XXXIII

166 22 1
                                    

Kendrew suspiró, enfadadísimo.

-¡No!

-¡¿Por qué?!- Gritó una.

-¡Todas te amamos!

-¡QUE OS DISPERSEIS, NO VOY A IR AL PUÑETERO BAILE CON NINGUNA!

Todas las chicas que estaban frente al escocés comenzaron a disiparse. Era increíble, le habían asaltado media docena de chicas cuando salía de clase ¿Era eso normal? ¿Era su castigo por ser tan guapo y perfecto?

El chico recogió su mochila y salió de clase.

Pasó por el patio de entrenamiento y pudo ver a una Hufflepuff siendo acosada por dos Slytherin. Era una chica guapa aunque un poco bajita y menuda, tenía el cabello de un profundo color rubio, ondulado y desaliñado, sus ojos eran grises y estaban ocultos tras unas gigantescas gafas de troglodita. Cuando imploraba a los Slytherin que les dejara, unos lindos hoyuelos se formaban en las comisuras de sus labios.

El escocés se acercó.

-Soltadla- Ordenó.

-¡Oye vete a chupar la...!

El Slytherin cayó en seco, cuando vislumbró el rostro de Kendrew, con una mirada severa y su varita en la mano derecha mientras que con la otra sostenía su mochila.

-McAlvey...- Dijo uno de los chicos mientras tartamudeaba.

-¿Tengo que repetirlo? Odio insistir dos veces.

-Verás señor es que...

Kendrew entornó los ojos y con un simple movimiento de varita ambos chicos salieron disparados lejos, cayendo de culo en el césped del gran patio.

-Marchaos ¡Ya!

Los dos se pusieron en pie y corrieron a toda prisa.

-Gracias...

-¿Cómo te llamas?- Inquirió Kendrew, serio.

-Mireya...Mestiza- Aclaró al ver la cara de Kendrew.

La chica hablaba tímidamente, como si la presencia de Kendrew la desarmase.

-¿Por qué te molestaban?

-Porque no tengo pareja para el baile, soy la única chica de tercero que no tiene y cuando les pedí que me dejaran en paz empezaron a tirar mis libros al suelo.

El escocés miró al césped y vio que así era.

El chico se agachó y comenzó a recoger todo con parsimonia, la chica miró alucinada al principio pero luego ayudó a Kendrew.

-Gracias- Dijo guardando sus libros en la mochila- Volveré a mi sala...no quiero que me molesten más.

-Te recojo a las ocho en la Gran Escalera- Dijo Kendrew.

La chica miró estupefacta.

-¿Perdón?

-Vas a ser mi pareja en el baile.

-Oye, yo no...

-Será tu pago, por la ayuda prestada- Sonrió Kendrew, con superioridad- No llegues tarde.

El escocés se alejó, dejando a la chica totalmente desconcertada pero con una sonrisa de oreja a oreja.

La madre de Kendrew no bromeó cuando le dijo que le enviaría su ropa de gala, aunque no era del todo correcto. Le envió todo su armario.

Kendrew sopesó la situación: Un clásico esmoquin negro, una túnica de gala azabache o una resplandeciente y llamativa túnica lívida. Decidido. El escocés se duchó mientras pensaba por qué le había dicho eso a Mireya, no la conocía, había rechazado cientos de solicitudes más y a todas había dicho que no, al igual que había reafirmado a sus amigos que no iría pero algo en esa chica hizo que el gélido corazón de Kendrew se conmoviese, era tan...su sonrisa, nunca había visto una sonrisa así...tan pura y sincera. Solo Fred le había hecho sentirse tan turbado pero lo de esa chica era distinto, era caridad.

Magia en Hogwarts [Saga de Kendrew McAlvey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora