39. Peleas

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No tenía ni la menor idea de lo que tenía planeado hacer Niall. Me imaginaba miles de escenarios, pero sin duda, el que tenía delante jamás se me hubiera ocurrido.

Niall no parecía el tipo de hombre que estaba dispuesto a pasar el fin de semana en un rancho que quedaba a las afueras de un pueblo en Hudson, pero de alguna manera, tenía que admitir que me empezaba a gustar hacia donde esto estaba yendo.

Me preguntaba si en el rancho tendrían animales y qué especies tendrían, y aquellas preguntas se iban aclarando a medida que avanzábamos por un camino de tierra que llevaba a una casa de madera, y detrás de esta, cinco cabañas individuales, al rededor había muchos espacios abiertos, un granero, un corral para trabajar con los caballos, los cuales yacían pastando.

Disimulo mi emoción para no darle la satisfacción a Niall.

Él frena frente a la casa. Yo le miro interrogante.

- ¿Por qué no te bajas a ver a los caballos?- me sonríe. Yo frunzo los labios y asiento con la cabeza.

Lo veo alejarse hacia nuestra cabaña para dejar nuestras cosas. Esperaba que hubieran dos camas individuales, porque me sentía incómoda al pensar que tenía que compartir una cama con Niall.

Sin más me acerco a la verja de madera y me subo a ella para contemplar a los caballos. Después de un rato uno blanco con manchas grises se me acerca y le acaricio con ganas.

- Deben ser los Horan- dice una voz a mi espalda. Me doy la vuelta y me encuentro con una mujer de unos 30 años de pelo negro y ondulado.

- Si, hola- digo para ahorrarme las molestia de corregirla.

Estrechamos las manos y se pone a mi lado.

- Le agradas- dice, refiriendose al caballo blanco. Sonrío con timidez.

- Es muy bonito, ¿cómo se llama?

- Pegazo- responde-. Tu novio está dentro hablando con mi abuelo, pero pronto vendrá para que eligan el caballo que usarán este fin de semana.

- ¿En serio?- mi rostro se ilumina. Ella asiente con la cabeza sonriente.

- Soy Lorelai, por cierto- se presenta.

- ____-respondo.

***

Sintiéndome levemente incómoda, ambos caminamos dentro del prado donde estaban los caballos guiados por Lorelai y su abuelo, Beck.

El primero en darnos la bienvenida es pegazo, el cual pasa de mi y se pone a olfatear a Niall. Él de forma torpe le acaricia el cuello y sonríe.

- Creo que he sido elegido- bromea.

Me siento un tanto traicionada, pero no lo demuestro.

- Bien, ____, es tu turno- me anima Lorelai. Yo ladeo una sonrisa, sintiéndo que ya desencajaba en ese lugar.

Comienzo a caminar por el prado, los caballos allí pasaban a nuestro lado indiferentes. Mi mirada va más allá y se fija en un caballo solitario que pastaba en una esquina. Era de pelaje café claro y su cabello y cola eran más oscuros. Me acerco a él y alza la cabeza cuando me siente acercándome.

- Ten cuidado, tiene mal humor- advierte Beck, pero yo la ignoro y estiro mi mano hacia su nariz para que me la olfatee, cuando no le veo echarse para atrás me acerco y le acaricio la nariz y el cuello.

- ¿Cómo se llama?- pregunto satisfecha.

- Undano- responde Lorelai mostrándose un tanto sorprendida ante la sumisión del animal ante mis caricias.

Un Lindo Desconocido (Niall Horan) HOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora