— Lo bueno es que ya no tienes esa marca ahí en tu brazo, en este gimnasio siempre hace calor, por más que hayan menos veinte grados fuera— habló JaeMin, desparramado sobre las gradas.
JaeNo jaló de la manga corta de su remera, él no se fijaba, pero efectivamente ya no había ni rastro. JaeMin dejó de sonreír mientras miraba algo que ocurría justo detrás del otro muchacho sonriente. El mayor -por un par de meses- se volteó lentamente, siguiendo con los ojos lo mismo que su amigo estaba mirando.
— Eh, son los mismos imbéciles que le tiran pelotazos a RenJun— el menor frunció el ceño. No entendía como es que el profesor de gimnasia no decía absolutamente nada. Luego miró en su dirección, el hombre estaba muy entretenido con su teléfono móvil como para notar que prácticamente estaban jugando quemados contra el pobre extranjero.
JaeNo suspiró pesadamente, no solo eran los mismos tipos que jugaban brusco contra él, también eran los muchachos a los que le había dado una paliza un par de meses atrás. Pero a él no le gustaba la idea de tener que recordarles que seguía allí y que RenJun era uno de sus amigos, después de todo, no era una persona violenta y había odiado tener que hacer aquello por orden de su padrino.
No puedes dejar que un grupo de iljins te ande fastidiando, JaeNo-yah. Sigue siendo parte del territorio de tu familia y ningún pandillero tiene derecho a molestar a tus amistades allí. Aunque, por supuesto, él no le había aclarado que golpearon a Mark Lee porque Lee DongHyuck llevaba un labial en su cartuchera, ni que RenJun era chino.
Se paró, dejando el abrigo de RenJun que había estado sosteniendo sobre el asiento. JaeMin vitoreó, gritando que le diera su merecido a esos tontos. Pero él simplemente sonrió, parándose al lado del extranjero, deteniendo el pelotazo y haciéndolo pasar al otro lado de la red. Ninguno de sus compañeros se había animado a interferir con las trayectorias porque era tan obvio que querían golpearlo.
— Kim, a descansar. Tengo ganas de jugar ahora— sentenció JaeNo, el compañero aludido lo miró entre agradecido y asustado, pero salió corriendo en cuanto le dio la orden.
JaeNo miró a RenJun por encima de su hombro, sonriendo en su dirección y guiñándole un ojo. El mayor bajó su rostro lleno de pena, pero con una sonrisa agradecida. No era divertido correr para evitar que le pegaran directamente y no era realmente bueno con eso de jugar al volley, así que no podía frenar las pelotas con sus brazos.
DongHyuck seguía corriendo como condenado alrededor de la gimnasia, porque le había contestado mal al profesor, así que lo había castigado haciendo que corriera veinticinco vueltas si no quería ir a detención luego. Por lo que JaeMin era el único que estaba sentado como si estuviera en plenas vacaciones. Entonces, se acordó de algo. ¡Pronto le darían un par de días libres por las festividades!
— ¿Qué harán en Año Nuevo? ¡Podríamos pasarla juntos!— canturreó Nana, aplaudiendo felizmente.
— No puedo pensar, estoy muerto— respondió DongHyuck, tirado sobre el piso de madera.
— El Año Nuevo lo pasaré aquí, pero durante el Año Nuevo Lunar iré a mi ciudad natal— respondió RenJun, sujetando su propio brazo, le habían dado un golpe fuerte ahí.
— Yo no tengo ningún plan, mi papá no celebra ninguna festividad— JaeNo se encogió de hombros.
— Si el muerto no tiene ningún plan, podríamos organizar una cena.
— No tengo ningún plan— la voz de DongHyuck sonó ahogada porque seguía con su cara contra el piso.— La Navidad la pasaré con chicos con los que vivo, porque es su tradición.
— ¿Puedo ir con ustedes?— preguntó JaeNo.— No quiero estar solo en Navidad.
— Claro que sí— DongHyuck se incorporó de un salto y le dio una sonora palmada en la espalda. JaeNo se retorció.— Aunque luego de la cena la mayoría de los hyungs tienen planes. Creo que Johnny se la pasará con su novio, YoonOh con un chico que Chittaphon odia y creo que él traerá a Yuta a casa.
— ¿Los chicos con los que vives salen con otros chicos?— preguntó RenJun, con cierta cautela. Todos se miraron entre sí. DongHyuck soltó una carcajada.
— Ah, sí.
— ¿Jung YoonOh sale con un chico?— preguntó JaeNo, divertido.
— Eh...— DongHyuck sintió que lo había arruinado a lo grande.— ¿N-no?
— Tranquilo, mis labios están cerrados— JaeNo palmeó su espalda suavemente.
RenJun hizo una mueca.
— ¿A ninguno de ustedes le molesta eso de la... homosexualidad? — preguntó el extranjero.
— Me da lo mismo— JaeMin se encogió de hombros, sonriente.— Es decir, no me parece algo especial y no entiendo por qué la gente se pone tan sensible con el tema. Gustos son gustos.
— Se supone que debería estrar en contra... por lo que piensa mi familia— comenzó a hablar JaeNo, mientras jugaba con los cordones de sus zapatillas.— Pero no es así.
— Oh, vaya. ¡Genial!— RenJun parecía haber dejado de ser un fantasma con tanta alegría.
— ¡Ah! Si no tienes con quién pasarlo. También podrías venir a mi casa, RenJunnie— propuso DongHyuck.
— Pasaré la cina con mis tíos, pero podría ir más tarde si es que pueden llevarme.
— Oye, ¿estará Mark Lee?— preguntó JaeMin, con una sonrisa juguetona.
El rostro de DongHyuck se puso furiosamente rojo y comenzó a tartamudear.
— ¿C-cómo se supone que yo sepa eso? Seguro pasa las fiestas con su mamá.
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se mira y no se toca
FanfictionPor más que le guste muchísimo Lee DongHyuck, Mark Lee sabe que no pueden estar juntos. Y no es sólo por la amenaza de Johnny, su madre lo mandaría de regreso a Canadá si se entera que le gusta un chico... al que le gusta vestirse de chica. ❥ nct...