Cuando despertó, Kendrew se dio cuenta de que estaba a punto de llegar tarde a clase. Rápidamente se levantó y aseó y luego procedió a vestirse. Los colores de la corbata y la túnica habían tornado a azul oscuro y el emblema del pecho era el de Ravenclaw.
Kendrew revisó su horario y guardó en su mochila todos los libros que iba a necesitar durante la jornada, para luego despertar a Michael y Isaac que estaban acostados y roncaban como un dragón.
Le costó cerca de dos minutos hacer que despertaran y cuando lo consiguió tuvieron que salir corriendo de la torre. Bajaron los escalones de dos en dos y a veces de tres en tres. La primera asignatura era Transformaciones por lo que debían bajar la torre y girar a la derecha en el patio de Transformaciones. Llegaron justo antes de que la clase empezara y los tres se sentaron en los asientos delanteros y como era obvio por haberse quedado dormidos habían perdido la hora del desayuno.
Al tocar la sirena en la pizarra aparecieron automáticamente unas instrucciones a copiar y todos comenzaron a sacar sus cuadernos y plumas mientras un gato atigrado de movía silenciosamente entre los asientos para luego quedarse estático sobre la mesa de la ausente profesora McGonagall.
Tras unos minutos las puertas del aula se abrieron con brusquedad y Potter y Weasley entraron exhaustos, quedaron de piedra cuando el gato saltó frente a ellos y se transformó en la profesora que les riñó.
Luego tocó Pociones que resultó ser una asignatura que desde el primer instante encandiló a Kendrew a pesar del oscuro profesor Snape que parecía ser capaz de liquidar a cualquiera con una sola mirada. Al final de clase Kendrew salió en silencio en compañía de sus compañeros Ravenclaw.
Lo siguiente fue una clase de vuelo, la cual no se llevó a cabo puesto que un estúpido alumno, Neville Longbottom, había caído de su escoba en pleno vuelo. Kendrew quedó intrigado ¿Por qué todos los que metían la pata tenían que ser Gryffindor? Agradeció en silencio no pertenecer a esa casa.
La profesora llevó a Longbottom a la enfermería y al parecer Malfoy le robó algo, lo cual desencadenó una disputa con Potter que tras recuperar la pertenencia de Longbottom bajó al suelo y la profesora McGonagall le llamó.
Todos guardaron silencio y Kendrew se armó de valor para dar un paso al frente y hablarle a Harry.
-Yo puedo devolvérsela a Longbottom- Dijo señalando la recordadora.
Harry pareció pensárselo pero como la profesora le esperaba se limitó a asentir y entregarle la recordadora a Kendrew que asintió agradecido.
Luego de eso, Kendrew salió del campo de vuelo y se dirigió al Patio de Transformaciones ya que tenía una hora libre. Aprovechó para tirarse bajo un árbol y dejar que Isaac y Michael fuesen a las cocinas a buscar algo de comer. Kendrew dio por echo que tardarían ya que no conocían el castillo pero no los pudo disuadir...tampoco lo intentó con mucho ahínco.
Sacó su pergamino de pociones y comenzó a terminar la redacción que Snape había marcado esa mañana.
Estuvo como diez minutos en ello hasta que sintió el batir de unas alas y alzó la vista. Una lechuza negra bajaba en picado hacia él y cuando estaba sobre Kendrew lanzó una carta a su regazo.
El muchacho escocés tomó la carta y la abrió, obviamente era de su madre, se había dignado a escribirle.
Querido Kendrew:
Espero que hayas disfrutado de tu primer día en Hogwarts y que obviamente, hayas sido seleccionado para una casa digna de la magnitud del apellido que te legó tu padre, mi querido esposo, recuerda actuar con altanería y superioridad, ser el mejor y el insuperable pues eres el heredero de tu padre y mas te vale no decepcionarme a mí, porque no me temblará la mano llegado el momento.
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Magia en Hogwarts [Saga de Kendrew McAlvey]
FanfictionLa vida de Kendrew McAlvey siempre fue de todo menos normal. Era un niño especial, un mago en la familia más odiada de toda Gran Bretaña, una familia cuya larga historia siempre estuvo salpicada de criminales, asesinos, nigromantes y...magos oscuros...