- Los Malfoy -

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Música sugerida:

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Malfoy.

No era una palabra en sí, sino un apellido y como sus propietarios, no era un apellido cualquiera.

Malfoy era un apellido que bastaba con escucharlo para que toda la sociedad mágica inglesa lo reconociera, se incline ante quienes lo portan y los alaben como a la realeza misma. No por nada había sido uno de los apellidos de más importancia por siglos dentro de la sociedad mágica dada su historia, antigüedad y pureza de sangre; para los estándares tradicionales, era de las familias más ricas y reconocidas dentro de la sociedad mágica. Sin mencionar claro, que era una familia con gran fuerza política y de proliferas amistades del mismo estatus, cosa que solo la hacía una familia aún más poderosa.

Lucius Malfoy era hijo, heredero y el patriarca actual del apellido, por sangre. La cabeza de la familia y una imagen de poder dentro de la política mágica, además de amigo íntimo de diversos ministros de magia en diferentes países. Inconfundible hombre alto y de una piel de una blancura semejante a la nieve, orgulloso de su característico largo y lacio cabello rubio, aunque más que rubio parecía plateado de tan pálido que era; y aunque su cabello era su característica más marcada, lo que nadie podría olvidar al estar frente a él era su siempre astuta y filosa, y muchas veces llena de desdén para aquellos que él consideraba inferiores o indignos de su presencia, singular mirada plateada.

Mucho era lo que se podía saber, leer y oír de ese hombre de peculiar apostura, más era muy poco lo que se podía decir; en especial por el miedo a las represalias que alguien tan poderoso pudiera tomar en contra de aquellos que osaran ensuciar su apellido con palabras o chismes.

Un hombre genuinamente orgulloso de nacer en una cuna de tan alta estirpe y sin miedo de hacer uso de su poder para destruir aquel que tocara lo que él amaba. Y bien sabía Lucius que el poder era algo con lo que no se debía jugar, aún así, era ese mismo poder que tanto se enorgullecía de tener lo que le permitía hoy por hoy ser feliz, muy a pesar de su oscuro pasado, él podía autonombrarse un hombre feliz.

Felizmente casado con una mujer que para él no había otra palabra que pudiera describirla que no fuera "perfecta". Era esposo de Narcissa Malfoy, de soltera Black. Una dama de deslumbrante belleza y heredera de una sangre mágica tan pura como la de su esposo, pues era la tercer hija de la rama secundaria de la familia Black; una temida y reconocida familia sangre pura inglesa posiblemente más antigua que la familia Malfoy.

Tan hermosa y perfecta como una rosa blanca a mitad del invierno.

De tersa, suave y cremosa piel blanca, un rostro angelical de facciones armónicas siempre decoradas con unas mejillas pálidamente sonrojadas, un par de profundos ojos azules capaces de congelar el fuego y derretir el hielo ante una sola mirada. Algo que tenía en común con su esposo, además de su desdén por aquellos que consideraba impuros, era el rubio de su largo cabello, con la diferencia de que el suyo era semejante al oro líquido. No era una mujer de sensuales curvas, pero su cuerpo delgado era agraciado y de un aire aristocrático, siempre cuidadosa de mantener sus elegantes gestos ante todos; considerada una de las brujas más hermosas de Londres, ella era el rostro de la familia Malfoy en la sociedad, siempre visible en múltiples eventos de la más elitista socialité mágica inglesa. Una bruja casada con el activismo y las actividades de caridad, siempre contenta de donar grandes cantidades de oro a las causas más nobles, lo que ayudaba a los Malfoy a mantener un estatus y un ideal ante todos. Pocas eran las veces en que Narcissa no salía en revistas y periódicos, o no fuera perseguida por los paparazzis en su día a día.

Un Ángel de Ojos VerdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora