se mira y no se toca

03

DongHyuck no tenía amigos, en la escuela seguía siendo catalogado como un muchacho raro. Nadie sabía muy bien porqué lo consideraban extraño, pero el punto era que gran parte de la población estudiantil ignoraba su existencia y como él estaba acostumbrado, no había sufrido mucho porque así fue siempre su vida.

Sin embargo fue grande su sorpresa cuando Na JaeMin empezó a hablarle. El chico apuesto formaba parte del grupo de los popular, quizá porque era todo un flower boy o porque sabía que era bonito y le encantaba la atención que recibía por su aspecto. Él era amigo de muchachos más grandes, así que en el curso parecía tan solo como él.

Sólo que JaeMin era un solitario cool y él sólo era DongHyuck.

— Muy bien, ¿ustedes dos harán el proyecto juntos? — preguntó la profesora, ambos asintieron. — Bien, pero necesito que se junten con dos personas más para que todos los grupos sean parejos.

— Uhm... — JaeMin miró a su alrededor, no le convencía nadie.

— Bueno, harán grupo con Huang RenJun — señaló a un chico sentado en el primer asiento, quién los miró asustado. — Y Lee JaeNo— ambos giraron en la cabeza en dirección a un chico que les sonrió.

Durante el almuerzo se juntaron para poder conocerse mejor, JaeNo resultó ser un muchacho bastante agradable. RenJun no hablaba mucho, pero parecía atento a lo que decían y anotaba todo lo que decían. Suponía que por venir de China, hablar se le debía ser un poco difícil. JaeMin era quien llevaba la batuta de la conversación.

— Bueno, entonces yo creo que esto será lo más práctico... — su voz se detuvo mirando algo detrás de DongHyuck. Pronto, JaeNo y RenJun también observaban ese algo. El chico sacó su cara de su brazo para encontrarse con MinHyung mirándolo.

— Eh... ¿Hola?

Mark agarró la botella de agua que DongHyuck había traído y volcó un poco sobre su chaqueta. El chico se exaltó y dió un saltito, sacándose la chaqueta del uniforme en el proceso.

— ¿¡Estás demente o qué!? — chilló el chico.

— El saco te queda feo — contestó, encogiéndose de hombros con una sonrisa ladina en su rostro.

— ¿Ya te dije que eres jodidamente raro?

— Me caí de la cama cuando era chiquito — añadió divertido, antes de irse.

Donghyuck lo miró feo, mientras se volvía a sentar refunfuñando.

— ¿Ese es Mark Lee? — preguntó RenJun. JaeMin asintió antes de girarse hacia DongHyuck.

— ¿De dónde lo conoces? — inquirió, lleno de curiosidad.

— Uh, soy amigo del hijo del novio de su mamá.

— Eh... Se llevó tu chaqueta — comentó JaeNo. Señalando al chico rubio que caminaba lejos con el saco al hombro.

— Maldición, jodido canadiense loco.

— Tal vez quiere que lo busques — pensó en voz alta JaeNo. Donghyuck lo miró, eso no quitaba que fuera malditamente raro.

— ¿Y ustedes dos...? — preguntó JaeMin.

Donghyuck se puso colorado y sacudió vehementemente la cabeza.

Decidió que iba a buscarlo a la salida, debido a que ese día no tenía ninguna actividad con el Coro estudiantil. No sería el primer ni el último chico en preguntar por Mark Lee, sus compañeros le dijeron que seguramente estaría en algún salón vacío del cuarto piso debido a que no estaba inscripto en ningún club.

El cuarto piso resultaba aterrador cuando no había nadie. Subió con cuidado, con temor de que alguien le retara por no estar ahí cuando no había nadie ni tenía algo que hacer ahí. Pero se asustó cuando vio un chico corriendo en dirección contraria, suponía que tenía que estar corriendo del lobo escondido en uno de los últimos salones.

Cuando llegó allí, abrió silenciosamente la puerta. Mark estaba sentado en una silla con sus piernas sobre la mesa y su cabeza echada hacia atrás. Con sus brazos sobre su cabeza cubría sus ojos. Tenía algunos botones de su cabeza desprendida y había un aroma extraño y pesado en el ambiente.

El chico movió sus brazos y lo observó, luego puso una sonrisa.

— En tu casa usas una colonia distinta, más dulce. No te reconocí éste aroma.

— Es mi perfume de sociedad — hizo una pequeña broma, sentándose al lado del mayor.

DongHyuck deslizó su mirada por el cuerpo de Mark, había una mancha extraña sobre su camisa, casi sobre su cinturón desprendido.

— Estoy esperando que esta porquería se seque para irme — comentó, divertido ante la obviedad de la forma en que lo observaba.

— ¿Por eso es el aroma raro? — preguntó dubitativo.

Mark parecía muy entretenido con su curiosidad.

— Me había olvidado que eres muy joven — dijo, pero sintió que fue más para sí mismo que para DongHyuck.

— Vine por mi saco, Makku — habló, buscándolo con la mirada.

— Está aquí — le mostró, sacándolo de su mochila. — Pero, tengo dos condiciones para dártelo.

DongHyuck frunció el ceño.

— La primera, es que me des tu número — el menor asintió, no parecía algo muy complicado. — La segunda, es que digas bien mi nombre.

— Lo estoy diciendo bien, tonto — frunció el ceño. —Makku.

—Mark.

—Makku.

—Mark.

—Makku.

—Sin el "kku" — habló el mayor, frunciendo el ceño.

—Entonces Mak — la sonrisa que le dio, evidenció que evidentemente le estaba molestando.

— Estás buscando que nunca te devuelva tu chaqueta.

— Me quedo con la tuya entonces.

— ¡Sólo tienes que decir bien mi nombre!

— Aquí tienes mi número, Lee MinHyung — le dejó su número anotado en un papelito y tomó su chaqueta.

— ¿Me dejarás aquí solito?

— ¡Te lo mereces por tirarme agua!