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Mark se despertó como siempre: sin saber muy bien qué día era o si era de noche, de madrugada o si acaso ya había caído una invasión zombie como en esas películas que SiCheng adora mirar. 

Antes de siquiera fregarse un poco los ojos, estiró la mano hacia la mesita de luz y tomó su teléfono. Entre las varias notificaciones, su mirada de iluminó cuando notó un mensaje de DongHyuck. Era imposible no verlo cuando el pelirrojo mismo había colocado un montón de corazones en su apodo para que no luzca tan "seco". Sonrió de lado y abrió el mensaje. 

Leyó el primer renglón, después el segundo. Cuando terminó de leer el mensaje había algo que ya no estaba dentro de él, una sensación asfixiante dentro de su pecho. Sin importar cuántos mensajes mandó o cuántas veces llamó al menor, él no le atendió. 

Se cepilló un poco los dientes y tomó el primer bus que lo llevaba a la casa del muchacho. 

Yukhei lo notó salir corriendo y se preguntó si acaso tenía que decirle que había visto a DongHyuck en el edificio más temprano.

  — Debe saberlo ya, es su novio, ¿no? — masculló SiCheng. 

Kun hizo un gesto, apretando los labios. 

Ningún adolescente que conozca elegiría levantarse a las ocho de la mañana  para cargar cajas. Pensó que DongHyuck había elegido ese horario sabiendo que Mark estaría en el quinto sueño. 


Mark tocó incontables veces el timbre, hasta que Chittaphon salió a atenderlo por el balcón con mucha mala cara. El sonido de la puerta abriéndose hizo que el canadiense saliera disparado hasta las escaleras y de allí hasta el departamento. El tailandés lo estaba esperando con cara de pocos amigos. 

— Estaba mateándole el trasero a YoonOh en ese videojuego y gracias a ti, perdí. 

— ¿Puedo pasar a ver a DongHyuck? 

El muchacho más bajito frunció el ceño, bastante confundido. 

— No seas tonto, Mark, ¿vivir en modo vampiro te afectó el cerebro? DongHyuck ha estado preparando su mudanza desde hace como una semana. 

Sus ojos se abrieron muchísimo. 

— ¿Q-qué? 

— ¿No lo sabías? —  la expresión del tailandés cambió radicalmente, como si se sintiera profundamente arrepentido de haber hablado. No necesitó que el pelinegro le respondiera con palabras para saber que no tenía ni la menor idea. 

— ¿Sabes a dónde se mudó? No contesta mis llamadas. 

— No, ninguno de nosotros sabe. Solo sé que junto todas sus cosas y se fue. Tampoco es como que tuviera muchas... Como sea, YoonOh le preguntó a su hermana, que le preguntó a su esposo, si sabía que Hyuck estaba mudándose y dijo que sí, aunque ni él ni su padre le dieron permiso. Pero Johnny dijo que le dejemos irse. No estaba muy convencido, pero dije "Si John lo dice, debe ser porq..."

— ¿Johnny le dejó irse y no me avisó nada?  

Chittaphon decidió que mejor iba a callarse.

Mark marcó el número de Johnny y él tampoco lo atendió. 

— Maldición, Ten. ¿Dónde está Johnny? 

— ¿Con TaeIl? ¡No estamos casados! ¡No tengo por qué saber lo que hace todo el día!   

— ¿Sabes dónde vive TaeIl?  

— Creo que he metido mucho la pata hoy, así que te le preguntaré a Yuta, si es que él sabe. Espera — mintió. 

Chittaphon observó de reojo al canadiense, que iba y venía en el estrecho pasillo. No sabía si estaba bien ayudarlo. Lo peor es que no entendía nada. Johnny no haría algo para dañar a alguno de los dos. 

Para: fatass
Mark está a punto de tener una crisis nerviosa aquí
Y está preguntando dónde vive TaeIl porque le dije que estabas con él

De: fatass.
TaeIl me va a matar

Tardó un momento en escribir el siguiente mensaje. 

Mándale su dirección. 
Necesito un poco más de tiempo. 

¿Debería preocuparme?

Johnny miró el mensaje pero no respondió. 

  — Aquí tienes, Marku. Espero que puedan hablar bien... Y pronto.  

Mark volvió a correr en cuanto tuvo la dirección. Por suerte, la casa de TaeIl no estaba muy lejos. 

El edificio era mucho más modesto. De alguna forma, encajaba con la personalidad de ese hyung. Cuando consiguió dar con la puerta indicada, tocó presuroso. 

  — ¡Vooooy!— canturreó una voz. Un minuto después, TaeIl se mostró con una sonrisa tranquila, pero después un poco sorprendido.— Oh, Mark. Qué sorpresa verte por aquí, ¿quieres pasar? 

— Tengo que hablar con Johnny — sentenció, mientras se adentraba en departamento. 

El mayor lo miró de reojo, sosteniendo la expresión calmada incluso si se sintió extraño porque el canadiense simplemente pasó por delante de él buscando al otro americano. Así que a eso se refería John con su mensaje... Entrecerró los ojos. Iba a matarlo. 

 — Fue... a... — observó el reloj colgado en la pared.— Comprar un pastel. 

 Mark lo observó como si tuviera monos en la cara. Se acercó peligrosamente al mayor. 

  — DongHyuck me dejó con un jodido mensaje. Me acabo de enterar que se mudó sin siquiera avisarme. Lo llamé toda la tarde y no me atiende. Johnny tampoco me atiende y siento que él, Ten y tú me están ocultando algo. Estoy a punto de explotar, ¿va? Ahora. Dime. Dónde. Está. DongHyuck. 

  — No sé donde está DongHyuck. Generalmente cuando hablo con John no le pregunto acerca del ex novio del sujeto que dentro de dos meses será su hermanastro, ¿entiendes? La próxima vez que me hables en ese tono te enseñaré a tener un poco más de respeto por tus mayores — TaeIl apuró una sonrisa.— ¿Todos en tu familia tienen la costumbre de ser descorteses con quien no tiene nada que ver con sus problemas?— se paró al lado de la puerta y la abrió.— Vete. 

Mark salió maldiciendo por lo bajo. Se sentó un momento en las escalinatas, sujetando su cabeza entre sus manos. No había comido nada y recibió un mensaje de YukHei preguntándole si iba ir a trabajar o si quería que lo cubriera. 

"Cúbreme"

Era algo que YukHei estaba esperando, tomó sus llaves y salió del departamento. En eso, se topó con RenJun. 

— YukHei. No se te ocurra decirle a Mark que viste a DongHyuck aquí. 

— ¿No es un poco tonto esconderse justo en frente de él? Porque hasta yo pienso que lo es. 

— No se está escondiendo, estúpido. No quiere vivir con los otros chicos porque siente que ellos se están privando de muchas cosas por tenerlo ahí rondando y yo también creo que me sentiría del mismo modo. He estado viviendo solo en este departamento por mucho tiempo precisamente porque no quería ser una carga para nadie. Agh, no importa. Solo no le digas. Puedo lidiar con un DongHyuck depresivo pero no voy a soportar peleas de parejas. 

RenJun suspiró. 

— No digo que esté haciendo las cosas bien. Pero hace lo que puede con las herramientas que tiene.


***  

Yo sé que todo parece un poco liado, pero esto es un poco como un desahogo personal porque creo que a todas las personas en algún momento les habrá sucedido, el tener ganas de tirar todo alv y estar sin nada ni nadie un rato. Como un especial, subiré más tarde el próximo capítulo, sobre una charla sincera entre RenJun y DongHyuck. 

Y no puedo dejar de agradecer a todas las personas que le han vuelto a dar una oportunidad a esta historia T T <3

se mira y no se tocaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora