Un Lindo Desconocido (Niall Horan) HOT

56. Inconvenientes

Nunca había escrito sobre un juzgado, así que lamento si en verdad no es así o lo que sea pero intenté hacerlo lo más real que pude, hasta tuve que investigar un poco, saludos.

Estaba muy nerviosa, no dejaba de moverme de un lado a otro. Hoy sería el día en que declararía en contra del profesor de inglés en la corte, y temía el momento en que tendría que verlo a la cara. También tenía miedo de lo que allí pasaría, tenía miedo de hacer o decir algo erróneo.

Después de una ducha que tenía como intención de relajarme -pero en verdad, solo empeoró la situación- me pongo el conjunto que Niall me había dejado sobre la cama. Él había salido temprano para juntarse con el abogado que defendería mi caso.

Me pongo la blusa y luego la falda tubo de color beige. Me pongo las medias trasparentes y unos tacones incómodos y puntiagudos.

Vuelvo a doblarme sobre mí y me sujeto el costado de mi estómago. Tenía que calmarme, no podía estresarme porque podría ser malo para él bebé, pero, ¿cómo no estarlo en estos momentos? Ayer estaba tan estresada que me salió un leve sarpullido en la espalda y hoy me desperté sintiendo una dolorosa punzada en el estómago y temía que fuera algo relacionado con el bebé.

Así que antes de que me vinieran a buscar, me preparo un té de lavanda para relajar mis músculos y despejar mi mente.

Luego de tomar el té me siento levemente mejor, pero no dejaba de sudar.

Durante el viaje al estrado intento distraerme con música y parece funcionar.

Cuando llegamos Niall me esperaba en la entrada con el señor William quien sería mi representante. Me beso con Niall y estrecho la mano al señor William. Niall me da masajes circulares en la espalda para relajarme mientras él hablaba con el señor William. La verdad, era muy ignorante a lo referente a los temas del estado y los estudios de derecho así que yo solo intento llenar el espacio en blanco en mi mente.

Luego de un buen rato, nos llaman para que entremos y le aprieto fuertemente la mano a Niall.

- Tranquila, todo irá bien. Tienes todo a tu favor- me susurra al oído antes de soltarme, dado que él no podía sentarse en la mesa conmigo y el señor William.

Yo solo asiento con la cabeza y los nervios aumentan. Cuando dicen que todo irá bien, por lo general, no siempre es así. Al menos, no en mi mundo. Y cuando vi entrar al profesor dándome una sonrisa amarga, supe que algo tenía entre manos.

Luego el juez llega y abre la sesión. Yo trago en seco.

- Se acusa al señor Doston por intento de violación a la señorita Colt en su lugar de estudios, se le pide que pase el estrado- dice la secretaria. Es cuando el señor William se levanta a hacerle unas preguntas.

- ¿Es verdad que usted se divorció hace dos años?

- Si- contesta él intentando parecer relajado.

- ¿Y me niega usted que la razón del divorsion, según la señora Hurton, fue por abusos en casa?

- No- dice apretando los dientes y mirando a su abogado.

- Entonces, usted tuvo la misma actitud con la señorita Colt en el recinto universitario.

- Yo no diría que abusé de ella...

- Pero usted participó en clases para controlar la ira, ¿no es eso cierto?

- Si- espeta con la mandibula apretada.

- Entonces, se puede decir que tuvo un ataque de ira con la señorita Colt.

- ¡Yo no..!

- No levante la voz, señor Doston- le advierte la juez. Él gruñe por lo bajo.