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Durante los dos meses siguientes Kendrew, Ginny y Neville se convirtieron en los alborotadores de Hogwarts por excelencia. Habían reunido a un gran grupo de alumnos de séptimo y sexto que se dedicaban a tocar las pelotas a los Carrow todo lo posible.

Seamus Finnigan, Ernie Mcmillan, Edvard, Michael, Mireya y muchos otros se había unido. Kendrew llevaba a cabo todas las órdenes y a él le ayudaban Luna, Neville y Ginny y los cuatro se habían marcado una meta: Robar la espada de Godric Gryffindor que estaba en el despacho de Snape.

Sí, Kendrew sabía que Snape era un agente doble pero seguía el plan de Dumbledore. "Debes hacer lo imposible por molestar" había dicho el viejo "lleva a todos los alumnos a tu bando", Kendrew estaba haciendo justo eso.

Los cuatro se encontraron en un corredor, minutos antes de la primera hora de la mañana.

-¿Está todo listo?- Inquirió Kendrew.

-Este plan no se les habría ocurrido ni a Fred ni a George.

Fred...Ginny siempre tenía que acabar por mencionarlo y eso hacía entristecer a Kendrew ¡No! ¡No debían pensar en eso, ahora no!

-Eso, cuñadita, es porque yo soy mucho más inteligente.

-Y humilde- Recalcó Ginny.

-¡Estamos listos, jefe!- Dijo Neville.

-Bien. Todos a vuestras posiciones- Dictaminó Kendrew.

Se dirigieron a su clase, la cuál era transformaciones, con la profesora McGonagall.

Ginny, Neville y Kendrew se sentaron en los asientos delanteros. Edvard, por su parte, quedó cerca de la puerta, pendiente de la señal de Kendrew...¿Cuál era la señal? Ni el propio escocés lo sabía, no podía estar en todo.

McGonagall empezó a dar clase. Kendrew esperaba expectante mientras dirigía su atención al reloj de muñeca que llevaba Neville, a su lado. Tres minutos. El tiempo se le pasó lento y fue sumamente tedioso pero finalmente cuando la manecilla del reloj se paró en las menos cuarto fue el momento.

La puerta doble del aula fue abierta con fuerza y Ernie Mcmillan entró corriendo.

-¡¡Profesor McGonagall es urgente!!

-¡¿Qué ocurre, Mcmillan?!

-¡¡Es el patio de la torre del reloj...los Dementores que hacían guardia han entrado y están atacando a todo el mundo!!

La mujer abrió los ojos.

-¡Dios Santo! ¡Todos, quédense en el aula!

McGonagall salió corriendo del aula y Kendrew asintió con la cabeza.

Ginny, Neville y él se levantaron.

-¡Ernie, dedícate a la interpretación!

El Hufflepuff asintió con picardía.

-Venga Edvard- Apuró Neville.

El danés asintió y él y Ernie salieron corriendo del aula.

Bueno, el plan era sencillo. Todos los profesores de Hogwarts habían recibido un aviso simultáneo del ataque de los Dementores al patio de la torre del reloj. Todos se dirigirían ahí, incluido Snape y cuando todos estuviesen allí Michael, Edvard, Ernie y Mireya (Escondidos tras las columnas de la galería) les atraparían con un escudo protector y ¡Taran, taran! Despacho del director desbloqueado.

El trío de anarquistas salió corriendo por el pasillo hasta que llegó al vestíbulo del castillo. Una vez allí tomaron el camino del viaducto hasta el patio del comedor y se acercaron a la entrada del despacho del director. El patio estaba vacío, era martes por lo que ese día todos estaban en clases.

Magia en Hogwarts [Saga de Kendrew McAlvey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora