Un Lindo Desconocido (Niall Horan) HOT

1. Acosada.

<<Te ves linda esta noche>>

Me tenso por completo. Desde que salí de aquél edificio de haber dejado un paquete, es como el 50 mensaje - no es que los haya contado, quizá solo han sido veinte- que me llega de un desconocido, O debo decir... "acosador".

Siento un pequeño escalofrío recorrer mi cuerpo.

Obviamente no le respondo, y no me deja en paz. No sé como mierda ha conseguido mi numero y me siento violada al saber que sé que me ha visto esta noche.

Era un viernes por la noche he iba a un pub con mi mejor amiga, que resulta ser hermanastra de mi mejor amigo también. Suena extraño, pero resulta mucho mejor. No tengo que ir a distintas partes de New York para encontrarlos cuando los necesito, sino, están en un mismo lugar.

Me bajo mas el vestido por temor de que aquel desconocido sea un violador pervertido. Desde que me envía mensajes, lo único que sentía recorrer por mi cuerpo eran escalofríos temiendo lo peor. Me encojo mas en mi chaqueta desesperada por que la fila del pub avance mas.

Una vez de pasar por la puerta y por el gorila que hace de guardia nos fuimos directas a la barra ya que Yenni quería un shoot. Ella por así decirlo... era la fiestera. No digo que yo sea... virgen pero... me dan flojera estas cosas. Prefiero quedarme en mi departamento y hacer... lo primero que se me pase por la cabeza.

- Yen, yo no puedo pagar uno- bufo.

Si, como oyeron, soy por así decirlo... ¿'pobre'? no lo sé. Solo que tengo mi ropa, pero no tengo el suficiente dinero como para comprar comida y no pasar hambre. Si mi ropa no logra estar lo suficientemente sucia trato de lavar una vez por dos semanas. ¿Y que como logré un departamento agradable? Pues mis mejores amigos por así decirlo... son ricos. Pero a mi no me gusta aprovecharme de eso. Claro que no. Pero Yenni como siempre se preocupa por mi, insistió en comprarme un departamento.

¿Y por qué vivo sola? Pues mis padres se divorciaron hace ya un par de años. Mi padre se fue a quien sabe donde, y mi madre... al parecer resultó la mas afectada. Comenzó a tomar, y yo mas fuera de casa. Hasta que al fin cumplí los 19, y con el dinero ahorrado me mudé sola.

Y con el dinero ahorrado he logrado pagar la Universidad en el cual llevo cuatro años ya, y lo que sobra lo guardo para casos de emergencias. ¿Vaya vida que me tocó, no? Pero no me quejo. Puedo ir a la Universidad, tengo unos muy buenos amigos, un departamento en el cual vivir, ropa, un trabajo que trata en repartir paquetes y la comida... bueno, ese es el único 'pero' que da lugar en mi vida.

- Descuida ¡Yo pago! Hoy hay que divertirse. Y si tu jefe te llama para que entregues un paquete a ultimo momento le corto las bolas- se queja sobre la música. Yo río.

- Pero que ternura- digo agarrando el vaso que dejó el barman delante de mi y me lo bebo de un tirón- ¡esto si son shoots!- exclamo alzándolos. Okay, no soy buena para el alcohol pero si voy a un lugar así... tiene que haber alcohol. El único problema es... que no es mi fuerte.

Vuelvo a llevarme a la  boca dos shoots más.

- ¡No jodas que ya se te subió a la cabeza!- suelta una carcajada- tomate el cuarto y vamos a bailar. Hago lo que me dijo sintiendo como el liquido quema mi garganta. Bajo del taburete con mi amiga arrastrándome y tabaleandome logro estabilizarme en la pista.

Bailo unos veinte minutos y ya cansada me siento en el taburete. Okay, tampoco bailar es mi fuerte... me aburro fácil. Mi teléfono suena y bufo al ver el numero de... ¡Mi jefe! ¡pero que alegría! -que se note el sarcasmo- le quiero, y siempre bromeamos pero tiene esa manía de que me deja paquetes a ultimo minuto... verdaderamente genial.

Camino a la pista de baile empujada por las sudorosas personas hasta llegar donde se encontraba Yenni.

- Hey, Zack llamó. Tengo que partir antes de que el sueño me gane- le digo con aburrimiento. Ella bufa sonoramente.

- ¡Le cortaré las bolas!- exclama fastidiada. Y eso lo tomo como un "Ya. Jódete y vete de una puta vez antes de que me arrepiente". Repito, la quiero.

Con el paquete en la mano que acababa de ir a buscar y los tacones resonando en la acera me dirijo al hotel donde es mi entrega. Seguía con el vestido negro ajustado al cuerpo del pub, no me iba a tomar las molestias de cambiarme.

Cuando llego al hotel Rossé Palase me detengo en la recepción donde había una chica en el ordenador al otro lado de la barra. La chica me presta atención una vez que carraspeo.

- Buenas noches- sonríe amablemente- ¿en que la puedo ayudar?

- Uhm... traigo un paquete- sonrío nerviosa. Normalmente uso otro atuendo en las entregas. Al ver su exprecion de incredulidad me aclaro- entrega de ultimo momento- me encojo de hombros.

- Oh, entiendo- dice viendo el ordenador- piso 8 habitación 569- dice. Frunzo el ceño.

- Eh... no se preocupe, normalmente dejo el paquete acá y...- la chica me interrumpe.

- Él quiere que lleve el paquete a su habitación- aclara.

¿Él?

- Ah... bueno... esta bien- digo algo desganada. Me encamino al elevador y aprieto el botón que marca el piso 8. Una vez allí busco la habitación con el numero y una vez en frente toco la puerta con algo de inseguridad. La puerta se abre dramáticamente lenta y un brazo sale agarrándome la muñeca y de un tirón me adentra en la habitación.

Me quedo en shock al no saber que pasa. La habitación esta oscura y aquella persona que me había jalado no la podía ver pero si podía sentir y oír su respiración entrecortada cerca de mi. Estaba nerviosa. ¿Y si me hacía algo? ¿Y si me secuestraba? ¿O... o... y si me violaba? Ai no.

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¡Esto es solo el comienzo!

Voten y comenten si quieren la segunda parte hoy!

Besos!