Capítulo 58.

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Avery observó a Anastasia a través de la mesa.

—¿Qué? —lanzó Anastasia.

—¿Fumar hierba con tu hermano y sus amigos tontos? —preguntó, levantando su ceja.

— ¿Me vas a dar un sermón sobre ética y moral? —respondió Anastasia.

Avery le lanzó una mirada de advertencia.

—Sí.

—Eres la única que me volvió mala —murmuró Anastasia.

—¿En serio? ¿Cuántos años tienes? —dijo Avery.

Mordió su sándwich de pavo.

—Como sea.

Avery tragó y continuó.

—Sé que te puse en una posición comprometedora el año pasado. No me di cuenta de que las cosas estaban de la forma en que lo hacían. Solo pensé que tenías un novio secreto normal con quien estabas a hurtadillas. ¡¿Cómo demonios iba a
suponer que estabas saliendo con tu profesor?!

Anastasia colocó su codo sobre la mesa y dejó descansar su mejilla en su mano mientras medio escuchaba a Avery.

—Además, no me di cuenta que terminarías viviendo con tu novio profesor porque tu padre es un completo imbécil. Para agregar, no tenía ni idea de que Christian
hubiera estado previamente casado y que tú podrías estar tratando con todos esos sentimientos de traición y resentimiento.

Anastasia se frotó la frente.

—Sé que estás herida pero esta no eres tú —dijo Avery amablemente.

—¿No lo soy? —preguntó Anastasia.

La noche de sexo al azar el día de San valentín destelló en su cerebro.

—Anastasia, no soy tu madre…

—Gracias a Dios.

—… pero Dios sabe que necesitas una ahora mismo.

Anastasia resopló.

—¿Y se supone que tú vas a asumir ese papel?

—Bueno ¿Quién más va a hacerlo?

—¿Ya hemos terminado?

Avery lo intentó con un abordaje diferente.

—¿Siquiera tienes idea de por qué te busqué el año pasado?

Anastasia sacudió su cabeza.

—Yo… estaba sola, sí. Sabía lo que te había pasado y sabía que tú también
estabas sola. —Avery mordió su labio inferior y pensó por un momento—.
Necesitaba estar alrededor de buenas personas.

Anastasia frunció sus cejas.

—Sé cómo soy —susurró Avery—. No estoy diciendo que no quisiera
escaparme y tener una excusa para visitar a mi novio. No estoy diciendo eso. Quería hacer todas esas cosas que hicimos el año pasado.

Anastasia escuchó atentamente.

—Solo estoy diciendo que esperaba que quizás me hubieras rechazado. Porque eres una buena persona con un corazón amable —explicó Avery. Se detuvo y sonrió—. Eres amable.

Anastasia sonrió.

—Me pone nerviosa cuando actúas así —dijo Avery—. Es un reflejo de mí y
no estoy segura de que me guste.

Anastasia estaba en shock.

Observó a Avery darle otra mordida a su sándwich, como si sus más recientes palabras no hubieran sido una revelación que aturdiera la
mente.

—Eres la persona más increíble que conozco —dijo Anastasia.

Luego rio ante lo ridícula que sonó.

Grey El Profesor 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora