- Voces y Sospechas -

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Música recomendada:

https://www.youtube.com/watch?v=H2tChqmGHBw

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       - Permítanme presentarles. - comenzó la clase, el "famoso" escritor y brujo, de rubio cabello; saliendo de la oficina del aula de DCAO.- A su nuevo maestro de Defensa Contra las Artes Oscuras. - el hombre hizo una pausa dramática. - ¡Yo!, Gilderoy Lockheart.

Estaba claro que más de uno, en especial los integrantes de la casa de las serpientes, pensaron colectivamente—"¿. . .en serio. . ?"—, alguno voltearon los ojos ante lo ridículo de la introducción del nuevo "profesor"; y otros simplemente ni siquiera le prestaron atención.

Bien podrían decir que la incomodidad con el nuevo profesor era únicamente por parte de los alumnos de Slytherin, y que esto se debía a lo exageradamente quisquillosos que eran; pero, dado que muchos alumnos de las otras casas también hacían caras de inconformidad o de burla hacia Lockheart, estaba claro que mago no era para nada bien recibido entre el alumnado. Por los pasillos se rumoraba, que ni siquiera el resto de profesores lo querían.

Quizá los únicos que estaban a la expectativa con el maestro, eran los pocos alumnos que, o bien no sabían siquiera quién era, o aquellos que creían lo que decía la revista Corazón de Bruja. Idealizando al hombre como un verdadero aventurero, un gran mago; y por supuesto, un rompecorazones.

En el aula se pudo escuchar un suspiro enamoradizo, y una risa mal fingida.

Mientras Lockheart continuaba con su discurso petulante, Dizban se mantenía enajenado en su pensamientos; los cuales lo mantenían imaginando miles de escenarios en los que asesinaba a Ronald Weasley.

¿La razón?

Pues además de que gracias a su boca chismosa, estaba castigado; su castigo sería bajo la supervisión del magistral profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Quien no había perdido oportunidad alguna, para tratar de tomarlo a él y a Draco como sus protégé.

Gracias a que el pelirrojo se había atrevido a ir con el chisme del enfrentamiento entre los equipos de quidditch de sus respectivas casa, al director; Albus había tomado una postura inamovible y había terminado por castigar casi a todo el equipo de serpientes. Y aunque Snape había intentado intervenir, el director pareció tomarlo personal y no dió su brazo a torcer.

A quienes peor les había ido en cuanto a castigo, fue a Dizban y a Draco, pues Weasley había reiterado de manera insistente, la agresión a Granger y el término empleado hacia ella, a quien por cierto; no se le veía muy seguido desde aquella tarde.

Así que no, Dizban no estaba de buen humor esa mañana. Y menos al hacerse una idea de cómo sería su castigo con Lockheart.

Cuando el ojiverde reaccionó, pudo ver al profesor bajar por las escaleras pasando frente a una enrome pintura mágica de él mismo pintándose. . .a sí mismo.

    — "Narcisista de mier. . ."— pensó Dizban.

       - De la orden de Merlín, tercera clase. - presumió el profesor engreídamente. - Miembro de la liga de Defensa Contra las Artes Oscuras. - el hombre finalmente se puso frente a todos sus alumnos. - Y cinco veces ganador del premio a la mejor sonrisa de la revista, Corazón de bruja. - el hombre calló para hacerle un guiño coqueto a su pintura mágica quien se lo regresó también mientras un suave suspiro se dejó escuchar en el aula. -Pero no hablaré de eso, no fue con una sonrisa que me deshice de la banshee que presagiaba la muerte. - el hombre se rió de su propia broma, el incómodo silencio fue lo que terminó por matar el ambiente.

El hombre convocó con su varita una pila de hojas que se fueron repartiendo a todos los alumnos.

       - Muy bien chicos. - continuó el hombre. - Vamos a comenzar por hacerles un pequeño examen.

Un Ángel de Ojos VerdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora