Los dos muchachos se bajaron corriendo del colectivo, porque había comenzado a llover torrencialmente. En algún momento en el que entraron al edificio, JaeNo cargó a RenJun con la excusa de que no quería que se resbalara por sus zapatos. Se metieron en el elevador y el extranjero decidió que era un buen momento para hacer todo lo que se había estado muriendo de ganas por hacer.
Como besar a Lee JaeNo hasta el cansancio.
Y no creía que pudiera cansarse de eso.
Cuando las puertas del elevador se abren, haciendo un ruidito, los dos estaban preparados para seguir en lo suyo. Pero, afortunadamente, se dieron cuenta que habían dos personas ahí.
A RenJun casi se le cae el alma cuando ve a Mark parado al lado de su mamá.
Se baja (o JaeNo lo suelta por el pánico) y se acomoda la ropa, ambos con el rostro increíblemente rojo. Se paran uno al lado del otro y hacen una profunda reverencia, que se repite mientras la expresión de miedo también está presente en el rostro de Lee MinHyung. La mujer los sigue mirando con el rostro a cuadritos por la sorpresa.
Mark detiene el elevador con la mano y ellos dos se apuran a salir.
— ¿Estos son tus vecinos, MinHyung?— pregunta la mujer.
El pensar a su hijo en esa situación con el otro muchachito Lee le hace hervir la sangre. Piensa que es horroso, pero no dice nada, sólo lo refleja en su expresión. Por lo que Mark pasa de la sorpresa al hartazgo.
— Sí. Y son los mejores del universo.
Entonces se da la vuelta y regresa por el pasillo, siendo seguidos muy de cerca por el dúo que sigue abochornado.
— P-pensé que no te hablabas más con tu mamá—masculló JaeNo.
— Ese era el plan, pero por el bien de mi relación decidí hacer las paces con ella.
— Ah, eso es... Bueno—dice RenJun, tanteando en el bolsillo de su abrigo, dónde lleva las llaves de la casa.
— Yo pensaba que tú todavía no te habías confesado—acotó Mark enarcando una ceja.
— N-no lo he hecho. Bueno. Adiós.
Metió de golpe a JaeNo dentro de su departamento y Mark soltó una carcajada. La puerta se cerró con la misma prisa.
Por otro lado, YukHei asomó su cabeza. Mark le hizo una seña de que ya era seguro que pudiera salir para ir a su trabajo. La mamá del canadiense le daba mucho pánico.
— Bro, no me da buena espina que haya venido justo antes de las vacaciones.
— Supuestamente es para dejar las invitaciones para la boda—el pelinegro se encogió de hombros.
— Triste que no pueda estar ahí para hacerte de apoyo moral.
— No te preocupes, Xuxi. Te la pasarás mil veces mejor en China con Kun-hyung.
— Además, sé que aprovecharás bien mi ausencia — YukHei meneó sus cejas antes de soltar una risotada. Mark le dio un golpe en el hombro.
— ¡YukHei, deja de molestar al chico y vete a trabajar!— exclamó Kun, parado de brazos cruzados sobre la puerta del departamento.
— Sí, Señor—hizo un saludo miltar y se fue.
Pero lo cierto, es que Mark también tenía un mal presentimiento. Rascó su cuello y sintió su celular vibrar.
Sonrió bobamente cuando le llegó un mensaje de DongHyuck, olvidando todas las malas ideas que se habían estado acumulando en su mente hasta segunodos atrás.
— Mark, igual, si tienes problemas con tu mamá. Puedes llamar a SiCheng, sé que es un tanto estoico, él no vendrá con nosotros a casa, así que puedes contar con él— el muchacho le dio una palmadita en el hombro.
¿Desde hace cuánto su madre se había vuelto alguien de quien se tenía que cuidar?
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se mira y no se toca
FanfictionPor más que le guste muchísimo Lee DongHyuck, Mark Lee sabe que no pueden estar juntos. Y no es sólo por la amenaza de Johnny, su madre lo mandaría de regreso a Canadá si se entera que le gusta un chico... al que le gusta vestirse de chica. ❥ nct...