Un Ángel de Ojos Verdes

- Perfecto -

Música sugerida:

https://www.youtube.com/watch?v=2OIjvfYsW3k

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La sangre de Dizban hervía. Estaba seguro que si alguien lo miraba detenidamente, notarían un extraño resplandor carmesí en sus ojos, unas extrañas y apenas perceptibles marcas extendiéndose sobre su piel, sus uñas algo alargadas y un par de filosos colmillo amenazando con asomarse de sus labios.

En pocas palabras, si alguien se fijaba, podrían ver lo furioso que estaba; aunque quizá esa no era la palabra, pues ningún adjetivo podría describir la ira que lo recorría en ese momento.

Tenía ganas de asesinar a toda la escuela. Su mente solo recreaba una y otra vez distintas escenas sangrientas donde él estaba asesinando a cualquiera que estuviera dentro de aquellas estúpidas paredes. ¿Por qué?, porque medio cuerpo estudiantil estaba intentando infiltrarse furtivamente en la enfermería donde estaba descansando su. . . .sí, SU, Draco; y todos esos buitres rastreros deseaban pegársele como parásitos a su rubio.

Y todo por lo que había pasado hacía tan solo un par de días.

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Después de la primera vez que Draco le había permitido beber de su sangre a Dizban, era notoria la nueva clase de cercanía que mantenían el rubio y el pelinegro, en otras palabras Draco no se le despegaba a Diz, ni este permitía que el ojiplata se alejara un instante de su lado. Cosa que había dado pié a una serie de estúpidos y ridículos rumores que se habían extendido por todo el castillo.

Pero mas allá de tanto chisme y palabrería inútil, aquella "obsesión" de estar pegado al otro, era algo desconocido y nuevo para ambos chicos.

Ninguno sabiendo exactamente qué les sucedía.

Pues si bien siempre habían sido muy apegados, nunca se les había visto tan negados a separarse un solo momento; y menos habían presentado aquellas extrañas reacciones agresivas si alguien intentaba alejar al uno del otro, en especial el pelinegro, que poco le faltaba para gruñirle al que siquiera se atreviera a tocar a Draco y alejarlo de su lado.

A Dizban le quedaba claro que era culpa del vínculo que ahora compartía con Draco, pero jamás había experimentado eso. "Caletsensi", había dicho el abuelo de Dizban, era la explicación de aquel comportamiento anormal.

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- FLASBACK -

       - ¿Caletsensi? - preguntó Dizban una noche en que hablaba con su abuelo a través de la chimenea.

       - Es, digamos, la primer fase por la que pasa el vínculo. - explicó el hombre en el fuego.

       - Pero nunca experimenté esta sensación con Neville. - argumentó Dizban sonrojado, pues le era difícil hablar del tema con su abuelo, ciertamente con su madre hubiera sido mil veces más vergonzoso, y era por eso que se había atrevido a preguntarle a su abuelo; pero eso no quitaba que también lo invadiera la pena. - Neville me despertaba una sensación de protección y siempre me preocupaba por él, pero con Draco. . . .es algo diferente abuelo.

       - ¿En qué sentido Diz? - al ojiverde se le subieron los colores al rostro.

       - Mmm, ¿cómo lo explico? - el chico se dió por vencido, y bajando el rostro, finalmente habló. - Siento una extraña necesidad de estar cerca de él todo el tiempo, y por más que bebo su sangre, nunca me siento realmente satisfecho. . . además. . .