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"No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás. Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús"

Filipenses 2.45

En el resto del día dentro del horario de clases, mis pensamientos se arremolinaban una y otra vez con las palabras de la profesora Martha, pero me mantuve en calma. Trate de recordar que mis sueños, pesadillas, o lo que sea, no me definía. Lo que me define es lo que soy en Cristo, y eso basta.

Caminé hacia el campo de soccer, sentándome sobre el césped, aprovechando el tiempo suficiente para leer algo de la biblia. Me puse al día sobre mi devocional mientras me comía unas galletas de vainilla frente a los alumnos que jugaban fútbol.

Eder, con una gran sonrisa sobre su rostro, se acercó hacia mí, me saludo y se sentó a mi lado. No sé qué le pasa, pero estoy segura que tiene algo importante que decirme tras todo el drama que había entre nosotros.

ꟷ Hola ꟷ dije sin volverme, mientras se acercaba lo suficiente.

Eder sonrió.

ꟷ Hola, Aurora, ¿qué tal te va? ꟷ me pregunto.

ꟷ Muy bien. A pesar de todo, he estado bien. Gracias.

ꟷ ¡Mierda! ꟷ exclamó ꟷ Me cuesta decirlo pero lo haré... perdón, ¿sí?

Sonreí. Eder carraspeo.

ꟷ Ya lo sé, la regué... sólo quería ver tu reacción. Perdón, fue muy bobo hacerte esa broma. No pensé que fuera a dolerte tanto. Es más, pensé que eras más divertida.

ꟷ No te preocupes. Te perdono. Olvidemos eso y sigamos adelante, ¿ok?

De pronto me vio fijamente, frunciendo el ceño. Soltó un alarido y suspiró, meneando la cabeza por sí.

ꟷ Me sorprendes, Aurora. Que bondadosa eres. ꟷcomentó.

Todo el mundo se nos quedaba viendo. Cerré la biblia y la guarde en mi mochila, fijando los ojos en los de Eder. Toque su hombro con mi mano y la frote suavemente.

ꟷ Sabes como soyꟷ conteste sonriendo.

ꟷ Me gusto lo que dijiste en clase ꟷ añadió Ederꟷ. Sobre la seguridad que sientes de parte de Dios. Me gustaría saber o entender más sobre eso.

¡Genial! Estaba viendo la manifestación de otra oración contestada; Eder se estaba interesando por los temas de Dios. Mi corazón dio un vuelco pero contuve mi emoción y me limite a seguir sonriendo, no cabía de la gran alegría que me causaba su reacción.

ꟷ Cuando quieras, Eder, lo sabes.

ꟷ Tengo que decirte algo ꟷ confeso Eder, frotando sus manos sobre el pantalón. Parecía nervioso.

ꟷ ¿Qué?

ꟷ En clase de Psicología, tu diste tu punto de vista de la seguridad involucrando a Dios. Y hace un rato, en el almuerzo, nos pusimos a platicar sobre ello Ana, Bertha y yo. Ellas me preguntaron qué opinaba de lo que habías dicho y sobre tus creencias.

ꟷ ¿Y luego...? ꟷ pregunté, escuchándolo con atención.

ꟷ Les pregunte qué porque les importaba mi opinión sobre ti, y ellas... me empezaron a decir que eres muy chocante, que no hay momento en que dejes de hablar de Dios, que todo el tiempo lo metes. Yo me quede pensando, no dije nada, y la verdad eso no me interesa. ¿Y sabes por qué?

ꟷ ¿Por qué?

Él suspiro.

ꟷ Porque yo también creo en el mismo Dios que tú crees, aunque sé que mi forma de vivir sea mala ante la iglesia. Pero, me he preguntado, si Dios me ama aun a pesar de eso.

Amar merece la pena [TRILOGÍA #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora