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Antes de que los hyungs se despertaran, él se levantó y se fue tan sigilosamente como pudo. Evidentemente, alguien los había tapado por la noche pero no le incomodaba que lo hubieran visto, todos en esa casa (menos DongHyuck) sabían de sus sentimientos por el muchacho. Pero no podía sencillamente quedarse y verlo despertar, porque no. No le correspondía. 

Su madre, casi en una crisis histérica cuando le respondió una llamada, lo recibió entre preocupada y molesta. Mark le dijo que había pasado la noche en la casa de un amigo de la escuela porque no soportaba ver que pudiera dañar a la primera persona que fue amable con él, John Seo. Por supuesto, su madre se tragó enterita la mentira. 

Johnny fue a visitarlo por la mañana, dado que no tenía clases y su madre estaría trabajando, así que no los molestarían. El estadounidense se acomodó en aquel puff que había en su habitación, la canción de Artic Monkeys que sonaba en el fondo, se le hacía conocida pero no recordaba su nombre. Lo único que podía decir es que Mark estaba raro. 

— Ya te dije que no me molesta, aunque no pretendo tener una relación más cercana con ella—   insistió, jugando con esas pelotitas anti-estrés de un llamativo color naranja flúor.

— Y sí, ni yo quiero ser cercano a ella ahora— bufó Mark, haciendo rebotar otra de esas pelotas contra la pared.  

— Hey, en Navidad iré a cenar con mi mamá— Mark sonrió contento de que al fin YoungHo se reunierá con ella. El muchacho mayor también lo hizo.— Pero luego, podrías venir a casa si no quieres quedarte toda la noche aquí. Aunque no sé si tu mamá te deje teniendo en cuenta que soy una mala influencia ahora— añadió riendo.  

— No importa lo que piense, decidí que haría lo que quisiera dado que a ella no le interesa ser un poco respetuosa con la gente que aprecio— Mark se encogió de hombros.— Así que si iré... ¿DongHyuck estará en casa? 

Johnny lo miró, con una ceja enarcada, muy divertido.  

— Claro, no tiene planes de volver a su ciudad natal de momento— respondió tranquilo, pero con la misma sonrisa juguetona.

Mark hizo un gesto, para restarle importancia. Pero sí era muy importante que DongHyuck estuviera allí. Era bastante incómodo hablar eso con Johnny, primero porque era casi como su hermano y también era casi como el hermano del menor. Así que era raro por donde le viera. MinHyung decidió que tendría que conseguir nuevos amigos. 

— Oye, iré a tomar algo esta noche, ¿quieres venir conmigo? 

— ¿Un lunes?

— ¡Son vacaciones, no importan los días! 

— Paso, me gusta estar sobrio e iré con a cenar con Taeil.

— Uh, te volviste totalmente su perrito faldero— entre risas, el rubio le tiró la pelotita.

— Así es estar enamorado, mi querido Lee— Johnny se encogió de hombros, mientras tomaba su chaqueta.— Cuando DongHyuck te corresponda, lo entenderás.

La sonrisa de Mark se borró de su rostro. 

Deja de decir estupideces.

— Hey, no te lo tomes tan a mal. No es lo peor del mundo tener exclusividad con una sola persona—dijo Johnny mientras se paraba. 

Mark frunció el ceño, hace bastante tiempo no estaba con alguien, o bastante tiempo para él. Más allá de que se había besuqueado con un par de chicos. Desde que se había hecho cercano a DongHyuck

Anotó mentalmente solucionar eso por la noche. Quizá, si volvía a su propio estilo, se le pasaría la estupidez y el niño de ojos brillantes dejaría de ser en lo único que pensaba durante cada segundo de cada día. 

se mira y no se tocaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora