30. Arrepentimientos

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Espero que les haya gustado la maratón de la semana pasada!:)

Solo quería que supieran que no tiendo subir muy seguido porque sino me quedo sin capitulos (dado que estos los tenía escritos como desde el 2016) y siempre me tardo un poco en escribir cada capítulo para que sea perfecto y no se vea forzoso, y de aquella manera tendrían que esperar todavía mas.

Pero como no me gusta hacerlas esperar, aquí va otro capitulo, espero que les guste:)

Apenas llego a la casa de Kim me desplomo y lloro todo lo que había contenido las últimas horas. Ella sin decir palabra me apoya a su lado ahuecándome en un abrazo.

Ya había amanecido y yo seguía sin creer la gran estupidez que hice. A pesar que Kim no me recriminó ni nada, veía el reproche y la decepción en su mirada y eso me hacía sentir aún más peor conmigo misma.

Cuando siento que de mis ojos ya no salen lagrimas me deslizo al baño para lavarme la cara para tener mejor aspecto.

Le había pedido a Kim que me llevase a la estación de autobús, sin importarme que dejara mis pertenencias en la casa de Niall. No quería volver siquiera a ver esa casa. Kim, amablemente me prestó ropa para poder viajar y así me despide en la estación, sumamente preocupada, aún así, no dice nada, porque sabe que ya me sentía lo suficientemente mal como para agregarle peso al sentimiento.

El viaje es lo suficientemente largo como para descansar, pero no logro pegar ojo, en mi mente sigue reproduciéndose la escena, el modo en que Niall sujetaba mis manos como si quisiera fundirse en ellas. La manera en que me ahueca el rostro y me mira a los ojos totalmente destrozado. Su desesperación, el esfuerzo para no desmoronarse justo ahí.

Las lagrimas vuelven a salir, silenciosas, y me temo que será así el resto de la semana, sensible ante cualquier recuerdo y mero pensamiento. No sé cómo lo haré, y tengo miedo de perderme a mí misma en el proceso.

No llevo el móvil conmigo, y siento que me falta algo al cual agarrarme o con el qué distraerme. Me llega a la mente los rostros de mis mejores amigos y me entra el pánico y el miedo, ¿qué deberían estar pensando de mí en estos momentos? A estas alturas seguramente ya se habrán enterado, y no quiero ver la decepción en sus expresiones, sus reproches, porque dejé ir una persona que me hacía feliz, después de tantos años de soledad.

Todo esto dolía tanto que sentía cómo todo mi físico se contraía, como si hubiera dormido chueca o hubiera hecho un ejercicio mal. El dolor en mi corazón era tal que juraba ver la imagen de una daga enterrándose en él lentamente, sin piedad, mientras gotas de sangre se deslizan a lo largo del arma hasta caer al vacío.

Alzo la mirada y veo mi demacrado reflejo en el ventanal y me entran más ganas de llorar, pero no lo hago, ya no me quedan fuerzas como para seguir haciéndolo.

Seguramente las personas de al lado me miran con cara rara, pero los ignoro. Yo soy solo una alma rota más en vela por una decisión totalmente difícil y estúpida. ¿Cómo es que siquiera fui capaz? Pero ya era demasiado tarde, no se podía volver atrás. Seguramente Niall debería de estar odiándome, pero al contrario de él, yo jamás podría hacerlo... Niall siempre estará en mi corazón como un lindo recuerdo de una vida pasada.

No me di cuenta que me había quedado dormida hasta que siento que me zarandean. Abro los ojos y me desperezo en el estrecho asiento para luego alzar la vista al conductor.

- Señorita, ya hemos llegado- anuncia y luego se va sin esperar contestación por mi parte. Asiento con la cabeza para mí misma.

Con el dinero que me dio Kim, me pido un taxi para que me llevara a mi apartamento, y una vez allí, me entran ganas de llorar, porque los recuerdos venían a mi mente y podían conmigo.

Un Lindo Desconocido (Niall Horan) HOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora