SiCheng apareció, con su expresión vacía de siempre y una taza de café en una de su mano. Mark supuso que había alcanzado la iluminación divina y por eso era capaz de tomar café humeante en pleno verano.
Pero, lo segundo que notó, fueron las uñas pintadas de aguamarina y morado.
Se enteró que su compañero de casa, con el que nunca hablaba demasiado, era profesor de yoga y vivía su vida tranquilamente. Hasta Kun se rió cuando recién en ese momento Mark fue capaz de notar todas las conductas "extrañas" del muchacho. Y SiCheng se disculpó por no ser tan amable como usualmente era, pero es que no sabía qué clase de persona era él. YukHei simplemente lo había traído un día y él no se había sentido seguro, por lo que lo evitó tanto como pudo.
Mark le contó todo acerca de DongHyuck, mientras el muchacho chino miraba de hito en hito a Kun y a YukHei.
¿Ustedes no le dijeron que vive en este edificio, no?
Los dos extranjeros hicieron muecas que claramente indicaban que no le habían dicho. Él apretó los labios. Había algo en la historia que no le cerraba, pero no dijo nada. Solo le dijo que hablaría con él pero que no se convertiría en el hada terapeútica de todos los coreanos conflictuados que ellos conocieran.
Él que tenía un alma caritativa no era él, era TaeYong.
— Esta persona tenía un novio y dejó a este novio para lidiar con sus propios problemas solito.
— Eso suena bastante inteligente— canturreó TaeYong, cerrando la entrada de su casa. Lucía bastante de buen humor.
— ¿Cuándo vas a ir a hacerle de terapeuta?
SiCheng bufó.
— No puedo solo golpear la puerta de enfrente y decir "Hola, tu ex-novio me dijo que crees que la ropa no tiene género y eso te acompleja, déjame decirte que está todo ok".
TaeYong dejó de caminar y su rostro de iluminó, parecía que se había acordado de algo.
— Estuve hablando con Johnny y creo que DongHyuck tiene miedo de ser humillado en público por la madre de Mark. O que humille a su hijo. No lo sé. Oh, mira, ese es el compañerito de DongHyuck— TaeYong aguardó unos segundos, después hizo una reverencia para saludar a un chico que lucía una sonrisa enorme. Él también los saludó.
— ¿De dónde lo conoces?
— Casi reprueba Historia Coreana y sus papás me pagaban para que le enseñe. Seguramente tiene un trauma conmigo.
SiCheng lo siguió con la mirada.
De pronto, RenJun pasó corriendo y gritando.
— ¡Na JaeMin! ¡Vas a morir! ¡Adiós, ge! — SiCheng movió la cabeza confundido. Ambos se detuvieron.
El otro chico comenzó a correr hasta llegar a la casa al lado de la de TaeYong y le cerró el portón en la cara a RenJun. Parecía que el chico estaba a punto de bajar su portón a golpes.
— ¿Qué pasó?— preguntó SiCheng.
— ¡Me empujó hacia un charco que quedó de la lluvia de esta mañana! — les dijo, lleno de frustración, TaeYong observó que una de las piernas de sus jeans claros estaba empapada de barro y todo húmedo. Casi le da un ataque, por lo que optó por mirar hacia otro lado. RenJun se giró hacia el portón, volviendo a golpearlo.— ¡Mejor no abras la puerta porque te mataré!
Quien abrió la puerta fue un chico con cabello claro, que SiCheng identificó como el "actor de dorama" del que Kun hablaba. Fue gracioso ver como RenJun pasó de estar hecho una furia, a tranquilizarse en menos de la mitad de un segundo.
SiCheng y TaeYong estaban cenando, cuando la luz se cortó. Primero el mayor se abrazó a su brazo y lo arrastró hasta la cocina, para ir al almacén a buscar las luces de respuesto y las velas. El menor se reía entre dientes porque el más bajo no lo soltó hasta que tuvo dos linternas prendidas.
Cuando escucharon la puerta sonar, TaeYong dio un salto en su lugar. Evidentemente, no iban a poder terminar su comida en paz. SiCheng se levantó, no dispuesto a tener que llevar al mayor a un hospital por si le daba un paro cardíaco.
Abrió la puerta.
Cuatro chicos lo miraban con ojitos de cachorro abandonado y cargaban seis cajas de pizza.
— ¿Está TaeYong-hyung?— preguntó JaeMin.
— Eh... Sí— se inclinó hacia atrás, haciéndole un gesto al aludido de que venga. "Es tu vecino" moduló en silencio. Él asintió.
— No nos queremos quedar solitos— JaeMin volvió a colocar ojitos de cachorro abandonado.
Los otros tres lo miraron mal. Él rodó los ojos.
— No me quiero quedar solo mientras haya corte de luz.
— ¿Estás solo con tres personas más?— preguntó SiCheng.
— Ninguno de ellos es un adulto responsable.
TaeYong asintió, pensando en la imagen de RenJun casi bajando la puerta a golpes. Y tenía sentido que no quisiera quedarse con él a oscuras. Él les dio paso y los cuatro pasaron al interior de la casa, al menos habían traído su comida.
SiCheng pensó que las casualidades de la vida eran impresionantes.
Buscó la mirada del mayor y TaeYong levantó sus pulgares en alto. Sin dudas, estaba mucho más emocionado que él por ayudarlo. Quizá porque en la mente del mayor, era una forma de compensar el mal rato que le había hecho vivir a sus amigos.
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se mira y no se toca
FanfictionPor más que le guste muchísimo Lee DongHyuck, Mark Lee sabe que no pueden estar juntos. Y no es sólo por la amenaza de Johnny, su madre lo mandaría de regreso a Canadá si se entera que le gusta un chico... al que le gusta vestirse de chica. ❥ nct...