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DongHyuck acomodó la falda larga llena de enormes flores, YoonOh había bromeado con que parecía gitana y él no hizo más que bromear al respecto y dar giros como Cenicienta. Realmente le gustaba, estuvo todo el día ayudando a los mayores con la limpieza del departamento y era bastante gracioso ver a Chittaphon con un pañuelo en la cabeza huyendo de las arañas mientras sacudía con su plumero.

Cuando terminaron de limpiar, YoonOh se comprometió a hacer una cena bastante buena, por lo que todos salieron a hacer diversas compras. Ten fue a buscar helado, mientras Johnny y YoonOh fueron a la tienda de convivencia.

DongHyuck se echó sobre el sofá, dado que tendría que esperar a los demás para poder cenar. Dado que había salido bien en el letal examen de inglés, estaba contento. Prendió el televisor, estaba colocado en el canal de noticias gracias a que el aburrido de YoonOh era básicamente el dueño y amo absoluto del control remoto. Rodó los ojos y lo puso en un volumen bajito, ese chico necesitaba aprender a divertirse o se convertiría en piedra un día de estos. 

Tomó su teléfono y llamó a su hermano, contándole las buenas noticias. Le contó acerca del examen y de sus amigos, la situación un tanto tormentosa en su escuela e incluso sus dudas acerca de la legalidad del trabajo del padre de JaeNo. Incluso si ahora su hermano formaba parte de ese "mundo" de gente rica por estar casado con YooBi, seguían teniendo la misma confianza de contarse absolutamente todo sin ningún prejuicio. Incluso si no era algo bueno sobre personas que probablemente él conocía.

... Otro restaurante de la cadena de la Familia Choi de Daegu fue atacado esta semana. Se presume que los violentos asaltantes pueden tener algo personal contra los dueños, así que están investigando a todos los ex empleados...—   DongHyuck dejó de hablar y le colgó rápidamente a su hermano. Puso más fuerte el volumen de la televisión. Pero parecía que ya habían cambiado de tema.— Las acciones del conglomerado LJ subieron hoy en la bolsa, gracias a su alianza con los conglomerados Song

 — Oh, mi padre no debe estar nada feliz— comentó YoonOh. Asustando a DongHyuck. ¿Cuándo había regresado?

— ¿Por qué...?

— Él quería hacer negocios con los Song. Ya sabes, todas esas cosas tubieras que no me gustan. Pero ambos tienen esa imagen "tradicional y nacionalista"— YoonOh sacudió su cabeza, con una sonrisa no tan feliz en su rostro.— En serio deberías buscarte otros amigos, DongHyuck. No me escucharás dos veces intentando protegerte... Ah, oh. También tu amigo el chino. 

DongHyuck lo miró con pánico.

— Vamos, es la prepa, puedes simplemente dejar de hablar con alguien sin dar mayores explicaciones.

El menor hizo una mueca. JaeNo le caía muy bien y no parecía que fuera de la misma calaña que el resto de su familia. Pero el problema no era tanto él, era más bien, RenJun.

— ¿Y qué pasa si hay un alguien... que siente algo... por Lee JaeNo? 

YoonOh lo miró con una ceja enarcada, iba a abrir la boca cuando terminó de procesar lo que acababa de decir. Pero el grito de Ten hizo que guardara silencio.

Oh my God! ¡Te gusta tu amigo el guapo!— Chittaphon exclamó, soltando el helado que Johnny recogió y lo metió en el refrigerador. Por supuesto, DongHyuck no notó que Mark había ingresado al departamento detrás de YoungHo.

—  ¿Q-qué? ¡Claro que no!— respondió rápidamente con su rostro totalmente rojo. Su cara se abochornó incluso más cuando notó la mirada pesada de MinHyung sobre él.— U-un amigo gusta de él. 

— Ese es el cuento más viejo de la historia— habló Johnny, desde la cocina.

— Cuento chino— canturreó YoonOh, sin molestarse en aclarar nada y dirigiéndose bastante rápido a la cocina. 

Mark, demasiado serio, le hizo caso a Chittaphon cuando le pidió que se sentara con él a ver una película mientras esperaban que la cena estuviera lista. Por supuesto, Johnny se estaba burlando de que la mamá del canadiense lo hubiera mandado allí porque quería tener una cena con su padre. 

DongHyuck buscó la mirada del mayor en un par de ocasiones, pero el rubio insistía en quedarse allí, mirando la televisión tan fijamente que era obvio que lo estaba ignorando. Extrañamente, su corazón se sentía pesado, como si hubiera hecho algo muy malo, pero no sabía exactamente qué.

— Oh, ¿qué es este paquete rosado?— preguntó Chittaphon con sus ojos brillantes por la curiosidad.

— Nada importante— respondió Mark de mala gana.

se mira y no se tocaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora