Capítulo 35. Amor joven...

809 89 7
                                    

Pasado...

P.o.v: Christian.

-Hoy conocí a tu novia —bromeó Dylan.

Él y Christian se sentaron en la
barra de su restaurante favorito de sushi esperando que Miranda
apareciera.

Ella era la cuarta chica en tres semanas.

Dylan la conoció en su tienda cuando ella vino a comprar un disco para su novio.

Christian se rió entre dientes.

—Gracioso.

—Bueno, ella es totalmente la chica de quién me estuviste hablando —continuó Dylan—. ¿Estoy equivocado?

—No. Pero ella no es mi novia —respondió Christian—. ¿No estas preocupado por esta chica… Miranda? Dejó a su novio por ti así como así. —Chasqueó los dedos—. Yo estaría
preocupado por sus intenciones.

—No estoy buscando casarme con ella —dijo Dylan—. Estoy buscando anotar.

Christian rodó los ojos.

—Ahora volviendo a la señorita Anastasia.

—¿Qué hay de ella?

—¿Qué hay de ella? Es joven. Es bonita. Buen gusto musical. Veo la atracción, hombre, la veo.

Christian lo ignoró y miró el juego.

—Pero sigue siendo tu alumna.

—Me doy cuenta de eso —respondió Christian.

—Sé que mi brújula moral apunta en una dirección ligeramente diferente a la mayoría, pero todavía está allí. E incluso yo me mantendría alejado de eso. Por lo menos hasta que se
gradúe.

—Bueno, estoy esforzándome.

Dylan se inclinó.

—Esfuérzate más.

Christian se estremeció y luego frunció el ceño ante su reacción involuntaria a las palabras de
Dylan.

Puso mala cara durante la cena mientras veía a su amigo coquetear con Miranda,quien bebió demasiados martinis.

¿Cómo es que siempre Dylan encontraba estas chicas que
bebían como peces?

Era un completo desencanto.

Apartó su rollito de atún picante y su Red Stripe( Se trata de una cerveza del tipo Lager y de graduación alcohólica moderada de 4,7 %)
.
—Me voy —dijo de repente en medio de risas—. Tengo que levantarme temprano.

—Está bien, hermano. Tómalo con calma —dijo Dylan.

—Encantado de conocerte, Miranda —dijo Christian.

—Igualmente —respondió ella—. Estoy segura de que te volveré a ver.

Christian sonrió y salió del restaurante.

—Estoy seguro de que eso no sucederá —masculló él.

Condujo a casa al sonido de Mutual Slump de DJ Shadow.

Estaba en un infierno de depresión, aunque no estaba seguro de quién lo estaba más.

Supuso que DJ Shadow.

—Te escucho, hombre. —Se lamentó Christian, golpeando el volante con sus palmas—. Esto apesta.

Pensó en la bonita cara de Anastasia, mirándolo en clase, poniéndolo solo un poco nervioso cuando ella realmente se concentraba en lo que él había escrito en la pizarra.

Grey El Profesor 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora