Capítulo 51.

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—Hablo en serio, Anastasia. Me enamoré de ti por muchas razones. Haces que mi corazón sienta. Trajiste alegría a mi vida. Eso nunca fue una principal atracción para mí, aunque cuando te vi en esa carretera aquella tarde, supe que debía tenerte.
Era un sentimiento de desesperación que no había tenido en mucho tiempo. Fui a casa esa tarde determinado a encontrarte. Sabía que nadie más en el mundo podría
ser capaz de sanar mi corazón. Tenías que se tú.

Anastasia escuchó sus palabras y trató de meterlas en su corazón pero seguían estando lejos.

Todo lo que podía pensar era en sus palabras previas.

Palabras como «sin historia», «hoja en blanco» y «fácil».

Una chica que no significaba nada.

Dócil y maleable.

Fácil de amar.

Fácil de entrenar.

Fácil de doblar y romper.

Esas eran las palabras que realmente tenía atascadas en el corazón y no lo podría olvidar pronto.

Sin embargo, esa noche, llevó a Christian a la cama e hizo lo que pudo para aliviar su dolor.

Era algo que podía darle porque ella ya había alejado su corazón.

Él no lo sabía todavía, pero lo haría.

Eventualmente....


* * *

A la mañana siguiente, Anastasia  no mencionó a Ella, la que fue esposa de Christian.

Christian le preguntó si quería hablar más de ella pero Anastasia sacudió su cabeza, diciendo suavemente:

—El pasado, pasado está. —Christian  estuvo sorprendido por aquello. Nada de eso reflejaba a la mujer que conocía.

Anastasia era curiosa por todo.

Ella no había sonado enojada o herida, sin embargo.

No había sonado de ninguna forma.

Solo se sentó en la mesa sirviéndose cereal y comiendo, expresando
emociones de una forma mecánica.

Él la sentía indiferente.

Deseaba que le gritara.

—Esta noche iré donde Carrie para trabajar en nuestra tarea de inglés —dijo Anastasia después de un momento—. Pensé en quedarme a pasar la noche con ella.

—¿Oh?

—Quiero decir, si no te importa.

Christian estudió su rostro.

Estaba en blanco.

—No me importa en lo absoluto. No es como si necesitaras mi permiso.

—Bueno, lo sé. Solo quiero estar segura de que no te importará.

—No lo hace.

—Está bien.

Silencio.

—¿Sigues queriendo ir con Dylan y Jon este fin de semana al festival de
música?

Anastasia lo pensó por un momento.

—Probablemente solo deberías ir tú. De todos modos no encajo con ellos.
Saldré con Carrie y Michael.

—¿Oh?

—Sí. Hay descuento en el cine del campus. Creo que iremos a ver una película.

Christian asintió.

Grey El Profesor 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora