Un Ángel de Ojos Verdes

- ¿Quién es Harry Potter? -

Música sugerida:

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La mañana después de la fiesta de Dizban, grandes revistas e importantes periódicos, cómo el Das Orakel (El Oráculo), el más importante periódico en Austria; habían calificado la fiesta como el evento del año, no perdiendo detalle en describir la fiesta y mostrar fotografías de importantes familias junto a ellos y una gran foto de Dizban junto con su abuelo y su madre.

En algunos periódicos habían páginas enteras sobre la fiesta, pero no precisamente para hablar bien, por ejemplo en el Profeta, las columnas de la afamada reportera Rita Skeeter, la mujer no se detenía en proclamar pedazos mal contados de la historia de Diz, toda la biografía de Dashielle, el misterioso reaparecer de Annabeth, y el secretismo con respecto a la relación de ella con su padre, Bertram. Además de enfatizar la falta de arreglo matrimonial entre Dizban y algún heredero de otra familia.

Cosa que claramente atraería a demasiadas familias interesada, no solo en Austria, posiblemente también de Alemania y Hungría.

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Aquella mañana Bertram se encontraba fuera de casa, pues había sido llamado a una reunión con los inversionistas de Meer, una de las mejores joyerías mágicas en toda Europa, negocio en el que los Kauffman tenían acciones e inversión.

Mientras que Annabeth por su lado, se encontraba en el despacho de la mansión, revisando y realizando los balances financieros de todas las empresas familiares. Cosa que claramente la mantenía atareada ya que la lista de estas era enrome: fabrica de vinos, exportadora internacional de telas, la joyería, extracción de materia prima para varitas, minería y refinerías de oro, plata y piedras preciosas; inversiones en negocios como dulcerías y fabricantes de calderos. Además claro, de la administración de las cuentas bancarias de la enorme y casi incalculable herencia de los Kauffman amasada por largos años, en distintos bancos mágicos.

Tan concentrada estaba que no se percató de por el pasillo se acercaban unos pequeños pasos.

       - Mami ¿puedo pasar? - preguntó la dulce voz del niño de la casa

       - Claro tesoro.- respondió Annabeth por inercia, pero sin dejar de ver los documentos que tenía en las manos.- ¿Qué sucede cielo?

El pequeño niño se sentó en una de las sillas frente al escritorio, su actitud insegura pasó desapercibida por Annabeth, quien no le dió importancia a la falta de respuesta por parte del pequeño durante unos minutos. Sin embargo, al escuchar un largo suspiro combinado con un pequeño sollozo, Annabeth finalmente se alertó y volteó a a ver a su hijo.

Al levantar el rostro, la pelinegra pudo observar una expresión consternada e inquieta plasmada en el rostro de su niño. Preocupada, se levantó de su asiento y arrodillarse hasta quedar a la altura de Diz, quien continuaba cabizbajo.

       - ¿Qué sucede Diz?-. preguntó ella seriamente.

       - Mami.- comenzó a hablar el pequeño casi en susurro.- ¿Quién es Harry Potter?

La pregunta cayó sobre Annabeth cómo una cubeta de agua helada.

Ella sabía que aquella pregunta podría llegar en cualquier momento pero, por qué tan pronto? ¿Qué le diría a su hijo? ¿Qué era exactamente lo que pequeño quería saber? Como todo buen niño mágico, Dizban era consciente de la existencia e historia del famoso "niño que vivió", pero solo por los libros de historia; si le contaba la verdad, ¿la odiaría por lo que había hecho hace poco más de seis años? ¿despreciaría todo lo que él ahora era? ¿querría él volver a ser un Potter?