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"Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz."

Lucas 8.17

He puesto mi despertador a las cinco de la mañana, dos horas antes de entrar a la universidad. Hace ya un mes que comencé la carrera de Ciencias de la comunicación, he encontrado un cierto don dentro de esa área. Sueño con ser periodista, investigar, documentar, informar, es algo que me apasiona. Pero ante todo, Dios esta primero; es una meta y hábito que he hecho mi pan de cada día todos los días. 

Al momento que suena, abro los ojos, me estiro, sonrió y digo:

ꟷ ¡Buenos días, Espíritu Santo!

Mamá me ha regalado un libro llamado Buenos días, Espíritu Santo de Benny Hinn, y eso me ha inspirado grandemente en querer buscar y encontrar la presencia de Él. Después de salir del culto de la Iglesia, aún absorta por lo sucedido en medio de la presencia de Dios, mamá se ha acercado a mí con una gran sonrisa ofreciéndome el libro que estaba en sus manos. Desde la primera página no he podido dejar de leer, y sorpresivamente quede impactada al encontrarme con que el autor sintió lo mismo que yo percibí del Espíritu Santo; él también pudo oír el lamento del Espíritu Santo por las almas perdidas. Entonces comprendí que estaba en una nueva etapa en mi comunión con Dios. A pesar de todo, tenía que cambiar mis hábitos para poder tener una conexión más fuerte con papá. Lo único que necesitaba es tener fuerza de voluntad y deseos de estar con Él.

Entonces, me puse un hábito de lunes a viernes: me levantaría más temprano y pasaría una hora orando, leyendo, meditando en la palabra. Comenzaría con los evangelios, pero, también leería un capítulo del antiguo testamento por día. Prepare mi escritorio; lápices, cuaderno, marca textos, rotuladores, etc. Todo lo necesario para anotar lo más importante o lo que Dios ha querido comunicarme para la completa transformación de mi carácter, y obvio, para su Gloria.

Este es mi primer día retomando mi devocional, así que ha sido difícil pero emocionante levantarte con la expectativa de lo que Dios dirá el día de hoy. ¿Cómo poder entender y saber el llamado que Él tiene para mí? Necesito estar en comunicación con Dios, esa es la respuesta a todo. Tenía ganas de ser usada por Él, pero a la vez y antes que nada, primero tengo que entrar en una intimidad fuerte para poder saber lo que hay en su corazón y entonces recibir con los brazos abiertos sus mandatos.

Un pasaje en la biblia llamó mi atención, ya lo había leído anteriormente, pero sabemos que en cada tiempo Dios te habla de diferentes maneras con diferentes pasajes aunque hayas repasado varias veces el mismo libro. Dios no habla de la misma manera dos veces. No debemos esperar que Dios nos hable de la misma forma que hace un año, a como les hablo a Abraham, José, David, porque eso fue en su tiempo. Dios habla específicamente conforme a nuestras necesidades a cada persona:

"No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí" Juan 14.1

Dios me estaba diciendo que no dejara que mi corazón se angustiara, sea cual sea la situación. Sabía que esta no era la peor prueba, había mucho más por recorrer, sólo era cuestión de creer en Dios y tener fe. Si tan sólo viéramos el mundo espiritual que se vive en nuestro entorno, podríamos entender demasiadas cosas.

Sonreía en silencio mientras leía y releía aquellas palabras, vino a mi mente un vago recuerdo de cuando mi papá me leía pasajes de la biblia de pequeña. Me di cuenta que quizá podría volver a esos tiempos, de todas maneras, papá ya estaba de regreso en la Iglesia y eso era de aprovecharse. Abrí mis brazos y miré hacia el techo de mi recámara, cerré los ojos y aspiré profundo. Su paz y su amor me inundaron el alma.

Amar merece la pena [TRILOGÍA #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora