- La Lengua de las Serpientes -

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Música recomendada:

https://www.youtube.com/watch?v=C8AYzPxr_SE&t=1841s

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       - Aclárenme algo. - pidió con voz molesta el rubio de plateados ojos. - ¿Porqué rayos me han traído a rastras a pleno día, ¡al baño de niñas, Blaise!? - preguntó molesto Draco a su amigo de piel morena.

        - Simple. - respondió el aludido sin importarle el tono que Draco había usado al hablarle. - Queríamos hablar contigo sin que alguien nos interrumpiera. - explicó Blaise recargándose sobre uno de los lavabos del baño.

       - No bueno, ¡gran idea!, la mejor que han tenido Zabini. - comentó Draco sarcásticamente. - ¿Olvidé mencionar que me trajiste al baño de niñas en el segundo piso,. . . . ¿no?, bueno lo repito, ¡el el jodido baño de niñas y es medio día!

       - Deja de quejarte de una buena vez, Draco. - calló Theo, ya harto de aquel humor tan espantoso que Draco se cargaba últimamente. - Para tu tranquilidad, nadie viene aquí.

       - ¿Por? - preguntó el rubio sin creer lo que el castaño decía.

       - Por Myrtle. - Draco no notó que los ojos de sus compañeros no lo veían exactamente a él.

       - ¿Quién? - insistió el ojiplata.

       - Myrtl la llorona. - explicó Theodore fastidiado de la lentitud del ojigris.

       - ¿Quién demonios es Myrtl la llorona?

       - ¡Yo soy Myrtl la llorona! - gritó de la nada el fantasmal espectro de una chica, no mayor que ellos. El fantasma portaba una antigua túnica de estudiante de Hogwarts con el escudo de ravenclaw, de su apariencia no se podía destacar mucho, gracias a su transparente aspecto; quizá los más notorio eran sus feas gafas redondas y su cabello oscuro peinado en dos coletas. La flotó un poco frente a los chico comenzando a llora ante ellos. - ¡No esperaba que me conocieran! - chillo la fantasma. - ¿Quién querría hablar de la fea, miserable y deprimida Myrtl la llorona!

No bien terminó de decir eso, cuando la chica fantasma emitió un horrible y estridente chillido que que lastimó el canal auditivo de los tres slytherins, quienes observaron un tanto asombrados, cómo la chica se sumergía en un retrete, haciendo un clavado de 10.

       - Aparentemente, como cualquier fantasma, es sumamente sensible. - comentó Blaise. - Peor creo que en ella, su sensibilidad se triplicó, que horror.

       - Bien, ya que estamos oficialmente solos. - retomó el tema Draco. - ¿De qué querían hablar conmigo?

Theo y Blaise se miraron entre sí, como no sabiendo exactamente quién debía hablar primero, finalmente fue Blaise quien habló; carraspeando un poco la garganta.

       - Sabemos que no quieres hablar del tema. - con aquello, Draco ya se imaginaba de qué iba la platica. - Pero queremos saber ¿hasta cuando estarán peleados Dizban y tú? - preguntó el italiano, Draco inmediatamente volteó los ojos; el tema lo estaba cansando bastante. - Entiendo que tengan sus problemas, todos los tenemos, pero no es razón suficiente como para que casi lo expulse de tu vida.

       - No lo he alejado como debería haberlo hecho. - respondió Draco.

       - ¿En serio? - cuestionó el moreno. - De no ser porque ambos están en el quipos de quidditch y como compañeros en pociones, ni siquiera le dirigirías la palabra; ¡por los dioses Draco!, le cambiaste la estadía a Theo en nuestra habitación.

       - ¿Qué pudo haberte hecho como para que lo hayas casi eliminado de tu vida? - pregunto seriamente el castaño de ojos azules. - Tienes que entender que esto que estás haciendo, no solo los afecta a ustedes dos, nos afecta a nosotros y a la gran mayoría de Slytherin.

Un Ángel de Ojos VerdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora