Capítulo 59. Chicas

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—Tienes vestidos de zorra —dijo Anastasia mientras rebuscaba
en el armario de Carrie.

—¿Y? —respondió su amiga—. Solo los uso en los clubs. No voy a usarlos en el campus.

—No puedo usarlos —dijo Anastasia—. Me voy a ver ridícula en uno de estos.

—¡Sí, claro! Te verás muy sexi. Y te voy a poner extensiones en el cabello también. Vas a parecer una muñeca Barbie cuando haya terminado.

Anastasia rio.

Bueno, una muñeca Barbie de seguro supera a una muñeca americana.

—¿Hemos estado bebiendo antes de llegar aquí? —preguntó Anastasia.

Tomó un vestido sin tirantes negro y lo sostuvo sobre sí.

—Un poco. Pero tengo documentos falsos para nosotras —respondió Carrie.

—¡De ninguna manera!

Carrie caminó hacia su escritorio y abrió una gaveta.

Sostuvo en alto dos identificaciones.

—Sí, señorita —dijo—. Y las conseguí gratis.

—Y yo pensaba que Avery era problemática —murmuró Anastasia.

Avery.

No había hablado con ella en una semana, no después del episodio del
consejo estudiantil.

Le echó un vistazo al teléfono celular de Christian cuando él estaba en la ducha la otra noche y descubrió unos mensajes de texto de Avery.

No eran largos.

Ella solo le dijo dónde estaba Anastasia en dos ocasiones y él contestó con un «gracias» ambas veces.

—Avery —repitió Carrie—. ¿La chica que Michael y yo conocimos en el
almuerzo hace un tiempo?

Anastasia asintió.

—No creo que le guste mucho —dijo Carrie. Conectó el rizador de cabello y agarró la bolsa de maquillaje.

—Ella piensa que eres una mala influencia —respondió Anastasia, dejándose caer en la cama de Carrie.

—Nop. Levántate. Tú te sientas aquí donde el rizador te alcanzará. —Carrie se puso de pie y le ofreció su silla de escritorio a Anastasia—. Y soy una mala influencia.

Anastasia sonrió.

—Es tan ridículo. Avery fue la que me buscó para que fuéramos «amigas» el año pasado. —Puso el «amigas» en comillas al aire—. Solo para que pudiera usarme como una cubierta para poder andar a escondidas con su novio.

—Ooohh, esto lo tengo que escuchar —djo Carrie, abriendo la bolsa de
maquillaje y tomando la brocha.

La pasó por la base mineral y la aplicó en el rostro de Anastasia como si estuviera puliendo arañazos en un auto.

—Fui su amiga porque quería una razón para salir a hurtadillas de mi casa también. Le conté todo sobre mi temporada en el reformatorio y el posterior confinamiento en casa —respondió Anastasia.

—Oh, síp. Lo recuerdo.

—Bien, nos usamos mutuamente como coartadas. Admito que dejé de sentir culpa por eso después de las primeras veces, así que no estoy sugiriendo que soy una mejor persona que ella o algo por el estilo. No la estoy juzgando. Ella puede hacer lo que se le dé la gana, no me importa.

Carrie suprimió las ganas de sonreír.

Anastasia estaba obviamente enojada, así que estaba pasando un mal rato tomándola en serio.

Grey El Profesor 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora