- El Secreto del Lago -

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Música recomendada:

https://www.youtube.com/watch?v=2XutZEJSFwM&t=8s

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El camino al castillo fue terriblemente aburrido en opinion del grupo de slytherin de segundo año, de no ser porque las ocurrencias de Blaise divertían a todo el grupo; bien hubieran podido dormir durante todo el camino.

Y el aburrimiento radicaba en la falta de algo interesante de hacer u oír, pues parecía que los integrantes de cada casa se hubieran puesto de a cuerdo, ya que sorprendentemente, cada casa había elegido un vagón. Por su puesto estaban a parte los tres vagones comunes— vagón-comedor, y los dos vagones de los de nuevo ingreso se sentaban—. Por tal motivo, ningún Weasley se había asomado cerca de los chicos, ni ningún otro gryffindor a quien molestar o con el cual pelearse.

Así que prácticamente todo el camino se basó en dormir, despertar para ver que tan cerca estaban de Hogsmeade, reírse un poco de las tonterías de Blaise y Theo; y volver a repetir.

Cuando llegaron a Hogsmeade, todo se hizo en ceremonioso orden.

Quizá lo único curioso, había sido la diferencia con que debían manejarse los alumnos de segundo. Pues aparentemente, solo a los alumnos de primer año se les permitía llegar al castillo por medio de los botes; mientras que al resto de alumnos se les encaminaba a un camino alternativo, donde unas carretas que caminaban solas, eran las encargadas de llevar al resto de alumnado hacia el castillo.

A los chicos les pareció curioso el cómo se veía la ceremonia de selección desde los asientos, y fueron capaces de sentir la emocionante competitividad el que era especular, cuántos alumnos nuevos agregarían a sus compañeros de casa. Incluso pudieron reír discretamente al escuchar a los gemelos Weasley hacer apuestas, sobre cuántos chicos se unirían a Gryffindor.

Los de primero llegaron guiados por la profesora McGonagall.

El sombrero cantó una de sus acostumbradas canciones y los de primero fueron elegidos uno por uno. La única selección que realmente interesó a los chicos fue la de Astoria, la pequeña hermana de Daphne, quien por fin, recibía el escudo de serpiente y era recibida con calor familiar en la casa verde y plata.

Albus dió un discurso horrendo e inentendible y el banquete que los subiría 8 kilos a cada uno, llegó.

Ha decir verdad, todo estaba en aparente paz.

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Realmente nada extraordinario había sucedido en aquellas primeras semanas.

No fue hasta que la temporada de quidditch se asomaba por el colegio, que las rencillas entre casa se reavivaron; de hecho, más de uno dió gracias por ello; pues la rutina estaba acabando con el espíritu competitivo que siempre habitaba en Hogwarts. Y si bien a no todos les gustaba estar peleando cada cinco minutos con alguien de la casa rival, muchos disfrutaban de la competencia, las peleas e incluso las bromas pesadas que se hacían entre casas.

Especialmente los integrante de Slytherin y Gryffindor, quienes como casi siempre, eran los primeros en comenzar las afrentas entre casas. Ya fuera que iniciaran las serpientes o los leones, siempre eran esas dos legendarias casas enemigas las que iniciaban los problemas.

Y terminó siendo el inicio de estas, la confrontación que tuvieron los equipos de ambas casas al ver quién sería el primero en entrenar.

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La idea había sido de Flint, quien aún ostentaba el puesto de capitán del equipo de Slytherin; y ha decir verdad, el joven estaba determinado a ganar la temporada. Así que un intento por quitarles el rezago de vacaciones al equipo, el joven capitán tuvo que pedir permiso para usar el campo de Quidditch con varios días de anticipación.

Un Ángel de Ojos VerdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora