2. Pervertido.

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Salgo de mi trance al sentir unos cálidos labios sobre los míos. Trato de separarme pero no puedo, "él" no me lo permite. Y como si aquello lo hubiera arruinado me empuja hasta chocar contra la pared y quedo mas inmóvil que nunca por el miedo. Mis labios no responden a su beso hasta que su lengua sin permiso alguno ataca mi boca. No me queda otra opción que seguirle el beso. Quizá así se terminaba mas rápido.

Me equivoqué.

El beso aumentó una vez que sus manos se posaron en mi cadera atrayéndome a él lo mas posible. ¿Que se creía la persona que me estaba atacando ahora? ¿Que haría después? Pienso y pienso... y se me ocurre una idea para detener a aquél acosador. Doblo mi rodilla y logro golpear su punto débil. Oigo un quejido y como cae al suelo. Yo de inmediato prendo la luz con el interruptor que logré tantear mientras el me besaba.

Lo vi y le apunté con la caja- Okay, eso no era muy útil pero era lo único que tenía a mi alcance- el hombre cada vez dejaba de quejarse. Lo tenía a espaldas de mi. Su cabello era de un rubio con castaño y alto -no tanto- pero al menos me debe de sobrepasar unos pocos centímetros. Él se vuelve a mi y sus ojos celestes me penetran acusándome.

- ¿Estás loca?- exclama parándose con una mueca.

- ¡¿Yo?!- exclamo con la respiración agitada. Notaba como mis manos temblaban- ¡quien te crees para besarme de esa manera! ¡depravado!- le digo tirandole la caja a la cabeza y otro quejido de su parte.

- Hey, ya. Tampoco para que seas así de agresiva- gruñe sobándose el lugar donde le golpeó la caja.

- Pues debiste pensar en eso antes de agarrarme por sorpresa ¡y besarme! ¡demente!- exclamo nuevamente y alejándome ya que él comenzaba a acercarse- ¡apártate!- le grito cuando choco con el borde de la cama y tambaleo un poco y cuando casi quedo estable él con su dedo indice en mi pecho me empuja haciéndome caer a la cama.

Le miro asustada. Su mirada se ablanda un poco.

- Sorpresa eh... debió de ser una bastante excitante- dice sonriendo maliciosamente.

- Agh ¡loco! ¿Que quieres? - digo tratando de pararme pero su cuerpo sobre el mio me acorrala. Mi corazón bombeaba cada vez mas fuerte temiendo a que haga algo que no me agrade.

Okay, debo de admitir que es bastante sexy y fue algo... excitante la manera en que una cosa llevó a la otra pero.. ¡que va! Estoy borracha y mis pensamientos no van conmigo en estado ebrio. ¿Excitante? ¡Por favor! Ni que fuera a tener sexo con el.

- Que ¿Qué quiero?- pregunta sensualmente.

Su aliento choca contra mis labios. Él se encontraba tan cerca que nuestras narices estaban por chocar. Le miraba fijamente a sus ojos, como si así lograra descifrar quien realmente es él. Su mirada me mantiene cautivada he hipnotizada, o más bien como idiotizada. ¿Que tiene él? Ni siquiera lo conozco y mi cuerpo ya reacciona a él. Bff.

Mis ojos querían bajar pero no me lo permitía. ¡No mires sus labios! ¡Lo notará! Y como toda borracha y sin control de sus acciones bajo la mirada y sin notarlo muerdo mi labio inferior. Él lamentablemente lo nota y abre sus finos pero carnosos labios para pronunciar palabra.

- Esto- dice y besa desesperadamente mis labios.

Le sigo el beso sin titubear. ¿Que mas da? No estaba lo bastante ebria como para no recordarlo, pero se sentía jodidamente bien. Su lengua jugaba con la mía como si estuvieran secas y necesitadas de agua. Su mano bajaba y subía por mis curvas causándome un cosquilleo. Joder, iré al infierno. ¿Quien era yo para estar besuqueando a un desconocido.

Nos separamos tipicamente por falta de aire. Con las respiraciones agitadas y nuestros pechos bailando desesperados él logra conectar nuevamente nuestros ojos. Yo los corro por la incomodidad y siento como él sonríe.

- He visto que te ha gustado- dice con una voz sensual y cautelosa.

- Ya- gruño- estoy borracha y...- vamos piensa- esto no lo recordaré mañana ¡así que apártate!- digo moviendo mi cuerpo como gusano por escapar de su cuerpo pero no puedo. Claramente él era mucho mas fuerte que yo.

- Excusas, excusas. Solo son excusas, muñeca- sonríe de lado.

- Tengo nombre y ese es...

- ____- dice y otro escalofrío recorre por mi espalda.

- Okay, ya me estas causando escalofríos. ¿Por que mierda tú me conoces y yo no a ti?

- Nena... yo solo conozco lo que es mío- dice con superioridad.

- Yo no soy nada tuyo- me quejo mirándolo mal- y no me digas nena- gruño- ¡ahora lárgate!- lloriqueo por querer largarme de aquí y no querer volverlo a ver. Cuando no obtengo respuestas bufo. Miro a un lado y mi curiosidad me vence- ¿que hay en la caja?

- ¿Quieres saberlo?- su voz ronca comienza a exasperarme. Muerdo mi labio y asiento- entonces velo por ti misma- dice levantando su brazo derecho dándome un lugar para salir. Me deslizo entre la cama y llego alfin a la libertad. Tentada por salir por la puerta decido por primero averiguar que coño había en la maldita caja que me trajo aquí. La levanto y la sacudo.- ábrela- me ordena.

Él estaba ya parado frente a mi.

- Eh... No traerás un arma ¿verdad?- pregunto temerosa.

- ¿Por quien me tomas?- su ceño se frunce.

- Por un desconocido... acosador... y un pervertido violador- me encojo de hombros.

Él suelta una risita y me indica que lo abra. Lo hago.

- Ay no- jadeo con una extraña sensación en el estómago.

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Un Lindo Desconocido (Niall Horan) HOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora