El Dolor de un Lobo

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Lista de música recomendada para este capítulo (en orden de lectura):

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https://www.youtube.com/watch?v=SZ6PkZLmOfk

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Sus instintos estaban por completo despiertos.

La sangre parecía fuego dentro de su cuerpo, todos sus sentidos en completa alerta, el más ínfimo sonido parecía diez veces amplificado; el suave roce del aire erizaba su piel, y el aroma del bosque inundaba de lleno su nariz con miles de tonalidades.

Un leve ardor llamó su atención, en su brazo derecho había un fuerte rasguño por parte de aquella bestia a la que su hijo llamaba maestro.

Hacía años que no se sentía de aquel modo, la adrenalina corriendo por sus venas, la emoción, el hambre, la necesidad, la excitación . . . . de la caza.

Con retorcida diversión sonrió y lamió la herida, limpiando la sangre de paso. 

Los sangrantes surcos cerraron en un instante no dejando ni siquiera una diminuta cicatriz, no le preocupaba la licantropía, su propia maldición se desharía de ella en segundos.

Annabeth, cerró los ojos y se concentró en separar los diferentes aromas que traía consigo el aire. . . . una ardilla con una nuez. . . . . . . . . una manada de centauros a 10K  a la redonda. . . . .un unicornio bebiendo agua. . . . . . un conejo llegando a su madriguera. . . . . . y . . . .

       - Te tengo bestia-. dijo para sí misma la ojiescarlata. Dejó libres su poderosas alas y elevó en vuelo sin llegar a sobre salir de los árboles. Con gracia y velocidad evitaba cada uno de ellos, el viento se sentía tan maravilloso sobre su rostro, no sabría decir si este era frío o no, pero podía sentir la frescura que le despertaba en la piel.

Llegó a un claro, y ahí lo vió. 

Los ojos le brillaron en rojo sangre, su boca se secó y toda la piel se le erizó de anticipación; sintió los colmillos crecer a su máxima extensión al igual que sus garras. Debía ser rápida, un salto y el hombre lobo moriría; no es que quisiera ser cruel, pero no perdonaría que se hubiese atrevido si quiera a gruñirle a su hijo. Llevaría la cabeza del lobo como trofeo de caza  y honraría con ella a su padre, a su hijo y a todo su linaje; degustaría con éxtasis su sangre en medio de una faena sexual con su pareja, pues mostraría ser una hembra digna y orgullosa. Capaz de defender a su familia y lavar con sangre la terrible falta que aquella bestia había cometido.

Se lanzó sobre el hombre lobo y de un tajo atacó con sus garras atravesando con ellas directamente el corazón de su presa. O al menos ese era el plan, no contaba con que Lupin fuese a detectarla a tiempo y sujetarla entre sus garras rugiéndole en señal de advertencia, para después lanzarla contra unos árboles. El amortiguado dolor en su espalda aumentó su adrenalina.

       - La verdad es que quería hacer esto rápido -. habló al lobo la pelinegra-. Pero no mentiré cuando digo que una parte de mí, quería que opusiera resistencia-. la magia de la mujer comenzó a salir de su cuerpo de manera amenazante, asfixiando en el proceso a la de Remus. Este volvió a rugir a su contrincante y ella lo supo; él le temía, sabía que si se enfrentaba a ella sería su fin-. Llevo años sin una buena casería, así que por favor, diviértame "profesor"-.

Un Ángel de Ojos VerdesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora