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Mark da vueltas en su taburete mientras espera que su jefe al fin le dé permiso para irse, ya ha sido su hora desde hace tiempo, pero como el sitio estaba tan ocupado, el dueño está atareado y todavía es un "novato" como para irse ni bien toca su hora.

Pero, eso le da tiempo para pensar al respecto de las palabras de YukHei. Él claramente le dijo que tenía que pensar bien las cosas con respecto a lo que quería hacer con DongHyuck antes de actuar y hacer estupideces sin pensar.

"DongHyuck es joven, comenzará su segundo año en la prepa, si bien no manejan una gran diferencia de edad, ¿no crees que es un período complicado? Tú ya no eres un niño como para andar jugando. En serio me gusta para ti, pero tienes que hacer las cosas bien si quieres hacerlas".

Algo que formó parte de una conversación mucho más larga, en la que hablaron de muchas cosas. Claro, la cosa sería distinta si ambos tuvieran la misma edad, pero como el pelirrojo todavía iba a la escuela, sencillamente no podía arriesgarse a arruinarlo todo por hacer las cosas sin pensar.

Mark suspiró pesadamente, DongHyuck realmente le gustaba.

Pero YukHei tenía razón. Cuando comenzara las clases practicando dejarían de verse de nuevo porque él entraría a trabajar un rato luego de que el chico vuelva de las clases. Y eso solo era el principio.

Mark nunca había tenido una relación seria en toda su vida, así que le daba un poco de pánico todas las responsabilidades que eso implicaba y cuanto más lo pensaba, más aparecían. Pero puede que su mente funcionara mal por la hora.

Yendo a casa en autobús, pensó que las otras personas lo hacen parecer tan fácil. Pero él es complicado y entiende todo de forma complicada.

Lo que más le daba pánico era la sola idea de lastimar a DongHyuck de algún modo.

"Además nunca conversaron al respecto, ni tú, ni él. Sé que parezco fatalista, ¿pero siquiera sabes si le gustas seriamente?"

Por supuesto que a él le gustaba seriamente, pero ciertamente nunca se lo había dicho y ni siquiera se comportaba como si eso fuera cierto. El golpeteo del autobús hacia que le doliera la cabeza, esa que estaba apoyada contra el vidrio.

También, como YukHei le dijo, sería más sencillo continuar con su estilo de vida como antes de conocer al pelirrojo. Pero, incluso si era exageradamente cursi siquiera pensarlo, no era algo a lo que quisiera volver.

Se pasó de su parada y continuó allí un par más, hasta que estuvo en otra zona de la ciudad y allí se bajó. Caminó hasta un edificio y tomó su teléfono.

Marcó una vez, otra vez y otra más.

¿¡Qué rayos haces llamándole a las siete de la mañana en vacaciones!? — gritó en un murmullo DongHyuck.

— Mira por tu ventana — dio un par de pasos hacia atrás.

Unos minutos más tarde, DongHyuck se asomó por su ventana y Mark sacudió la mano. El tercer piso en el que vivía no parecía tan lejano del suelo, así que también sacudió su mano con una sonrisa escondida detrás de su falso ceño fruncido.

— Me había olvidado de decirte algo, así que tenía que venir. 

¿A las siete de la mañana?

DongHyuck se apoyó por el marco de su ventana. El canadiense asintió con un gesto de la cabeza.

— Me gustas muchísimo, Lee DongHyuck.

Mark sonrió ante la expresión en el rostro del menor. Durante todo el camino se había sentido intranquilo y temeroso, pero en ese momento, supo que cualquier cosa que sucediera luego era irrelevante. En ese instante, contarle sus sentimientos a DongHyuck, era lo mejor que podía hacer. La calidez en su pecho se lo confirmó.

— No digas nada ahora. Vendré en la tarde y me dirás lo que piensas al respecto. Sea que no sientas lo mismo, o que sí. Espero que sí.

— ¿No te morirás de ansiedad hasta la tarde?

— Nop, puedo esperar otro año más por la repuesta — cortó la llamada y comenzó a caminar hacia la estación de buses.

No es que Mark fuera tonto, aunque sí. Solo que pensaba que DongHyuck no podría aguantarse hasta la tarde. Pequeño ansioso, pensó entre risas, cuando sintió su teléfono vibrar en su bolsillo.

se mira y no se tocaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora