.