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RenJun suspiró pesadamente, ChenLe lo había tenido todo el día paseando por la ciudad, hablando mandarín a los gritos, mientras compraban las cosas que necesitarían para el año escolar. Lo tiraba de un lado a otro y usualmente eso sería agradable, si no estuviera tan preocupado.

Primero porque la gente los miraba raro cuando hablaban en su idioma natal, así que RenJun le contestaba en coreano, intentando que ChenLe se acostumbrara a hablar así siempre, porque incluso si podía comunicarse en una conversación básica, en su forma de hablar se seguía notando que era exageradamente chino.

—  ¡Lele-yah, deja de correr! ¡Las tiendas no se cerrarán!—  exclamó RenJun, medio agotado de tanto perseguir al muchachito. 

— ¡Pero quiero zapatillas nuevas!

— ¡Yah, mocoso! ¿Tu padre sabe que te estás comprando todo esto? 

— Por supuesto, insistió en que me acompañaras para que no compre tonterías.  

— ¿Y por qué no llevas las bolsas tú?

— Porque estoy tomando esto— señaló su batido.  

Su siempre alegre primo, miró algo que estaba detrás de él y de pronto jaló de su brazo, escondiéndose detrás de RenJun mientras le obligaba a dar pasos hacia atrás. Así que él miró a su alrededor, dándose cuenta de que JaeNo estaba caminando exactamente hacia donde él estaba, pero junto con unos sujetos que parecían bastante intimidantes, aunque estaban todos vestidos elegantemente. 

No parecían pandilleros, pero sabía por la forma en la que caminaban que le darían una paliza a cualquiera que causaba problemas. 

Qué miedo que dan esos tipos— susurró en su idioma natal, mirando por encima del hombro de RenJun.  

— E-es un amigo mío— respondió el mayor, dándole un codazo suavecito para recordarle que no hablara en ese idioma. 

— ¿¡Qué? 

Además es el chico que me gusta, pensó.  

— Hola, Ren— JaeNo se acercó, sonriendo suavemente, ChenLe casi llora al verse rodeado de ese grupo de gente.

— Hola, JaeNo— RenJun se balanceaba sobre sus pies, sonriendo también. Entonces, con la tos falsa de ChenLe, se acordó de su existencia.— Ah, éste es ChenLe, mi primo. 

ChenLe hizo una reverencia y se fue a mirar una vidriera, como apurándole para que se largasen de allí. Igual y no iba a hablarle a JaeNo, así que solo estaba siendo un niño.

— Estaba comprando una mochila nueva porque estaba hecha trizas la del año pasado, pero ya la tengo así que... quizá podríamos ir a tomar algo a esa tienda que se abrió aquí— señaló el sitio en el que ChenLe había comprado su batido y al que RenJun se había negado a entrar media hora atrás. Pero se encontró a sí mismo moviendo la cabeza encantado. 

ChenLe, parado a unos metros, rodó los ojos, ¿qué hacía su primo hablando con ese tipo que gritaba "peligro" por todos lados?

— Oh, déjame te ayudo con esto— JaeNo tomó con suavidad las manos de RenJun, para luego tomar las bolsas que él cargaba. 

En el centro comercial no habían muchas personas, así que pudieron caminar tranquilamente, aunque estaban siendo seguidos de cerca por aquel grupo de hombres. JaeNo le contó en un murmullo que su padre recibió una visita poco agradable y que, desde entonces, se había puesto un poco paranoico. ChenLe solo los seguía con mala cara. 

— DongHyuck dijo que podríamos ir a la playa este fin de semana, no antes, porque JaeMin está trabajando en ese café y tú ayudas con uno de los restaurantes de tu papá, ¿verdad? 

— Sí, pero estaría bien, si tomamos un tren en media hora estaremos en la playa... ¡Oh! Mi padre tiene una cabaña cerca de una playa en Incheon. Podemos pasar el fin de semana ahí. Puedes invitar a tu primo y a tus amigos, si los demás no tienen problemas. 

RenJun le echó una mirada a ChenLe para que quitara esa expresión de su rostro, pero JaeNo parecía divertido con la actitud del chico. 

— Generalmente diría que no conozco a nadie más a quién invitar, pero hay un chico trabajando en el restaurante en el que yo estoy, que es bastante simpático... Bueno, no lo sé, pero tiene un humor interesante— comentó JaeNo.— Tiene un año menos, así que se llevará bien con él. 

— ¿Escuchaste, Lele? Podrías venir con nosotros, conocerás a alguien de tu edad, ¿no es emocionante? 

— No. 

RenJun puso mala cara.

— JiSung siempre ha vivido en Seoul, así que sería su primera vez conociendo el mar— le diré a los demás. 

— Ya que tú pondrás la casa, entre los demás podemos encargarnos de la comida y la bebida— comentó RenJun, pensando qué cosas podrían llevar. 

— DongHyuck va a querer carne cerdo y JaeMin va a querer ese chop... Chop algo, que le cocinaste la otra vez. 

— Quiero ramen— masculló ChenLe. 

— ¿No consideras ingerir otra cosa cada vez que estés conmigo? 

— Invitaremos a Mark aunque DongHyuck no quiera. 

— Eres una mala persona, Huang RenJun— JaeNo lo acusó, entre risas. 

— ¡Soy el mejor amigo que tienen! Alguien debe empujarlos para que se acerquen. Además, de paso le digo a YukHei y a JungWoo que vengan. JungWoo-hyung necesita relajarse un poco.

Uno de los hombres se acercó y le dijo algo a JaeNo. 

— Bueno, me tengo que ir, pero nos veremos pronto. Cuídate, Ren— rodeó la mesa, solo para poder abrazar fuertemente al más bajo. 

RenJun colocó sus brazos alrededor de la espalda de JaeNo, abrazándose quizá más tiempo del normal porque tanto el hombre como ChenLe pusieron mala cara. Así que ambos se separaron un poco avergonzados.  

se mira y no se tocaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora