Presente..
Los ojos de Christian se abrieron de repente.
Se quedó muy quieto en la cama,
envuelto en la oscuridad, completamente ignorante a la chica acostada junto a él, respirando profunda y regularmente.Ese dulce sonido de sueño satisfecho.
No podía pensar en nada más que en esa tarde en la tienda de Dylan, sentado en mostrador bebiendo demasiada cerveza, hablando abiertamente por primera vez
sobre la chica que desapareció bajo una sábana blanca manchada de rojo.La chica que le prometió un para siempre, y que luego se desangró sobre una mesa de quirófano.
La chica que él amó.
Para siempre.
Giró su cabeza para mirar a la chica con vida a su lado.
La chica que yacía desnuda bajo sus sábanas, con el cabello dorado formando una cortina en su cuello,
actuando como una bufanda contra el frío de su habitación.Estiró su brazo para tocar su cabello, alisándolo con sus dedos.
Ella asintió en su sueño, luego abrió los ojos.
Había hecho esto antes, y él sabía
que no estaba despierta.—Te amo —susurró él.
—Lo sé —replicó ella—. ¿Por qué tienes malos sueños?
Él se quedó muy quieto.
—¿Por qué?
—Anastasia, ¿estás despierta? —preguntó con cuidado.
—¿Por qué tienes malos sueños, Christian? —replicó—. ¿Por qué?
—No tengo malos sueños —dijo—. Vuelve a dormir. —Pasó sus dedos por su cabello una vez más.
—Está bien, pero no te creo —murmuró, y cerró sus ojos.
Esperó hasta escuchar la respiración profunda y regular otra vez antes de escabullirse en silencio de la cama.
Fue a la cocina y abrió el refrigerador.
Y luego miró fija e inexpresivamente
dentro, decidiendo si quería comida o bebida.No tenía hambre.
Eso era «no» a la comida.
Tampoco tenía sed, aunque esa cerveza parecía refrescante.
Pero no necesitaba un refrigerio.
Necesitaba un escape.
No pasaba a menudo… recordar.
Una vez que Anastasia entró en escena, él juró enterrar el pasado, o al menos, los detalles más delicados.
Nunca la olvidaría a ella.
No quería.
Pero lo detalles.
Bueno, esos podría enterrarlos.
Pero, de vez en cuando, todavía soñaba con el pasado y esos detalles delicados que de otra forma se
escaparían de su memoria durante el día, estallaban en su subconsciente a la noche, demandando su atención.Tomaban el control de sus sueños, y se despertaba algunas mañanas empapado de sudor.
Pensaba que Anastasia nunca lo supo.
Nunca dijo nada de ello hasta esta noche.
Cerró la puerta del refrigerador y volvió a la habitación.
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Grey El Profesor 2.
FanficSu relación ha sido expuesta, y ahora sus vidas han cambiado para siempre. Para Anastasia Steel, la adultez prueba ser frustrante e intimidante. Ella es una pequeña niña perdida, abandonada por su familia e inciertamente por su futuro. No cree que...