-Sí, estoy...embarazada. –dije, mirando al suelo.
-¿Qué tu estás embarazada? ¡Dios! –gritó al final, no sé si por emoción, sorpresa o simplemente depresión.
-Melanie, mira, las cosas pasaron, perdóname ¿si? No le digas nada a mamá, no quiero estropearla.
-¿Qué estás diciendo Richelle? –preguntó mirándome, esta vez seria, mi comentario no le favoreció- Un bebé es un milagro, ser abuela es un privilegio. ¿Crees que mi madre se pondría enojada contigo sólo porque estás cargando a un bebé dentro de ti? ¿Qué punto de vista tienes de mi madre? –preguntó seria, esta vez me sentí regañada.
-Esto me ha tomado por sorpresa Melanie, no vine a pelear.
-Y no pelearemos, hermanita, porque como has notado, las dos estamos embarazadas. –dijo, mirándome con una sonrisa en sus labios- ¿Cómo lo sabes?
-Acabo de ir al hospital. –dije- Me sentía muy mal desde hace rato, y tuve que ir.
-¿Harry fue contigo?
-Me llevó pero algo aconteció y se tuvo que retirar. Melanie, enserio, no sé qué hacer. –dije, recostándome suavemente en su pecho.
-Ay, hermanita, no sé qué decirte, en serio. Sólo sé que debes hablar con mamá primero, y luego ir con Harry.
-No lo sé, temo la reacción de los dos.
-Te lo volveré a repetir, estarán felices. –dijo, besando mi frente- Y si lo que te preocupa es el sexo, sí, sí puedes tenerlo aún estando embarazada. –la miré, con mirada fulminante.
-¿Por qué carajos crees que me preocupo es por el sexo? –pregunté, sin querer reírme.
-¡Por favor! Eres una mujer de 18 años de edad...¿qué creíste que yo creía? No soy estúpida.
-Está bien, está bien, no me regañes ni abuchees.
A eso de las 10 de la noche volví a casa. Sí, tenía miedo. ¿Por qué? Por varias razones, entre ellas la reacción de Harry. Sí, porque aunque sea el prometido más perfecto del mundo, sé que la noticia lo agarrará por sorpresa. Segundo, la reacción de mi madre y la de Anne. Ellas son las más emocionadas por la boda y ahora...ahora me tendré que casar con una gigantesca barriga, o sólo posponer la boda después del nacimiento del niño. ¿Esperar más de 9 meses? No sería malo, pero es que estoy tan emocionada que no quiero detener nada.
Tercero, mi futuro, sí. Sé que Harry es multimillonario y todo, pero, yo no quiero depender de él siempre, y menos ahora que tendré un bebé. Quiero que algún día él y yo digamos: "Nuestros hijos están dónde están por nuestro esfuerzo" fíjense en la palabra: "nuestro"
Cuarto...mi padre. Oh no, no había pensado en él. Siempre solía decirme: "Primero el anillo y después el fundillo" Okay papá, te he fallado en ambas.
Me puse a pensar en un millón de cosas mientras el taxi me llevaba a casa, tenía miedo. ¿Se lo diría ya a Harry o esperaría algunas semanas para que él se diera cuenta sólo? ¡No! ¿Que él se dé cuenta solo? ¿Acaso estoy loca? ¡Dios Santo! ¿Qué me pasa? Después de unos minutos llegué a la mansión, sí, porque eso era. Caminé lentamente hacia la puerta y la abrí, estaban las luces prendidas, avisándome que Harry ya había llegado a casa.
-¿En dónde diablos estabas? –preguntó, con una voz ronca, seria.