45

1.3K 257 85
                                    

Más o menos un año atrás.

TaeYong estaba ebrio. Mentiría si dijera que estaba ebrio como nunca, porque no era cierto. Pero estaba lo suficientemente ebrio como para tener la lengua floja. 

— Bueno, ¿qué estaba diciendo? 

— Me estabas hablando sobre tu amor imposible  — comentó el chico castaño, más o menos de su estatura. Él estaba muchísimo menos ebrio, de hecho, dudaba que hubiera tomado más de una copa y se dedicaba a comer nachos. 

  — Ah, sí. Ten. Ten, Ten, Ten. Estábamos ebrios. Muy ebrios. En una boda— el cantinero comentó "Eso siempre sale mal".— Habíamos encontrado el velo de novia de YooBi y estábamos jugando. Una cosa llevó a la otra y terminamos en nuestra habitación. Nos estábamos besando y...

— No necesitamos saber tantos detalles— comentó el castaño de los nachos con una mueca.  

TaeYong sacudió la cabeza. 

  — No pasó  nada. Solo nos besamos, porque de pronto él salió llorando y corriendo. Yo no sabía lo que estaba pasando. Solo me quedé ahí, desparramado en la cama— TaeYong comenzó a reírse.— Todavía no sé que estaba pensando en ese momento, pero me puse el velo de YooBi y me envolví con las sábanas. 

Los tres muchachos lo miraban expectantes. TaeYong no pudo sostenerles la mirada. 

— No me acuerdo de cómo estaba peinado Ten ese día, pero me acuerdo de la sensación que me causó eso— de pronto, él se encontraba llorando desconsoladamente. El de los nachos apoyó una mano sobre su espalda. 

— ¡No lo entienden! ¡Me gustó usar eso! Cuando me desperté estaba tapado y arropado, supe que Johnny se había asegurado de que estuviera bien y quise llorar, porque seguro me vio enroscado en el jodido velo de la novia. Y no podía verle la cara. Ni a él, ni a Ten. Ten es jodidamente gay, ¿le gustaría salir conmigo si hubiera sabido... que... no soy ultra masculino?  Mis padres siempre me dijeron que tenía que ir a la universidad a la que ellos fueron, pero al verme tan mal me recomendaron que no me mudara con ellos. Y yo no podía argumentar nada en contra de eso, ¿saben? No se me ocurría otra solución y sencillamente, se me hubiera mudado con ellos hubiera explotado. Me gustaría tanto estar con ellos. Pero no puedo, porque no sé qué es lo que está mal conmigo. 

—  No hay nada mal contigo— por primera vez en la noche, el muchacho del rostro adormilado habló.—Si no existieran cosas como "lo masculino" y "lo femenino", las personas podrían ser lo que quisieran sin tener que preocuparse por la intolerancia.

TaeYong levantó la mirada, para toparse con los ojos oscuros del muchacho. 

...

Dong SiCheng era la persona más fascinante que Lee TaeYong había conocido en toda su vida. 

— No mires. 

— No voy a mirar— sus ojos estaban cerrados con fuerza y estaba temblando por el nerviosismo, la expectativa, el pánico y todas las ideas oscuras que atravesaban su mente. Quizá porque era la primera vez que estaba sobrio y sin playera frente a una persona que no fuera un médico o sus padres. Aunque no sabía si soportaría tener los ojos abiertos. Porque SiCheng le causaba escalofríos. Nunca sabía en lo que estaba pensando y tampoco decía mucho. 

— Levanta tus brazos. 

Con cierta desconfianza, le hizo caso. Sintió los movimientos y la cercanía del muchacho. Pronto, una tela se estaba deslizando por su piel y la identificó como una playera. En cuanto cayó por sus brazos, los bajó y abrazándose a sí mismo. 

  — ¿Ya puedo abrir los ojos? 

— No, dime cómo se siente la remera. 

TaeYong apretó los labios. Dando vueltas a su cabeza. Nunca se había puesto a pensar como se sentía con la ropa.  

— Es suave, parece que es de algodón real. 

— ¿Te sientes cómodo? 

— Sí.  

— Abre los ojos, pero no la mires. 

SiCheng preparó una comida de su país natal, estuvieron toda la noche conversando y viendo películas. Para cuando la cena estuvo lista, Kun ya había llegado y, por primera vez en mucho tiempo, dejó de pensar en todo lo que le había estado asfixiando. 

Bajo la lamparita amarillenta que iluminaba la sala, lo único llamativo en ese ambiente, eran las uñas de SiCheng pintadas de un rojo intenso. Él actuaba como si no fuera nada del otro mundo. Y TaeYong lo envidiaba. Porque había muchas cosas que quería hacer y no hacía por temor a lo que los demás dirían. El muchacho extranjero hacía lo que quería, decía lo que pensaba y no tenía miedo de que lo miraran mal. 

— Ya puedes mirarte. 

TaeYong corrió hacia el espejo más cercano. 

SiCheng le había prestado la remera de su pijama, una prenda color rosa pastel con un dibujo de un unicornio con un tutú, junto con la leyenda "Magical day".  Detrás de él, observó la expresión calmada en el rostro del extranjero. 

— No te he visto ser "menos tú" o "menos hombre" con esta ropa que estás usando.  

 Se apoyó por la pared y suspiró. 

— No te digo que tienes que usar esa remera. Solo te digo que deberías hacer, usar y decir lo que quieras mientras no dañes a otra persona. Gustar de un chico no te hace gay, si es la etiqueta lo que te preocupa. Existe la bisexualidad, ¿sabes? — SiCheng sonrió. 

— Tú puedes hacerlo porque eres fuerte. Pero yo no lo soy. 

SiCheng sacudió la cabeza. 

— Siempre he sido muy tímido. Y cuando llegué aquí me daban palizas no solo por ser raro, según ellos, también por ser chino. Entonces aprendí a ser más inteligente. Claro que si vas por ciertos sitios, la gente te juzgará, pero si aprendes cuáles son las zonas seguras; puedes vivir una vida tranquila. ¿Por qué crees que hay puros chinos en este barrio? Porque saben que aquí no serán golpeados o insultados. Hay esa clase de sitios para todo lo que la sociedad todavía no acepta del todo. Como cuando quieres ligar con alguien y eres gay, seguramente irás, pues a un bar gay. Y así. 

...

Mark tomó a YukHei por los hombros. 

  — Tú conoces a muchas personas, así que tienes que conocer a alguien que pueda ayudar a DongHyuck. 

El muchacho alto tomó una respiración profunda. Entonces gritó: 

— SICHENG-GE, TE NECESITAN PARA QUE LE HAGAS DE TERAPEUTA A OTRO COREANO.  


***

Hace mucho quería escribir acerca de TaeYong y en los siguientes capítulos, iré desarrollando más acerca de lo que pasó y sobre SiCheng. Espero que les den mucho amor:( 

¡Y gracias por los comentarios en el capítulo pasado!

se mira y no se tocaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora